La estrategia de los entrenadores, tendrá una importancia decisiva en la segunda pelea entre Gennady Golovkin y Saúl “Canelo” Álvarez. Con las cartas vistas tras el controversial empate de la primera pelea, Abel Sánchez y Eddy Reynoso deberán obligatoriamente decidir aquellos ajustes que le den la victoria a su pupilo. ¿Están ambos capacitados para sorprender con un nuevo ajedrez boxístico o esa opción no forma parte de su ADN estratégico?
Fuimos a su histórico para descubrir esas capacidades y para nuestra sorpresa, la primera pista, en los dos casos, nos conduce a un mismo lugar: al portugués José “Pepe” Mourinho, entrenador del Manchester United de la Liga Premier de Inglaterra.
La similitud es la protagonista estelar en el primer capítulo de sus biografías. Al igual que Mourinho, que carece de pasado como jugador profesional de fútbol, los dos entrenadores mexicanos del momento, tampoco tienen pasado como boxeadores profesionales. Abel Sánchez lo practicó brevemente junto al kickboxing y se retiró para dedicarse a la construcción. Cuando decidió patrocinar un gimnasio local, años después, fue que empezó a entrenar pugilistas.
Eddy Reynoso en su adolescencia tuvo un breve pasaje por el boxeo amateur, alguna reseña sitúa en trece el número de peleas que realizó bajo esa condición, hasta que emigró a California con 18 años buscando una mejor vida. No le fue bien y regresó a Guadalajara, siendo invitado por su padre, José ‘Chepo’ Reynoso, a entrenar boxeadores a su lado.
Al igual que Reynoso, Mourinho comenzó ayudando a su padre, José Manuel Félix Mourinho, que en su juventud fue portero y luego entrenador. Mourinho fue primero asistente y luego llegó a ese entrenador que ha dirigido a algunos de los equipos más poderosos del planeta.
Es evidente que la génesis de sus carreras profesionales es similar, los tres se formaron y fueron exitosos a partir de su habilidad para “entender el deporte desde afuera, sin haberlo aprendido adentro” ¿Hasta qué punto del análisis de esa convergencia con Mourinho, puede surgir una conclusión sobre lo que Sánchez y Reynoso podrán lograr el 15 de septiembre con sus pupilos?
Buscar esa respuesta es el objetivo de este trabajo.
EL MOURINHO DE CANELO
Eddy Reynoso y su padre han guiado desde el principio la carrera de Saúl "Canelo" Álvarez. El boxeo del tapatío, desde entonces, no ha sufrido muchas variantes. Las características naturales de Canelo se han mantenido y su madurez boxística llegó de forma paulatina y escalonada a través de una muy bien estructurada ruta estratégica.
A Canelo le dieron el espacio y los oponentes adecuados para que pudiera madurar directamente en el primer nivel. Las premisas de ese crecimiento son conocidas: elección de oponentes con nombre, pero de boxeo inferior o rivales procedentes de categorías inferiores o adversarios de mejor boxeo pero a los cuales superaba en ampliamente en tonelaje o ex campeones veteranos de renombre, pero ya sin boxeo competitivo. De ellos, lo único que importaba era su pasado y el valor de una victoria sobre los mismos en la estadística. Le acertaron, por supuesto.
El éxito del boxeador empujó el éxito de su entrenador. Canelo, mientras tanto, a la vez que acumulaba victorias, iba sumando experiencia, herramientas y conocimientos.
Un buen día, luego de muchas peleas, constatamos que su cintura empezaba a ganar movimiento; un buen día notamos que lograba pasar golpes con una mejora notoria en el cuerpeo; un buen día notamos que aumentaba su efectividad en el contragolpeo y también constatamos una disminución en sus errores de balance, algo que lo complicaba desde lo defensivo y podría ser riesgoso ante un rival de similar o mejor poder, como GGG por ejemplo.
El crecimiento de Canelo fue natural, no hubo necesidad de mejorarlo de una hora para la otra. En ese proceso, bastó la experiencia de Reynoso padre para cumplir la tarea educadora.
El papel de su hijo, el “Mourinho” en la esquina de Canelo, tuvo más que ver con el desarrollo inteligente de la carrera y en ese aspecto, al igual que el actual entrenador del ManU, a Eddy Reynoso le benefició su falta de pasado como boxeador. Parece que las cualidades que no le dio la práctica del boxeo profesional, pudo suplirlas con su habilidad intelectual para construir la estrategia de carrera de su pupilo.
Él ha sido un buen burócrata, un estratega integral, con mucha habilidad para evaluar números, estadísticas y calibrar el crecimiento rival a rival evitando riesgos.
Reynoso ha tenido la misma inteligencia que Mourinho para diseñar el éxito en “el pizarrón de un arquitecto que jamás visitó una obra en construcción”. El trajo a Canelo a través de un laberinto increíble de peleas “no realizadas” hasta esté presente donde su imagen exitosa oculta los deberes no realizados en el pasado.
