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Asi se completó la trilogía Alí-Frazier

Si la primera pelea fue la el choque entre dos superpeleadores invictos que llevó un combate histórico a cerca de 300 millones de hogares en todo el mundo, luego la historia se le entregó altibajos a las carreras boxísticas de Muhammad Ali y Joe Frazier.

Joe Frazier le infringió a Alí la primera derrota de su carrera en 1971 para eregirse como el único rey de los pesados. Pero ese reinado no iba a ser eterno como imaginaron muchos.

Frazier tuvo dos defensas más antes de perder su cinturón ante George Foreman en 1973. El 22 de enero en Kingston, Jamaica, Frazier iba a darle la oportunidad a otro campeón olípico como él y como Alí: el joven George Foreman, medallista de oro en1968 y que llegaba invicto con 34 nocauts en 37 victorias.

Si bien era un buen rival, Frazier era visto como un campeón dominante, pero Big George le dio una paliza terrible, derribándolo seis veces en apenas dos rounds, despojándolo de su corona.

Para Alí tampoco todas fueron buenas. Si bien después de la derrota ante Frazier tuvo un par de triunfos un cruce con Ken Norton en 1973 le había puesto la segunda marca al casillero de derrotas y lo que es peor la mandíbula rota. Seis meses después se vengaría de Norton, pero andaba buscando otra revancha...

Alí quería desafiar el título ahora en poder de Foreman. Pero entendía que para eso tenía que saldar su primera derrota, la de 1971 ante Frazier. Tres años habían pasado. Iban a volver a verse porque el odio seguía vivo, tanto que en una entrevista promocional, pocos días antes de la pelea y en un plató de los estudios ABC de televisión, Frazier reaccionó cuando Alí lo llamó ignorante y ambos terminaron enrollados en el piso en una pelea callejera.

El lunes 28 de enero de 1974, volvieron a medir fuerzas y esta vez el triunfo correspondió a Ali en una ajustada decisión en los puntos tras un espléndido combate que, sin embargo, quedó opacado ante los que abren y cierran la serie, simplemente porque en este no hubo título mundial en juego. Este combate, como el original de tres años antes se llevaron a cabo en el Madison Square Garden de Nueva York.

En 1974 Muhammad Alí recuperaría la corona de los pesados en la que muchos califican como su mejor versión. En Kinshasa, Zaire y ante 60 mil fanáticos que lo apoyaban incondicionalmente tardó sólo 8 rounds en destruir a Foreman, hasta ahí invicto en 40 peleas y 37 nocuts. Entonces Alí era nuevamente campeón del mundo, El Más Grande...

Luego de tres defensas exitosas llegaría el turno del último capítulo de la trilogía, el famoso ‘Thrilla in Manila’ de 1975.

Como dijimos, Muhammad llegaba como el campeón y Joe el aspirante, y ambos estaban en un punto alto de maduración: 33 y 31 años respectivamente. Y con el odio intacto.

Se disputó en Manila porque el presidente filipino, Ferdinando Marcos, se prestó a pagar los gastos para utilizar la pelea como herramienta propagandística. El nombre del combate (‘Thrilla in Manilla’ o ‘Suspense en Manila’) fue de nuevo obra del ocurrente Ali, que calentó los prolegómenos como nunca, tildando a su oponente de “gorila” y cantando una hiriente rima al respecto. “Él no sabe hablar, él no sabe boxear, él no sabe bailar”, disparó El Más Grande en la ceremonia del pesaje, que se realizó cinco días antes del combate.

Ali acusó en la balanza 101 kilos; su retador, 97,300 y el 1 de octubre de 1975 a las 10.45 de la mañana (para que se viera en horario central en los Estados Unidos) había 27.000 personas en el Araneta Coliseum de Quezon City, Manila para ver la pelea in situ y en lo que es considerado uno de los primero eventos globalizadores de la comunicación, fue televisada en directo a 62 países, entre los que se incluyó por primera vez en la historia a la Unión Soviética.

Tras intercambiar una cantidad de golpes increíbles, con Alí exhausto y el bueno de Frazier practicamente, Eddie Futch -el DT y casi un padre para Joe- no lo dejó salir en el último round. Frazier no volvió a dirigirle la pabra en su vida.

Alí declaró que nunca más pelearía con Frazier, que se sintió cerca de la muerte y que Joe era "el mejor boxeador del mundo, después de él".

Una trilogía que nos dejó una de las rivalidades más grandes del deporte mundial y tres peleas de lo mejor de la historia del deporte d elos puños.