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LATINAS EN LA WNBA - PASADO, PRESENTE Y FUTURO: Evina Westbrook, la primera jugadora mexicoestadounidense en la liga

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Evina Westbrook: "Mi mamá me recuerda a diario: 'Eres mexicana, sí se puede'" (3:41)

Evina Westbrook, de las Washington Mystics, no solo está orgullosa de sus raíces mexicanas, sino que agradece los valores que le inculcó su madre que le ayudaron a navegar su difícil temporada de novata, en la cual militó con tres equipos diferentes. (3:41)

Para la gran celebración del Mes de la Herencia Hispana 2022, ESPN Deportes les presenta esta serie especial, Latinas en la WNBA - pasado, presente y futuro:


LA PRIMERA MEXICOESTADOUNIDENSE EN LA WNBA

Al ser seleccionada por el Seattle Storm con la selección número 21 en el draft de la WNBA de 2022, Evina Westbrook se convertía en la primera jugadora mexicoestadounidense en la historia de la WNBA.

Dejar su huella por su herencia latina es algo que llena de orgullo a Westbrook, como le dijo ella a ESPN Deportes Digital, “Significa mucho, especialmente porque es quien soy. Aunque no hablo español con fluidez, sigue siendo quien soy. Mi familia siempre me recuerda, no importa si hablas español, eres latina. Mi mamá es 100% mexicana. Siempre me hablan en español”.

El hecho de que sea por su deporte pasión es la cereza del pastel, “El hecho de ser reconocida, especialmente con algo que amo, que es el básquetbol, significa mucho para mí”.


WESTBROOK NO LE TEME A LA TURBULENCIA

La filosofía de trabajo de Westbrook viene directamente de su madre, “Se sabe que las latinas, y los latinos también, somos de las personas más trabajadoras que hay. Y mi mamá me recuerda a diario: 'Eres mexicana, sí se puede'”.

Menos de un año después de transferirse de Tennessee a UConn en la primavera de 2019, Evina Westbrook sostuvo dos cirugías de rodilla mientras la NCAA denegó su solicitud de jugar enseguida en la temporada 2019-20.

La originaria de Salem, Oregon era la jugadora de mayor edad en el equipo de Geno Auriemma; aun así, tras la derrota de UConn ante Arizona en el Final Four de 2021, a Westbrook se le quedó la espinita de ganar un título de la NCAA. Quería ganar una sortija. Además quería mejorar sus posibilidades dentro del draft de la WNBA cuando estuviese mucho más recuperada de sus cirugías.

Por tanto, decidió utilizar su último año de elegibilidad y quedarse una temporada más hasta la campaña 2021-22. En abril de este año, Westbrook y Paige Bueckers llevaron a las Huskies a su primer partido por el campeonato nacional desde 2016. Sin embargo, se quedaron a las puertas de la gloria, perdiendo ante Aliyah Boston, Destanni Henderson y las South Carolina Gamecocks de Dawn Staley, 64-49.

Quizás por su experiencia previa el golpe no fue tan duro cuando Westbrook fue descartada unos días antes del comienzo de la temporada regular debido al tope salarial limitado del Storm.

El Minnesota Lynx se interesó por ella y le dio contrato por alrededor de un mes; jugó 14 partidos con ese equipo hasta que la dejaron en libertad al día siguiente, Washington la firmó al primero de tres contratos seguidos de siete días. El 18 de julio, las Mystics la firmaron por el resto de la temporada. Jugaría 6 partidos con las Mystics, que fueron barridas en la primera ronda de los playoffs por Sue Bird y el Seattle Storm.

En cuanto a lo que le depara la siguiente temporada a Westbrook en la WNBA, está lista para aplicarse, como lo hizo esta campaña. “Pasando por toda mi adversidad y siendo cortada, sabía que iba a funcionar. Todo el tiempo que dediqué, todo el trabajo duro que había realizado iba a dar sus frutos y debía mantener el rumbo y es lo que sigo haciendo. Por eso estoy en la posición que estoy”.


