Los Notre Dame Fighting Irish van por una nueva victoria y extender su buen momento cuando visiten a los Pittsburgh Panthers.
PITTSBURGH — Pat Narduzzi estaba bromeando. Al menos, en su mayor parte.
Cuando le preguntaron qué significaba que el número 23, Pittsburgh Panthers, recibiera al número 9, Notre Dame Fighting Irish, el sábado, el entrenador de los Panthers hizo unos cálculos y luego dio una respuesta un tanto irónica.
“Me encantaría perder por 103 o 110 a 10 en ese partido”, dijo Narduzzi. “Pueden ganarnos por 100 puntos, siempre y cuando ganemos los dos siguientes”.
Decir con naturalidad que no le importa que los Panthers pierdan por un marcador de videojuego es la forma típicamente peculiar de Narduzzi de quitarle presión a un equipo cuya temporada amenazaba con descarrilarse tras dos derrotas consecutivas a finales de septiembre.
Todo lo que Pitt ha hecho en el ínterin es ganar cinco partidos consecutivos con el quarterback novato Mason Heintschel, por lo que, independientemente del resultado en el Acrisure Stadium este fin de semana, los Panthers (7-2) pueden ganarse un puesto en la final de la ACC si derrotan al nº 14, Georgia Tech Yellow Jackets, y al nº 16, Miami Hurricanes, para terminar la temporada regular.
Una racha de siete victorias consecutivas con una media de casi cuatro touchdowns ha vuelto a meter a los Irish en la lucha por el Colle Football Playoff, aunque otro tropiezo probablemente los deje fuera cuando se dé a conocer el mes que viene la lista de los 12 equipos participantes.
Por esto, el entrenador Marcus Freeman se enfadó esta semana cuando recibió un mensaje de texto de un amigo que calificaba el encuentro con los Panthers como un partido “trampa”. Teniendo en cuenta el buen momento que atraviesa Pitt gracias a Heintschel y a una defensa que crea el “caos” que se ha convertido en el sello distintivo de Narduzzi durante sus 11 temporadas, Freeman no lo ve así.
“No es un partido trampa”, afirmó Freeman. “Es un reto. Es un reto real, un gran reto”.
También es la última oportunidad de Notre Dame para impresionar al comité de la CFP. Los Irish terminan con un Syracuse Orange plagado de lesiones y un Stanford Cardinal en reconstrucción. Un tropiezo contra un equipo de Pitt ansioso por demostrar que es digno del revuelo que ha generado en las últimas seis semanas podría ser perjudicial.
Love no es todo lo que necesitan
El corredor de Notre Dame, Jeremiyah Love, ha visto aumentar sus posibilidades de ganar el Trofeo Heisman en las últimas semanas. Sin embargo, aunque su campaña para el Heisman ha cobrado impulso, no es el único corredor que impulsa uno de los ataques terrestres más imponentes del país.
Los suplentes Jadarian Price y Aneyas Williams también están prosperando. Price tiene 95 acarreos, 598 yardas y nueve touchdowns por carrera, una recepción de touchdown y dos devoluciones de saque inicial para anotar. Williams también viene de su actuación más productiva en la universidad, con cinco acarreos para 72 yardas y su segundo touchdown del año contra Navy Midshipmen.
El coraje de Mason
El auge de Pitt ha coincidido con la sustitución de Eli Holstein por Heintschel a principios de octubre.
Todo lo que ha hecho Heintschel es superar las 300 yardas de pase en cuatro de sus cinco partidos como titular, con 12 touchdowns y cinco intercepciones. Aunque el perfil de Heintschel ha aumentado drásticamente en las últimas semanas, sus compañeros y entrenadores no están preocupados por que la atención se le suba a la cabeza. No hace mucho tiempo, Heintschel era solo un chico de high school del noroeste de Ohio que no tenía ninguna oferta de las cuatro universidades más importantes hasta que los Panthers se pusieron en contacto con él.
“Nunca he conocido a un estudiante de primer año que se prepare como un veterano de 10 años de la NFL”, aseguró el coordinador ofensivo Kade Bell. “Se prepara como si jugara aquí para los Steelers (Pittsburgh). Y le encanta, quiere mejorar y aprender. Lo que más me gusta de él es que muchas veces no comete el mismo error dos veces”.
Carr al mando
En un mundo del college football dominado por quarterbacks veteranos que se transfieren de una universidad a otra, el partido del sábado es una rareza: un partido con dos quarterbacks titulares de primer año.
Pero C.J. Carr podría estar por delante de Heintschel en cuanto a experiencia. Carr ha sido titular en los nueve partidos de Notre Dame esta temporada y, tras un comienzo lento, ha ido cogiendo forma. El nieto del exentrenador de Michigan Lloyd Carr ha superado la marca de las 200 yardas siete veces esta temporada y tiene 19 pases de touchdown y cuatro intercepciones, ninguna en las últimas dos semanas.
Manteniendo la perspectiva
La participación de Pitt en la clasificación de la CFP en cualquier momento de esta temporada parecía remota después de perder la ventaja en el último cuarto ante West Virginia Mountaineers y Louisville Cardinals a finales de septiembre.
Los Panthers se han recuperado hasta situarse en el puesto 23 de la CFP esta semana, y son muy conscientes de que podría ser una mera participación si no logran dar la sorpresa ante los Fighting Irish. Aunque se le está prestando bastante atención — el popular programa “College Gameday” de ESPN se transmitirá desde las inmediaciones del Acrisure Stadium por segunda vez en 20 años —, el dolor por el colapso de la temporada pasada, en la que Pitt comenzó con un 7-0 antes de perder sus seis últimos partidos, sigue fresco.
“Creo que el año pasado nos centramos demasiado en el rival, en el momento, en el partido, en el ambiente, en lo que ocurría fuera del estadio”, reconoció el receptor abierto de los Panthers, Kenny Johnson. “En realidad, somos nosotros. Somos nosotros los que estamos en el campo. Son nuestros 11 contra sus 11, y tenemos que salir a ganar”.
