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Mario González: el sueño americano de un juez de boxeo

Mario González es uno de los mejores árbitros del boxeo argentino. Estuvo casi dos años sin trabajar en el país, porque decidió marcharse a la ciudad de Nueva York con un sueño que, ahora, es realidad. Ser profesional en los Estados Unidos.

“Todo empezó hace más de dos años, en un charla informal con Daryl Peoples, el presidente de la IBF (Federación Internacional de Boxeo), de la que ya era referí. Le dije que mi sueño era alguna vez llegar a trabajar en los estados Unidos y él me animó a intentarlo. Y tenía razón, porque si uno se queda soñando sentado, las cosas no llegan por arte de magia”.

González nació el 2 de abril de 1964 en el porteño barrio de Monserrat, Buenos Aires. Practicó boxeo durante dos años en los 70 en el ya legendario gimnasio del Luna Park. Estuvo a las órdenes de quien fue un excelente boxeador, Esteban “Tirití” Osuna, que alguna vez además de haber sido campeón argentino y sudamericano le hizo un gran combate al propio “Mantequilla” Nápoles. “En esa época nos rozábamos con grandes figuras y campeones, hasta que decidí que lo mío era ser referí y a eso me dediqué. Hoy eso me parece un sueño hermoso”, afirma.

Debutó como árbitro amateur en el 2000 y se hizo profesional en 2006. Entre otras importantes peleas, fue el tercer hombre en Moruti Mthalane KOT Akiro Yaegashi en Japón (2019, título mosca IBF) o Sunny Edwards GP Jayson Mamma (Dubái, 2021, titulo mosca IBF), ambas transmitidas por ESPN KNOCK OUT.

Uno de sus últimos combates de importancia internacional en Argentina fue cuando Gustavo Lemos le ganó a Lee Selby en el Luna Park, cuando proclamó la victoria del argentino por nocaut técnico en abril de 2013.

El camino de González en Nueva York

Para llegar a ser árbitro de la Comisión Atlética de Nueva York, González debió sortear unas cuantas barreras, incluyendo, como es lógico, la codiciada Green Card y la de Social Security para luego intentarlo. “Es cierto, no fue nada fácil, porque debí pasar exigentes exámenes médicos, tuve que presentar toda la lista de mis actuaciones publicada en BoxRec incluyendo las peleas de títulos mundiales. Además, tuve que ser recomendado por gente importante del boxeo. Se cumplieron todos los pasos y aquí estoy, gracias a Dios, esperando mi debut en Nueva York”.

Cuenta Mario González que aprendió mucho de un referí argentino, Raúl Ilvento, que “me enseñó todo” y que siguió de cerca, todo lo que pudo, a Joe Cortez y Richard Steele. “Tengo 41 peleas de títulos mundiales masculinos y femeninos, incluyendo títulos regionales y otros. Llevo 326 peleas profesionales según BoxRec. Todo el proceso fue muy largo y exigente, pero aquí estamos…

Es bueno aprovechar su experiencia para repasar algunos detalles que siempre hay que refrescar. De ahí la pregunta:

¿Cuáles son las principales diferencias de ser referí en Nueva York y Argentina?

Estos son algunos temas:

Cuenta de pie. “Solamente en Argentina se permite contarle a un boxeador estando de pie, de acuerdo con el criterio del árbitro. En todo el mundo, no solo en Nueva York, no se cuenta hasta que hay caída efectiva. Creo que eso se va a modificar ahora en Argentina. Sucede muchas veces que la cuenta de pie solamente logra darle un respiro a quien está sufriendo castigo. Es alargar la agonía, porque se le permite recuperarse para que luego siga recibiendo castigo”.

Pérdida de protector bucal. “En Argentina, la pérdida del protector bucal (algunos lo escupen) interrumpe la acción. En cambio, afuera se lo repone cuando se produce una pausa en la acción, por ejemplo si ocurre durante un intercambio de golpes. En alguno lados, de hecho, ni siquiera se lo limpia, aunque creo que no es lo mejor”.

Caída sobre las sogas. “Se cuenta cuando las sogas salvan a un boxeador de una caída, aunque quede de pie, porque era caída segura”.

VAR. “En Argentina se revisa una acción dudosa cuando hay transmisión de TV y de hecho, se termina la pelea en el mismo momento. Ahora, en Nueva York, por ejemplo, va a haber dos personas mirando únicamente la acción en un monitor. Si ocurre una situación que el referí no anotó, se hace la corrección. Por ejemplo: si él arbitro no le cuenta a un boxeador porque toma la caída como un resbalón, se puede corregir la situación si hubo golpe, lo cual modifica la puntuación, claro. Lo mismo puede pasar con un choque de cabezas. Siempre vale la decisión del referí, pero ayuda en situaciones confusas”.

Seguridad del boxeador. “Es un tema indiscutible: ante todo, se debe proteger al boxeador además de hacer cumplir los reglamentos”.

González sigue ligado al boxeo argentino, ya que está integrado a la Escuela Argentina de la Federación Argentina, dictando clases virtuales todos los jueves a las 21.30 (hora local) junto al encargado del tema arbitral, Gerardo Poggi. “Son para aquellos árbitros amateurs que quieren pasar a ser profesionales y el tema es de carácter nacional, o sea para todos lo que quieran participar en el país. También está muy ligado al tema Leonardo F. Bianchi, que es el hombre que maneja muy bien toda la reglamentación”.

Cuenta González que solamente conoce a dos referís hispano parlantes en la Comisión de Nueva York, Ricky González y Eddie Claudio y ahora se suma él. Pronto vendrá a la Argentina para la pelea entre el argentino Juan Javier “Titán Carrasco (20-1-0, 12 KO) y el ruso Zaur Abdullaev (19-1-0, 11 KO) para definir el primer lugar en el ranking ligero IBF, a realizarse el sábado 19 de octubre en Mendoza. El ganador será el retador obligatorio del campeón, Vasyl Lomachenko (18-3-0, 12 KO). González lo hará ya como árbitro de los Estados Unidos, porque esa es su actual licencia y por estar designado por la Federación Internacional. “Pero por supuesto sigo siendo muy argentino” afirma.

“Y feliz de poder colaborar con la escuela de la Federación Argentina a todos mis colegas. Y feliz porque aquel sueño de llegar a Nueva York ahora es toda una realidad. ¿Qué más puedo pedir?”