UNA LATINA DE CORAZÓN

Westbrook se crió en un ambiente familiar muy unido. Su madre Eva Westbrook es mexicana y siempre le ha enseñado a ella y sus hermanos a siempre acoger su cultura. Su padre James Westbrook jugó básquetbol en Oregon State y a nivel profesional en Chile. Entrena básquet juvenil y ha creado un programa muy exitoso de básquet para niños y niñas de 6 a 18 años en Oregon.

Ella tiene cuatro hermanos (no, uno de ellos no es el astro de la NBA, Russell Westbrook, aunque todos le preguntan); L.J. Westbrook jugó basquet universitario y esta temporada 2022 está jugando con los Libertadores de Querétaro en la LNBP.

Según L.J. contó en un video en las redes del equipo mexicano, la pasión y proeza de Evina en el deporte nació de verlo a él jugar, “Compartimos el amor por el básquetbol, así que me vio jugar básquetbol y creo que eso la llevó a enamorarse de eso y tuve la posibilidad de apoyarla y hacerla querer ser la mejor en básquetbol, cada día, y ahora está en la WNBA”.

Westbrook proclama sus raíces a los cuatro vientos, “Les digo, ‘Soy latina. Soy mitad mexicana. Mi mamá es mexicana’. Estoy orgullosa de decirlo y de ser quien soy”.

Westbrook dice que la gente no necesariamente adivina su trasfondo latino al conocerla, “Tal como me veo y mi apellido, todos asumen, 'Bien, ella es de raza negra. Está mezclada con algo…’ Pero nadie sabe realmente, ‘No sabemos con qué está mezclada, pero sabemos, bien, se ve de raza negra; es de raza negra’”.

Los recuerdos de la niñez que comparte la escolta de 6 pies 1 pulgada le han de parecer familiares a bastantes lectores de nuestra página, porque son muy tradicionales de las culturas latinas, ”La familia de mi madre decía: '¿Qué haces? Ven acá. Dame un abrazo, dame un beso. Acabas de entrar por la puerta’. Cosas pequeñas como esa. Siempre hubo esa unidad familiar. Somos uno; hacemos todo juntos”.

Por supuesto, dado el amor de Westbrook y su familia por el básquet, la analogía de la unidad se traza hasta la cancha, “Crecí con esa mentalidad de que mis compañeras de equipo somos una: perdemos juntas, ganamos juntas. Si alguien cae, todas caemos. Si una está de pie, todas estamos de pie”. Concluyó Westbrook, “Todo lo que representó mi familia -- nuestras tradiciones, valores y principios -- está en quien soy hoy”.


RESPETADA Y QUERIDA

Westbrook, quien cumplió 24 años esta semana, fue una líder y una jugadora muy querida durante su tiempo en UConn. Allí sus compañeras la llamaban de cariño ‘Momma E’. Las Huskies buscaron apoyarla en persona durante este primer año inestable en la WNBA.

En junio, Caroline Ducharme, Dorka Juhász y otras se aparecieron de sorpresa para verla jugar cuando ella estaba con el Minnesota Lynx y visitaban el New York Liberty; Evina registró 5 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias en la derrota del Lynx 88-69. Además, la vinieron a acompañar en julio cuando las Washington Mystics enfrentaron al Connecticut Sun en Mohegan Sun, a menos de una hora del campus de Storrs.

Rebecca Lobo, ex jugadora de la WNBA y miembro del Salón de la Fama del Baloncesto Naismith Memorial, piensa que Westbrook está en la liga para quedarse, “Creo que puede tener una larga carrera en la WNBA. Está con las Washington Mystics ahora mismo y cuenta con las herramientas para ser una muy buena jugadora profesional. Tiene buen tamaño y fuerza en la posición de escolta”.

