ARLINGTON, Texas -- Chris Arreola regresó al cuadrilátero de manera exitosa, al noquear en el tercer asalto a Jean Pierre Augustin, en la antepenúltima pelea de respaldo de la cartelera que se celebra en el AT&T Stadium.
Arreola despachó rápido a Augustin para ratificar sus palabras previas al combate en el sentido de que intentará regresar por una pelea de campeonato mundial de los Pesados, como ya hizo sin triunfo en tres ocasiones anteriores.
El réferi detuvo el pleito con 2:03 en el tercer capítulo, apenas segundos después de que Augustin, nacido en Haití, ya se había ido a la lona y con la mirada perdida, parecía ya no tener control de sí mismo.
Al principio, parecía que los dos años sin pelear le pasarían factura a Arreola, quien intentaba ser el agresor sin colocación o conexión. El méxicoestadounidense sufría para encontrar ritmo, mientras que Augustin comenzaba a meter golpes al rostro que dejaban huellas en su rival, sin embargo, al sonar la campana del tercer asalto, Arreola conectó un zurdazo sólido a la mandíbula de Augustin, quien pareció salir dormido y casi cae a la lona.
Las piernas de Augustin temblaban, pero parecía que se recuperaba hasta que, con 1:33 en el mismo asalto, sí cayó al suelo con otro potente izquierdazo de Arreola, quien ya era dueño absoluto de la situación.
Unos segundos después, el réferi tuvo que detener la pelea, porque Augustin parecía estar en muy malas condiciones.
Benavídez vuelve con bríos renovados
David Benavídez pareció nunca haberse ido y mostró que es un campeón mundial en potencia.
Benavídez propinó una golpiza J’Leon Love en apenas 4:14 minutos de pelea y lo noqueó en el segundo asalto, a pesar de pelear por primera vez en 13 meses, después de su suspensión por consumo de sustancias prohibidas.
El púgil méxicoestadounidense soltó golpes con velocidad, potencia y precisión por doquier sobre Love, quien, como ya es costumbre, se quedó muy corto de las expectativas.
El réferi detuvo el combate al 1:14 del segundo round ante la explosión de la gran mayoría de los 47,525 aficionados que pagaron boleto en el AT&T Stadium en la pelea preliminar de Mikey Garcia y Errol Spence Jr.
Benavídez (21-0, 18 KOs) rápidamente comenzó a mermar a Leon (24-2, 2 KOs), quien se dio cuenta que debía cuidarse o su pelea sería corta.
Para el segundo episodio, el réferi tuvo que detener la pelea porque Benavídez golpeaba como adulto a un Leon que parecía niño.
Ahí terminó una pelea que pareció ni siquiera haber comenzado para Leon y en la que Benavídez mostró que tiene puños fuertes y que no fue casualidad el título mundial que consiguió a los 20 años en el peso Superwelter.
'Panterita' Nery, sin despeinarse ante Arroyo
El mexicano Luis “Panterita“ Nery demostró que va en serio por otro título mundial.
El ex monarca Gallo del Consejo Mundial de Boxeo castigó y noqueó a McJoe Arroyo en poco más de cuatro asaltos, sin realmente despeinarse.
Nery lució imponente, veloz, preciso y potente desde la campanada inicial ante un puertorriqueño cuya única virtud fue nunca corrió, pese a saber que sus esperanzas de ganar eran casi nulas. Arroyo nunca fue rival en realidad.
“Estoy feliz de empezar con el pie derecho aquí en mi debut en Estados Unidos y enseñar a todos que aún soy el mejor”, comentó Nery. “Voy a entrenar muy duro y espero que para junio tenga de regreso mi cinturón mundial”.
“Panterita” (29-9, 23 KOs), de 24 años, salió como león desde el primer asalto y correteó por todos los rincones del ring a Arroyo, quien aguantó los embates con combinaciones de ambas manos que parecían lastimar.
Arroyo siempre tuvo que caminar hacia atrás, aunque intentó contrarrestar la velocidad de Nery con algunos golpes hacia la partes blandas, los cuales eran insuficientes.
Cada vez que “Panterita” atacaba, arriba y abajo, conectaba con potencia sobre el veterano puertorriqueño.
El final parecía inevitable a favor del mexicano, con la única duda sobre cuánto aguantaría el rival ante tanto castigo. Incluso, en el segundo asalto, Arroyo pareció irse a la lona con un izquierdazo al hígado y con 33 segundos en el tercer episodio, Arroyo se fue al piso otra vez con otro potente zurdazo a la misma zona hepática, aunque se levantó para recibir más castigo en ese mismo agonizante round.
En el cuarto capítulo llegó la tercera caída del boricua, quien de cualquier manera seguía con su infructuoso intento antes de irse a la lona por segunda ocasión en el mismo asalto. El castigo del mexicano ya era mucho hacia el oponente.
Arroyo (18-3), de 33 años, salió para un posible quinto de 10 rounds pactados, pero a los 10 segundos, su propia esquina se rindió y pidió detener la pelea.
“Al final del día, aún estoy sano. Nunca sentí como que estaba mareado o algo así. Sólo fueron golpes muy fuertes”, señaló Arroyo. “Me caí, pero me levanté de inmediato. Creo que podía seguir.
“Tengo que respetar a mi rival. Este no es el final de mi carrera. Ya lo había visto pelear, pero me sorprendió su poder. Hoy fue su noche”, concluyó el puertorriqueño.
Gana Martin por descalificación
El estadounidense Charles Martin venció por descalificación en el octavo round a Gregory Corbin, también local, en pelea que había sido pactada a 10 asaltos en peso Completo.
“En realidad no quería pelear“, dijo Martin sobre Corbin. “Quería pegarme abajo y ver cuánto podía sacar de eso. Pude sentir que no se quería enganchar en una verdadera pelea de boxeo”.
A su vez, en pelea en peso Crucero, el estadounidense Marsellus Wilder se cansó más por subir al cuadrilátero que por noquear en medio round a su compatriota Mark Sanchez, quien parecía que lo que menos quería este sábado era pelear.