El jugador de los All Blacks, Quinn Tupaea, ha revelado lo que pasó por su mente en el momento en que sufrió una lesión en la rodilla que puso fin a su temporada a manos de forward de los Wallabies, Darcy Swain, y dice que aún mantiene vivas sus esperanzas en la Copa del Mundo de 2023.
Tupaea recibió un golpe en un ruck por parte de Swain durante el primer encuentro de la Bledisloe Cup de 2022. La pierna del neozelandés fue forzada hacia adentro en la rodilla en un ángulo poco natural que lesionó el ligamento colateral medial y el ligamento cruzado anterior. Los escaneos posteriores al partido revelaron un daño extenso y Tupaea ahora se enfrenta a una cirugía, seguida de nueve meses de rehabilitación al margen.
En una entrevista con Jason Pine en Newstalk ZB, Tupaea brindó su versión de los eventos que llevaron a que Swain recibiera una tarjeta amarilla y posteriormente fuera sancionado por seis semanas. "Pensé que había ganado un penal. Escuché el silbato y luego sentí que un poco de fuerza golpeó mi rodilla desde un lado. Me había lastimado en la rodilla antes, así que sabía cómo se sentía y eso es fue lo que sentí... Lo supe de inmediato. De hecho, me dolió bastante y cuando me levanté para probarlo yo mismo, mi rodilla colapsó hacia adentro", expresó el neozelandés.
El centro de los All Blacks se someterá a una operación en los próximos días y luego estará nueve meses sin poder jugar al rugby, por lo que también se perderá toda la temporada del Super Rugby Pacific 2023. Sin embargo, el back de Nueva Zelanda ve posible su presencia en la próxima cita mundialista a disputarse en Francia.