Temblores, más sudor del habitual, esfuerzo al extremo y miradas al banco en momentos puntuales del juego. Todo eso pasaba entre Novak Djokovic y Taylor Fritz en la primera semi disputada en el Pala Alpitour de Turín, con motivo de las ATP Finals.
Ese es el momento que separa a los buenos jugadores de los distintos. Y Fritz al saque 5-4 30-30 en el segundo parcial tuvo la chance de ponerse set point. Esa situación nunca llegó. ¿Por qué? Supuestamente alguien gritó en la tribuna y sacó de foco al explosivo jugador de vincha. El revés a la carrera se quedó en la red y el estadounidense dejó caer su raqueta con signos de evidente bronca.
El desenlace es historia conocida. El serbio facturó el break y el juego decantó en un nuevo tiebreak. Una vez más cayó del lado de Nole que, de esta manera le ganó los seis partidos entre sí, con el plus de que apenas cedió dos sets. Mucho. Demasiado Djokovic.