LAS VEGAS -- Manny Pacquiao dijo que comenzó a extrañar el boxeo desde el momento mismo en que bajó del cuadrilátero la ocasión más reciente y se dio cuenta que había anunciado el retiro.
Está convencido de que es probable que se apresuró a decir de manera pública adiós al deporte de su vida, en el que ha ganado ocho campeonatos mundiales y el que lo ha catapultado a muy diversas esferas sociales alrededor del planeta.
Pacquiao, de 37 años, regresa de un retiro de poco menos de siete meses, desde el combate que ganó en abril pasado contra Tim Bradley.
El filipino enfrentará este sábado a Jessie Vargas, el campeón Welter de la Organización Mundial de Boxeo, en la arena Thomas & Center de la Universidad de Nevada en Las Vegas.
"Empiezas a extrañarlo todo desde el mismo momento en que te das cuenta que ya eres un boxeador activo", dijo Pacquiao. "Toda mi vida he disfrutado del boxeo. Tengo aún mucha pasión y ganas de pelear otra vez. No estoy acabado aún".
Una de las principales razones por las que anunció el retiro después de la pelea contra Bradley fue el comienzo de gestiones en su nuevo cargo de elección popular en las Filipinas, el de Senador.
"Fue en el mes de julio, estaba viendo unas peleas, creo que de Gennady Golovkin y piensas de repente que ya no estás más activo, que no puedes seguir haciendo eso", dijo. "La verdad es que me sentí solo, y triste, porque sabía que ya no iba a poder hacer lo que más amaba".
Otra de las razones, dijo Pacquiao es que quiere alargar su brillante legado en el pugilismo a escala mundial.
"Quiero convertirme en el primer Senador que se corona campeón mundial", afirmó.
Pacquiao, sin embargo, sabe que la tarde es menos sencilla de lo que las apuestas señañan en Las Vegas, donde los momios comenzaron 8-1, según el director de Sports Books de Hotel Wynn, anfitriones de la función de boxeo, liderada por el filipino y Vargas.
El méxico-americano nunca ha escondido que quiere mostrar al mundo su talento y que no es casualidad que tenga dos campeonatos mundiales en su currículum.
"Para ser el mejor, hay que derrotar al mejor", dijo Vargas, de 27 años. "Yo soy el campeón mundial. Voy a tratar de vencer a Manny Pacquiao... Estoy seguro de que voy a ganar este sábado".
El filipino reconoció las habilidades de su rival; dijo saber que es un boxeador joven, motivado, hambriento de triunfo y motivado por demostrar que puede competir con uno de los más grandes de la historia.
"Alguna vez yo estuve ahí", mencionó. "Alguna vez tuve 27-28 años y quise ganarme el respeto y mi lugar entre los mejores boxeadores. Es cierto yo soy el retador del campeón. Él es un campeón mundial".
Pacquiao (58-6-2 38 KO) dijo que no sabe que rumbo tomará en esta nueva etapa de su carrera después del sábado. Ni siquiera se atreve a afirmar o negar una nueva contienda contra Floyd Mayweather.
Rechazó comprometerse con algún plazo o número de peleas determinadas, a pesar de que reconoce que ha sido difícil física y mentalmente alternar su trabajo de Senador de tiempo completo con el de boxeador.
Pero Vargas (27-1, 10 KO) dijo, casi como si fuera advertencia, que el futuro de Pacquiao será más claro después del sábado.
"Espero que después de la pelea, sea un muy buen senador...", dijo el ex olímpico mexicano.
