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Nalbandian y el mito sobre la pesca antes del Masters de Shanghai: "De suplente no iba pero ni loco"

Nalbandian es el último campeón no europeo del Masters, reconvertido en las ATP Finals. Getty

Pese a no ganar ningún torneo de Grand Slam ni alcanzar la cima del ranking mundial, el argentino David Nalbandian se encuentra entre los mejores tenistas sudamericanos de la historia, posiblemente en gran parte por su consagración en el Masters de Shanghai 2005.

Conocido actualmente como las ATP Finals, el torneo que reúne a los jugadores que más puntos sumaron en la temporada, celebrado ininterrumpidamente desde 1970, no es para cualquiera y mucho menos para los embajadores de la región, considerando que solo tres alzaron el título, a raíz de las consagraciones del albiceleste Guillermo Vilas, en 1974, el brasileño Gustavo Kuerten, en 2000, y el mencionado cordobés.

Sin embargo, el nacido en Unquillo, de 23 años y número 12 del ordenamiento en ese momento, completaría una verdadera hazaña en terreno chino, donde ingresaría a último momento por la baja de dos players, después de abandonar sus vacaciones y comenzar un popular mito en torno de que se encontraba de pesca al recibir la noticia de su clasificación.

"Me estaba por ir, estaba armando el bolso. Yo pierdo en París-Bercy en segunda o tercera vuelta. Entonces me voy a mi casa y empiezo a preparar con mi hermano y un amigo el viaje para ir a pescar al sur. Me llama uno de la ATP y me dice que se bajó no me acuerdo quién, entra el nueve y quedás de mi primer suplente. Le digo: 'De suplente no voy a Shanghai pero ni loco'", reveló el 'Rey David', en declaraciones a Clank!.

Posteriormente, el dueño de 11 títulos en el Tour, cuartofinalista del Australian Open, Wimbledon y US Open durante ese calendario, se sinceró: "Si hubiese sido Europa, Sudamérica o algún lugar más cerca sí. Pero irte a Asia para estar de suplente y no jugar te corta las vacaciones, te corta la pretemporada. Se te hace un poquito de lío. Yo el año anterior también estaba de suplente y no había ido. Le digo: 'la única forma es si me confirmás que juego, sino no'. Me dice: 'mañana te llamo porque puede que sí'".

"Me llama al día siguiente, nosotros nos íbamos a pescar a los dos días, y me dice 'vas a jugar'. Y le digo: '¿pero quién se bajó?'. Me dice: 'No, todavía no se bajó. Se va a bajar Roddick pero no lo puede anunciar hoy, lo anuncia mañana'. No sé qué tenía con un sponsor, no podía anunciar que se bajaba. '¿Seguro? No me voy a tomar un avión para irme', le digo. 'Nono, vos venite que sí, salí hoy', me dice", comentó aquel que alcanzaría el tres puesto del escalafón.

En sintonía, el finalista de Wimbledon 2002 prolongó: "Así que a la noche me tomé el vuelo, armé el bolso, empecé a llamar a todos y les digo 'che salgan de las vacaciones, nos tenemos que ir una semanita a Shanghai'. Me tomo el avión, hago escala no me acuerdo dónde en Europa y ahí anuncian que Roddick se había bajado, yo ya estaba en viaje. Así fue, no alcancé a irme a pescar. Todavía estaba en mi casa, aunque sí ya medio de vacaciones. Había dejado de entrenar tres o cuatro días, pero no es que estaba hace un mes de vacaciones en la playa".

"Los primeros días fueron durísimos. Me levantaba a las 4 de la mañana, no me podía dormir más, llegaban las 4 de la tarde y me moría, no aguantaba del sueño. Entonces entrenábamos a la mañana, después del mediodía jugábamos un poco, pero me empezaba a ganar el cansancio. Entonces les pedía que por favor me pusieran a jugar a la mañana porque a la noche me duermo", confesó el integrante del grupo Rojo junto a su compatriota Guillermo Coria (6°), el suizo Roger Federer (1°) y el croata Ivan Ljubicic (8°).

Más en detalle, aquel que se repondría al debut para vencer a Coria, Ljubicic y al ruso Nikolay Davydenko (7°) en sets corridos para acceder a la definición manifestó: "La verdad que tuve una sensación bastante buena desde el minuto cero. La pelota, la cancha. Para mí lo que más me marcó fue el primer partido con Roger (Federer), que lo pierdo en el tercero. Pero salí de la cancha y dije 'che, no estoy tan mal'. Recién había llegado, primer partido con Roger, en carpeta, todo, no es nada fácil. Y haber perdido y sentir que no estaba tan lejos me hizo creer que tenía alguna chance de jugar bien. Después todos los días empecé a jugar un poquito mejor"

"Depende como lo tomás, si positivo o negativo. El partido estaba para cualquiera de los dos, los dos tie-breaks los podría haber ganado. Había perdido por muy poquito, tranquilamente podía estar 2-0 arriba. En el juego estaba para ganarlo igual, había que ver quién aguantaba más de físico. Haberlo pensado así me ayudó a creer y a animarme a seguir luchando y tratando de ganar el partido", se refirió sobre la instancia decisiva contra 'Su Majestad', el cual se había adelantado 7-6 (4) y 7-6 (11).

Por último, Nalbandian hizo hincapié en la fortaleza mental para imponerse 6-2, 6-1 y 7-6 (3) en las mangas siguientes, y grabar su nombre para siempre: "El tercero y el cuarto los gano fácil, Roger baja un poquito de intensidad y yo pude mantener. Ahí se lo di vuelta. De hecho en el quinto yo iba arriba y él se despertó de vuelta hasta el final que fue tremendo".