Gustavo Fernández sabe que es historia viviente del tenis adaptado. Su cosecha de títulos de Grand Slam probablemente se detuvo en uno de los picos de su carrera pero, al mirar para atrás, se sentirá un privilegiado de ser un campeón de Roland Garros.
El cordobés levantó el trofeo en 2016 y 2019 en singles y en 2019, junto a Shingo Kunieda, también en dobles demostrando que no hay superficie que se le resista.
En ambas definiciones tuvo que verle la cara al británico Gordon Reid y pudo resolver en sets corridos. Mientras en 2016 ganó por 7-6 (4) y 6-1, en 2019 lo hizo 6-3 y 6-1.
Sin embargo, París le sienta tan bien que llegó a otras dos finales aunque sin éxito. En 2017 estaba viento en popa y se dejó estar contra Alfie Hewett. No pudo mantener el 6-0 inicial y cedió por 7-6 (9) y 6-2. Y en 2018 Shingo Kunieda lo superó con parciales de 7-6 (5) y 6-0.
Para completar sus siete participaciones, "Gusti" se quedó dos veces en cuartos de final (2013 y 2015) y una vez en semifinales (2014) con un récord total de 11-5 en París. En dobles también tiene dos definiciones truncas en compañia de Nicolas Peifer (2014 y 2015).