La vida de Elina Svitolina (76ª del ranking WTA) dio un giro de 180° grados en los últimos años. La ucraniana estaba acostumbrada a los flashes en el mundo tenis. Fue 3° del mundo, ganó 17 títulos WTA y siempre daba pelea en las rondas decisivas de los torneos más importantes.
Sin embargo, su presente cambió su forma de pensar y vivir. Tiene una hija llamada Skaï junto a Gael Monfils y es muy consciente de la grave situación de su país con la guerra. Es por ello que, a sus 28 años está teniendo un segundo “renacer” en su carrera.
Este martes derrotó a Iga Swiatek (1ª) por 7-5, 6-7 (5) y 6-2 para ganarse un lugar en las semifinales de Wimbledon. Desde 2019 que no llegaba a esta instancia en ningún Grand Slam.
“La guerra me hizo más fuerte. Mentalmente, no tomo las situaciones difíciles como un desastre, Hay cosas peores en la vida. Simplemente estoy más tranquila. Por supuesto que quiero ganar. Tengo una gran motivación para volver a la cima. Pero creo que ahora soy una persona diferente”, comentó Svitolina.
“Son menos años los que tengo delante que los que tengo detrás. Ya no tengo tiempo que perder. No sé cuántos años más jugaré. Simplemente estoy feliz de poder traer un poco de felicidad a la gente de Ucrania”.
Y es que lo que está haciendo toma más valor con los datos sobre la mesa. El 15 de octubre del año pasado dio a luz y recién el 3 de abril de este año volvió a competir. Tan solo un mes más tarde, el 27 de mayo, ganó el título en Estrasburgo. Poco tiempo después hizo cuartos de final en Roland Garros y ahora le toca disfrutar en Wimbledon donde ya está en semifinales.
La final está a un solo paso. Par ello, deberá vencer a la checa Marketa Vondrousova (42ª).