El 1 de septiembre de 2018 Roger Federer dejó boquiabierto a Nick Kyrgios en un match de por la tercera ronda del US Open.
Cuando el suizo marchaba adelante en el marcador por 6-4, 6-1 y 3-3, el australiano intentó ganar su saque para pasar al frente del tercer parcial. Un poderoso saque y una devolución "blanda" dejó a merced de Kyrgios el punto que intentó cerrarlo con un suave toque cruzado.
No contaba con la reacción del suizo que corrió a toda velocidad, llegó con lo justo y pasó la pelota del otro lado del campo por el costado de la red para dejar a su rival parado y con una muestra de respeto ante tanta calidad que quedó reflejado en compactos y compactos.
Algo similar ocurrió con Holger Rune y con Quentin Halys en el encuentro que alberga la Philippe Chatrier de Roland Garros, también por tercera ronda. Con el match en 2-4 y 15-30 del segundo set y el servicio del francés se dio la jugada más esperada.
Como todo jugador local intentó un touch para acortar tiempos y hacer correr a Rune buscando energizarse en un momento desfavorable. Su rival no solo llegó sino que salió disparado a una nueva reacción que le daba el juego. El resultado les sorprenderá.
Levantó el dedo índice, recibió un baño de aplausos (siendo visitante) y sonrió sin poder creer su propio disparo. Casi con seguridad será recordado como el tenista que emuló a Federer con "el tiro imposible".
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