Un entrenador que supo manejar una carrera potencialmente exitosa en boxeo y un entrenador con la inteligencia para manejar equipos exitosos en el fútbol, son los protagonistas de esta inesperada analogía.
EL MOURINHO DE GOLOVKIN
Abel Sánchez es el tercero en discordia.El entrenador de GGG tiene muy poca o nada de historia dentro del cuadrilátero. Nació en Tijuana y también emigró a USA, para mejorar de vida, donde se dedicó a la construcción mediante un negocio propio. Luego de patrocinar un gimnasio local, decidió dedicarse a entrenar pugilistas y le fue bien.
Lupe Aquino, Terry Norris y Orlin Norris fueron los primeros de una lista que se incrementó en los 90, hasta que por un problema médico en 2001, decidió dejar de entrenar. Hasta que unos años después se encontró con Gennady Golovkin e impresionado con su talento se vio motivado a regresar. Los resultados de esa asociación son por todos conocidos. Sánchez ha sido muy hábil para ocupar espacios en los medios, sin duda, demostrando mucha experiencia comercial aplicada en el crecimiento de su papel de entrenador boxístico exitoso.
A medida que aumentaba la leyenda del kazajo, más se dimensionaba la figura asociada de Sánchez. En ello, su carrera emula la de Reynoso con Canelo. Ambos (Sánchez y Reynoso) viajaron de la nada la gloria empujados por el éxito de sus dirigidos.
Porque, al igual que en el caso de Reynoso, tampoco Sánchez tuvo que implementar enormes cambios al boxeo de GGG. Solamente aprovechó sus condiciones naturales y le influenció ese “mexican style” que tanto ha proliferado en la descripción de su boxeo.
También en eso, su origen y el de Mourinho caminan por un mismo carril. El portugués ha llegado a equipos consolidados, repletos de estrellas y tanto supo administrar exitosamente esos equipos, como también aumentar su éxito gracias al éxito de sus dirigidos aprovechando las estructuras que ya existían y el talento consolidado que traían los jugadores de sus equipos.
La duda que nos queda, tanto con Reynoso como con Sánchez y Mourinho, es si efectivamente ellos son tan buenos y efectivos como sus dirigidos o simplemente han estado a la hora correcta en el momento indicado para aprovechar el extraordinario material humano que un buen día “les cayó del cielo”.
En el caso de los mexicanos, pelea del 15 de septiembre, seguramente, nos responderá en parte esa duda.
CERTEZAS E INCERTEZAS
A Jorge Ramos, narrador de fútbol en ESPN Deportes, le pedí que me definiera a Mourinho en dos palabras. “Trabajador y desactualizado”, no dudó en responderme. El portugués, para Ramos, es un hombre dedicado, estudioso y comprometido, pero que maneja estilos de juego obsoletos, sin entender los verdaderos códigos del fútbol moderno.
¿Pueden esas dos definiciones ser aplicadas a las descripciones de Reynoso y Sánchez? En parte sí y en parte no, sería la respuesta apropiada.
Los entrenadores de Golovkin y Canelo han llegado a donde están gracias a su dedicación y por sobre todas las cosas su capacidad intelectual para lograr ser exitosos pese a una carencia mayor como su falta de pasado pugilístico.
Sin embargo, la desactualización o no de ambos, es una duda enorme en su desempeño. O sea, allí está la certeza y también la incerteza.
El 15 de septiembre, los dos entrenadores mexicanos estarán obligados a demostrarnos que, además de la suerte de haber encontrado oro puro en sus pupilos y de saber administrar con mucho acierto sus carreras, también tienen la capacidad de inventar estrategias boxísticas que les permitan a sus dirigidos sorprender y ganar una pelea de difícil pronóstico.
La primera pelea entre Canelo y GGG terminó empatada en las tarjetas, en un choque de estilos, donde ningún estilo pudo superar al otro. Ahora, necesariamente, tanto Reynoso como Sánchez deberán hacer ajustes, crear nuevos planes, elaborar un nuevo guión para atender cualquier variante en el desarrollo del combate, saber cuáles riesgos podrán asumir y cuales no; imaginar la manera de aprovechar los errores del rival y tener clara la lectura de la primera pelea para aprovecharlo en la segunda.
¿Lo conseguirán? Es imposible saberlo antes de la pelea. Los dos tienen una prueba mayor, los dos llegaron a territorio hostil, donde no alcanza con el buen manejo intelectual “afuera del ring”. Tienen que enseñar algo más “adentro del ring”. Esa es la conclusión: no sabemos si Abel Sánchez o Eddy Reynoso son capaces de ser más que lo que han sido hasta hoy.
Es un tema de estrategias, planes de pelea y posibles cambios al estilo habitual de sus dirigidos. Pero esa es otra historia. Algo que, en esta cuenta regresiva rumbo a Golovkin-Canelo2, analizaremos la próxima semana.