Andy Cruz destrozó en cinco asaltos a Mishiro para colocarse como rival del campeón Muratalla, con vista a una futura pelea con Shakur o Davis
La categoría de peso ligero parecía ser solamente de dos: Gervonta Davis (campeón AMB) y Shakur Stevenson (campeón del CMB) tras el retiro de Vasily Lomachenko. Sin embargo, poco a poco el cubano Andy Cruz ha pasado de ser una posibilidad a una realidad para tomar en cuenta en la división.
El fin de semana en Nueva York, el cubano de 29 años destrozó en cinco asaltos al nipón Hironori Mishiro (ranqueado número cinco de la FIB) en un combate eliminatorio. La pelea fue la exposición al mundo de las destrezas de Cruz en el pugilismo profesional. Se conocía de sobra su pasado amateur de oro Olímpico en Tokio y sus tres doradas en Campeonatos Mundiales, pero aún quedaba la duda si su transición al boxeo rentado sería exitosa.
Cruz enterró la típica escuela cubana que causa bostezos en los aficionados y decidió dar pasos adelante. Reflejó su inteligencia, rapidez en sus descargas y dejó claro el poder de su mano derecha, la cual es capaz de aterrizar al rostro de sus rivales a la velocidad de la luz. Mishiro parpadeaba y tenía el martillo de Cruz enviándolo a la lona. Hasta que el réferi se apiadó de él y detuvo las acciones.
Disputará el título contra Muratalla
Con seis peleas ya se ganó oficialmente el derecho de disputar el cetro absoluto de la FIB de las 135 libras que lo tiene Raymond Muratalla, tras el retiro de Lomachenko. Ese combate será la llave que tanto esperaba para sentarse en la mesa de los grandes de la división: Gervonta y Stevenson. Aunque podemos decir que el cubano ya es una realidad, será una certeza si acaba con Muratalla, quien está invicto en 23 triunfos con 17 nocauts.
“Siempre creo que puedo hacer más y me doy un 8 (refiriéndose a su última pelea). Vine buscando pelear con los mejores. Nada de lo que he logrado es casualidad”, confesó Cruz en conferencia de prensa, quien denotó tener las ideas claras de su futuro, pero al mismo tiempo pretende ir quemando etapa por etapa, disfrutando el proceso, que en su caso por el exitoso pasado, fue todavía más rápido que otros.
Además, su manejador Eddie Hearn fue contundente cuando reiteró el siguiente paso en la carrera del cubano: arrebatarle el título a Muratalla para luego buscar la unificación con Shakur Stevenson, siempre y cuando éste última derrote al ‘Camarón’ Zepeda, campeón interino del CMB.
Hasta el momento Cruz se presenta como la alternativa del boxeo latinoamericano para detener la fuerte y complicada ola de la división ligera. Su boxeo de alto nivel técnico, pero sin inhibiciones y esa serenidad de cazador con su derecha siempre lista para fusilar, lo convierten en una amenaza real.