Si alguien tiene un ojo para talento es Lobo, quien le toma el pulso al básquet femenino sin cesar como analista de ESPN. Lobo tiene altas expectativas sobre la novata, “Seguirá creciendo, evolucionando y mejorando. Me emociona lo que Evina puede hacer. Comenzó su carrera en Tennessee antes de transferirse a UConn, algo inaudito en ese momento, y ha seguido desarrollando su juego. Es un tipo de jugadora que, aunque tal vez no sea candidata a MVP el próximo par de años, sin duda aportará a un equipo”.

Terri Acosta, la preparadora física mexicoestadounidense del Liberty admira a la joven y sus logros, “Creo que es increíble poder celebrar la trayectoria profesional de alguien que ha llegado a donde quiere estar. Además, alguien que toda la comunidad latina pueda celebrar”.


ANHELA VESTIR LA CAMISETA DE MÉXICO

Westbrook ya vistió la camiseta de los Estados Unidos. De hecho, ganó la medalla de oro en el Campeonato FIBA Americas Sub-18 de 2016 representando a EE. UU. Pero como hija de mexicana, podría realizar el trámite de obtener la nacionalidad mexicana. Como consecuente, hay una pregunta lógica.

En cuanto a si ha pensado jugar en la selección de básquet femenina de México, Westbrook no titubeó al responder, “Eso es algo que se está fraguando en este momento. Trabajo por obtener mi pasaporte mexicano. Sin duda es un sueño mío y con la cuenta regresiva de los días, es algo que me emociona más y más”. Dicen que no hay mayor orgullo que vestir la camiseta nacional, que la patria llama. Pues México llama a Westbrook. “Me visualizo en cada camiseta: de los EE. UU., de la WNBA, de UConn, de Tennessee. Y ahora me imagino en verde, blanco y rojo, y dice México en frente”.

Agregó, emotiva, “Creo que tan solo ponérmela hará llorar a mucha gente, especialmente a mi familia. Podría llenar mis ojos de lágrimas. Significa tanto para mí. Quiero que todos lo sepan”.


LA PRIMERA, PERO NO LA ÚLTIMA

Es algo sorprendente que haya tomado hasta la temporada 26 de la WNBA hasta que llegara la primera jugadora mexicoestadounidense a la liga. Pero Westbrook lo ve como el primer paso, “Mi deseo es alentar a más latinas, solo saber que podemos hacerlo, lograrlo. Podemos hacer lo que hacen las demás, sin importar lo que seamos o lo que piense la gente”.

¿Sabían que otra jugadora mexicoestadounidense debutó en la WNBA esta misma temporada? Raina Pérez no fue seleccionada en el draft, pero jugó un partido por Seattle Storm. En apenas dos minutos en la duela, sumó dos asistencias en el revés de Seattle ante el Phoenix Mercury 97-77 el 11 de mayo.

El Storm la dejó libre y Pérez reforzaría a Fuerza Regia Femenil de la LNBP Femenil. Alcanzaron la serie final de la Zona Norte, donde cayeron en cinco partidos ante Adelitas de Chihuahua.

La salida de Pérez vuelve a recalcar el problema de espacio en la WNBA, el hecho de que 144 puestos no bastan para todo el talento de básquet femenino que existe actualmente. Para la temporada baja, Pérez ha fichado con el BKG Prima Akademia en Hungría.

Lo cierto es que Westbrook le dará una cálida bienvenida a Pérez y a quienquiera más arribe (o vuelva a arribar) a la liga. Está en su naturaleza.

Este es su consejo para las latinas que quisieran alcanzar la WNBA, “No importa de qué etnia seas, ni de qué raza seas, si quieres hacer algo y trabajas para ello, ve y consíguelo. No importa la edad, no importa si eres latina, no importa si eres americana, africana, no importa. Nosotras como latinas y toda la sociedad trata de ponernos en una cajita, todo eso se va por la ventana: si lo quieres, ve a buscarlo; le darás la razón a todos los que creyeron en ti”.

¿Qué hemos aprendido de Evina Westbrook? Que su familia es muy unida y que es lo primero para ella. Que siente gran orgullo por sus raíces mexicanas. Que se rige por los valores latinos. Y que quiere ganar una sortija.