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Bianca Andreescu, entre la defensa de su título y otra clase de sonrisa

Bianca Andreescu tenía 18 años y era la 60° del mundo cuando llegó a Indian Wells 2019. Muguruza, Svitolina y Kerber vieron en continuado su explosión. Una adolescente sacudiendo el circuito WTA y ganando, tal vez, el torneo más importante por fuera de los Majors.

"El consejo que daría es: siempre manténgase agradecidas, aunque tengan los más grandes éxitos porque todo te lo pueden sacar. Para mí fue lesionarme justo después, dos meses después (de ganar el US Open 2019).No estés mucho tiempo en tu cabeza, mantené la confianza obviamente pero no te conviertas en soberbia: 'Gané un Grand Slam, mirenme'. Mantenerse humilde, mantenerse agradecida y seguir trabajando duro. Todos lo dicen, por lo menos en mi experiencia lo es: es fácil llegar a la cima pero quedarse ahí es la parte difícil", contesta Andreescu (21 años, 21° del mundo) ante la consulta de qué le diría a Raducanu y Leylah Fernández, las sub-20 que definieron el US Open 2021. Es el Media Day previo al inicio de Indian Wells 2021. Una extraña defensa de su primer título en el circuito.

Andreescu ganó el US Open 2019, fue 4° del mundo y se lesionó. Muchas veces se lesionó Bianca: no jugó profesionalmente en todo 2020.

"El estrés mental contribuye al estrés físico y tuvo que ver en mis lesiones. Lo que de verdad me ayudó fue trabajar con un coach mental. Sé que a mucha gente no le gusta pero a mí me ayuda. También tomarme tiempo para mí, mirar series, cosas fuera del tenis. Estar con la gente que amo, encontrar cosas que me ayudan a relajarme. Y encontrar cosas profundas como quién soy, qué quiero en mi vida, encontrar mi propósito", le dijo Bianca a ESPN Tenis antes de competir en Montreal 2021.

Sven Groeneveld es el entrenador de Andreescu desde hace algunos meses y para Bianca el mayor aporte de Sven no es tenístico: "Como reaccionar a ganar un Grand Slam aunque sea dos años después. Tuve un momento difícil y a veces siento que no estuve manejándolo de la mejor forma pero siento estoy mejorando".

En 2021 lleva jugados 27 partidos, con 16 victorias y 11 derrotas. Fue finalista en Miami (se lesionó ante Barty) y llegó a octavos de final en el US Open.

Después de ese paradisíaco 2019 y el nulo 2020, Andreescu volvió a jugar y ser competitiva esta temporada: "Lo más importante para mí este año fue dejar de mirar al pasado, que lo estaba haciendo demasiado y me estaba arruinando. Siempre me decía: "Quiero jugar como lo hacía en 2019, como lo hacía antes" pero tengo que cambiar esa mentalidad y empezar a centrarme en el presente porque el pasado es el pasado. Hasta el futuro, que miro mucho el futuro, lo frené. Me dije a mí misma: "Viví cada momento como si fuera el último". Obviamente no viene fácil porque todavía siento que mi mente está en todos lados pero está mejorando y la meditación, mi equipo alrededor. Va a mejorar.

Los hoyuelos diferencian las sonrisas que nacen de su entusiasmo a las que son sonrisas de buenos modales: "Mirar al pasado de una manera positiva es beneficioso. Yo lo estaba mirando de una forma negativa porque era muy dura conmigo misma. Diciendo '¿Por qué? ¿Qué hubiera pasado si?', teniendo todos esos pensamientos. Algo que hice fue volver atrás, mirar videos míos y tratar de sentir las emociones que sentí en ese momento y para este torneo hice lo mismo hace unos días. Indian Wells posteo un video con mis mejores tiros y ver eso me llevó a un buen lugar y saber que gané el torneo, te lleva a un lindo lugar. Cambiar de esa manera negativa a una positiva".

Antes de cerrar la conferencia de prensa virtual, en el día previo al arranque del cuadro principal de Indian Wells 2021, Bianca le contesta a ESPN Tenis sobre su conexión con el presente y algo que soltó unas preguntas previas: la meditación: "Mi mamá me introdujo a la meditación cuando yo era muy chica, 13 años tenía. Desde ese momento estuve construyendo y construyendo sobre eso. Al principio odiaba la meditación con todo mi corazón, porque es mucha paciencia y yo no tengo nada de eso. Sigue siendo un trabajo en proceso porque por momentos es difícil para mí sentarme por treinta minutos. Entonces trato de trabajar en eso. Tener buenos 15 minutos cada mañana, trato de hacerlo cada mañana. Y cada noche, lo divido en dos. Construyendo sobre eso, me sirve en los partidos porque me puedo concentrar por períodos largos. No solamente me sirve para eso pero también me sirve para mantenerme en el presente y me ayuda a navegar por mis pensamientos negativos. Me digo a mí misma cosas positivas y ser agradecida por todo lo que tengo. Me ayuda".