David Benavidez y David Morrell estuvieron a punto de llegar a los golpes, después de que lanzar cualquier cantidad de insultos en la última conferencia de prensa.
LAS VEGAS – La pelea estuvo a punto de comenzar antes de la campana inicial, este jueves durante la última conferencia de prensa, que se calentó como pocas veces en los últimos tiempos.
Sí, David Benavidez y David Morrell estuvieron a punto de llegar a los golpes, después de que lanzar cualquier cantidad de insultos, que comenzaron desde el tiempo en que los promotores y entrenadores tuvieron su turno en el estrado.
Así, ambos boxeadores están listos para medirse el próximo sábado en la pelea principal de la función de la T-Mobile Arena, donde pondrán en juego el campeonato semicompleto del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y de la Asociación Mundial (AMB).
“Espero que haya tenido un gran campamento y que venga sano con su mejor boxeo porque no quiero ninguna excusa”, dijo Benavidez sobre Morrell. “Es un mari… Voy a meterle una puti… Voy a partile la madre. He tenido la mayor experiencia que el boxeo puede darme. Este ni siquiera está en el mismo nivel que yo”.
Benavidez aseguró que después de presentaciones de promoción de la pelea, Morrell se había acercado a darle la mano, que tenía miedo y que jamás se había atrevido en realidad ni a verlo a la cara.
Dijo que Morrell después de que le aventó un cinturón de campeonato en la cara, se ha escondido en medio de prensa y presentaciones para evitar encontrárselo, pero que al final estaban a par de días de subir juntos al cuadrilátero para pelear.
“Estoy contento de estar aquí, estoy sano , motivado de que llegó la fecha y estoy listo”, dijo Benavidez. “Este tipo está nervioso. Ahora me sale con que ‘amor y paz’, después de todo lo que ha hecho y dicho. Está asustando, nervioso. Y cuando suba al ring verá al monstruo en el que me convirtió”. Morrell asegura que todo es negocio y profesionalismo en esta pelea de su parte. Pero que llegó el momento en que va a demostrar al mundo que Benavidez es un boxeador que sólo gusta de intimidar a sus rivales antes de la pelea.
“Ese tipo está acostumbrado a metérsele en la cabeza a todos los boxeadores”, señaló. “Todos le corren, ha peleado con boxeadores que apenas van subiendo de peso o que le tengan miedo y conmigo no es así…”.
Después de varios connatos de pleito, ambos púgiles posaron juntos para las cámaras de los medios de comunicación sin llegar a los golpes, sólo continuaron con sus insultos ante la euforia de aficionados que entraron al evento.
Voy a partirle la cara, voy a reventarlo”, afirmó Morrell. “Esto se fue más allá del boxeo”.