Diego Schwartzman comenzó con éxito su camino en el Masters 1000 de Miami al superar a Yibing Wuen en sets corridos por 7-6 (1) y 6-1 por la segunda ronda, un triunfo muy importante no solo para seguir en carrera sino también para continuar con el proceso de recuperación de su nivel tenístico, algo que lo viene preocupando en el último tiempo.
El argentino no arrancó del todo bien, de hecho en el primer parcial estuvo con dos set point en contra con el marcador 4-5, pero logró plantarse y revertir la situación. A medida que él empezó a encontrar su juego, el chino decayó y los errores no forzados comenzaron a hacerse visibles. Fueron a tiebreak y allí el Peque jugó en un nivel muy alto.
Ya en la segunda manga, el porteño, que tuvo una visita especial días atrás, se mostró con soltura y no le dio ningún tipo de oportunidad al asiático de 23 años. Esta victoria sin dudas le da ánimo para seguir sacando adelante su bajón tenístico: se puede resaltar que se mantuvo en calma y los puntos largos los ganó. A su vez, en la charla pospartido con ESPN aseguró que está "muy contento" por cómo se sintió y por la manera en la que viene trabajando.
Con este triunfo, el actual N°38 del ranking ATP se aseguró meterse en la tercera ronda del Masters 1000 (en la primera avanzó como preclasificado) y ahora espera por Holger Rune o Marton Fucsovis, a quienes definió como "tenistas muy similares que juegan por abajo y muy duro".
Cabe recordar que después de haber quedado eliminado en la segunda ronda en Indian Wells, Diego disputó el Challenger de Phoenix y perdió en su debut frente al portugués Nuno Borges, quien luego fue campeón. En lo que va del año, el ex N°8 del mundo tiene un récord de 3-10 en torneos ATP.