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Federer se reencontró con el césped en Halle

Después de 701 días, Roger Federer (8°) volvió a jugar un partido en la superficie que mejor le sienta: el césped. Tras bajarse de los octavos de final en Roland Garros, el suizo arribó a Halle con la intención de buscar su 11° trofeo en el ATP 500. Además, lo usará como preparación de cara a Wimbledon, el gran anhelo de Su Majestad. El comienzo no pudo haber sido mejor. Sin sufrir quiebres, derrotó a Ilya Ivashka (90°) por 7-6 (4) y 7-5 en una hora y 36 minutos de juego.

En la próxima instancia, el ex número 1 del mundo chocará frente a Felix Auger-Aliassime (21°) que derrotó a Hubert Hurkacz (17°), este martes.

Luego de lograr la victoria contra Ivashka, el suizo alcanzó los 188 triunfos en hierba y, de esta manera, se sigue alejando de los 186 que logró Jimmy Connors, quien ocupa el segundo lugar en este rubro. Teniendo en cuenta a los jugadores en actividad, los que le siguen a Roger son, nada más y nada menos, que Andy Murray (124°), con 107, y Novak Djokovic (1°) con 95.

El último encuentro que había disputado Federer en césped fue contra Djokovic en la inolvidable final de Wimbledon 2019, donde el serbio, salvando dos match points, logró quedarse con el título tras un 13-12 en el quinto set. Pensando en el Grand Slam británico que asoma, el de Basilea fue claro y optimista: "Mis expectativas para Wimbledon son altas. Estamos todos los jugadores en el mismo barco, los demás tampoco jugaron en césped en los últimos años. Si no funciona Halle, tengo otra semana más de práctica".

Los sueños de, para muchos, el mejor jugador de todos los tiempos están depositados en el All England. Nadie le quita la ilusión de consagrarse allí por novena vez en su carrera (es el máximo campeón). A los 39 años, el suizo irá también en la búsqueda de su 20° trofeo sobre dicha superficie en la que es el máximo ganador de todos los tiempos, superando a Rod Laver (14) y Ken Rosewall (11).