“Desde que nací la vida me está cagando a golpes” dice “Búfalo”, mientras descarga su bronca en una bolsa, en medio de un gimnasio astroso. Tiene sus razones. Ha estado en la cárcel, se siente responsable de la muerte de un joven a quien debía cuidar, su ex mujer lo desprecia, no logra establecer contacto con su hijo y, como si fuera poco, no tiene un peso.
Demasiado para un solo hombre. Sobre todo, porque “Búfalo” está basada en la vida de Alejandro Ortiz, el mismo que, según sus palabras, llegó a estar preso por “Tres años, 7 meses y 25 días”.
Fue pirata del asfalto y hasta le metieron un balazo durante un robo. Hoy Ortiz ha realizado varios incursiones en la televisión. Y cuando en la película se recrea su victoria ante un gran peleador mexicano, la ficción y la realidad se mezclan, porque en la vida real, según recordó, “Maravilla Martínez, con su hermano Sebastián, me ayudaron a entrenarme para esa pelea. Jamás pensé que Sergio iba a encarnarme luego en una película”.
Nicanor Loreti (“Diablo”, “Kryptonita”) utiliza una paleta de tonos ocres con una cámara inquieta y aprovecha primeros planos. “Búfalo” es, ante todo, una historia de vida, en donde la práctica de MMA es el elemento que abre la puerta de redención para el protagonista.
Aquí no está la música motivadora de “Rocky” cuando el protagonista sale a correr en medio de un campo solitario y desnudo, ni tampoco suenan trompetas cuando -obligado por las circunstancias-, se ve obligado a volver a la competencia. De hecho, las acciones de lucha, que las hay, se detienen en rostros sangrantes, manos temblorosas y suspiros agitados, dándole carnadura a los protagonistas.
Considerada una de las mejores producciones de la Sección Nacional del Festival Internacional Marplatense, esta película de 2022 se estrenó ahora en cines del circuito comercial de la Argentina. “Maravilla” exhibe gran altura al estar casi todo el tiempo en cámara, lejos de la figura del boxeo que fue a lo largo de varios campeonatos mundiales y de 62 peleas profesionales. No hay músculos a lo Stallone, sino gimnasios en penumbras y diálogos sórdidos. Hay un cura que se pone los guantes y que antes de empezar a pegar, pregona que “Yo atiendo los domingos al mediodía, no ahora”.
Hay un mafioso de barrio que goza manejando gente. Hay un entrenador-confidente-amigo que se siente traicionado que desborda humanidad. Y hay, por sobre todas las cosas, un hombre al que nada parece salirle bien y que busca su redención.
“Búfalo” atrae por todo eso y por mucho más. Y en gran parte es mérito de Sergio Martínez, que ya conoció un protagónico en “Pistolero” (2019) un western rural que mereció mejor suerte.
El mundo de la las Artes Marciales Mixtas es una actividad de gran penetración en la audiencia joven. De hecho, ESPN KNOCK OUT ofrece una enorme variedad de grandes espectáculos.
Tener en cuenta que el 14 de septiembre el próximo rival de “Canelo” Alvarez no solamente será Edgar Berlanga -pelea que transmitirá ESPN KNOCK OUT- sino también un espectáculo de UFC. Muchísimos peleadores y peleadoras mexicanas estarán en esa cartelera, que se va a desarrollar en la misma noche de Las Vegas.
Volvemos a “Búfalo”. La película entretiene sumergiendo al espectador en espectáculos marginales, violentos y creíbles, en donde un hombre acorralado por la vida se defiende como puede. “Lo único que se hacer en la vida es pelear”, afirma Búfalo. Y, a través de “Maravilla”, su personaje termina haciéndose querible, el personaje de un hombre que, aún caído, tiene la fuerza necesaria para levantarse.