Los viernes a la noche, Agustín es Mario "El Pibe" Peralta. Lo espera en un ring Jacinto "El Negro" Ortega. Y con los guantes puestos, "El Pibe" y "El Negro" pelearán por ellos, por el honor, por el presente de uno y el pasado que comienza para el otro. En esa danza con gusto a vida, sabor a sangre y pasión con tersura de gloria -el boxeo- ambas historias pelearan, sabiendo que queda lugar para uno solo…
"El Negro" Ortega es Leandro Orellano.
"El Pibe" Peralta es Agustín Monzón.
Y el ring es el escenario de "Fájense". Una obra teatral adaptada libremente por Maxi Rofrano de un cuento de Abelardo Castillo, que además de haber poseído una prosa descarnada, fue hijo de un clásico entrenador de boxeo de San Pedro, Buenos Aires.
Rofrano es, además, el director de la obra. Se presenta todos los viernes a las diez de la noche en Espacio Callejón, en la calle Humahuaca 3759, a unas diez cuadras de la Federación Argentina de Box…
"Fájense" es un argentinismo que podría traducirse rápidamente como "peleen", imperativo llamando al combate.
Agustín Monzón es santafesino, se vino a la ciudad de Buenos Aires con el sueño de ser actor bajo el brazo y con solo 17 años -hoy anda por los 24- y es el nieto de Carlos Monzón, el excampeón mundial de los medianos. Ni más ni menos.
"Hice unas cuantas cosas como "Survivor" o doble de riesgo en series como "El Eternauta", o la vida de Guillermo Cóppola", dice Agustín. "Y también estuve en "Más respeto que soy tu madre" y hasta participé brevemente en la biopic de mi abuelo… Hasta que encontré esta obra, donde el teatro y el boxeo se cruzan. Y por supuesto, me encanta estar en ella”, agrega.
Es su primera experiencia con presencia de público instalado como en un ring side, cerca del ring (perdón… del escenario).
"Es una vivencia bárbara, sentís al público, de alguna manera se produce un ida y vuelta entre el actor y el espectador, es intransferible… Estamos trabajando a sala llena. Mi mamá (Silvia) vino a verme y se emocionó mucho, se mezclaron muchas cosas, muchos sentimientos, muchos recuerdos…", admite.
En la obra hay un promotor con pocos escrúpulos, un viejo entrenador con instintos paternales, un bandoneón sentimental, un cantor de barrio, dos relatores radiales y una historia en donde el sentido del honor se pondrá a prueba con los guantes puestos.
Un ring, luces que transportan y dan un tono de nostalgia, más una mezcla de confesiones, dolores y alguna esperanza, van definiendo el argumento y envolviendo a los personajes. Fabián Petroni, Santiago Lorenzo Martelli y Fede Milman, la música pertenece a Bruno Leichman, Guido Alemañy (entrenador) y Emilio César (coreógrafo) se ocupan del boxeo, mientras que Flor López es asistente de dirección.
El nieto de Monzón: ¿del escenario al ring de boxeo?
Monzón entrena muy seguido y hace guantes con su compañero de ring, Leandro Orellano. A su vez participa en un streaming, "Al borde del colapso", con otros tres conductores (Yas Gagliardi, Mati Porti y Valu Zapata) que estrena lunes y jueves a las 18.30 y se dirige a un público joven. Y entrena seguido… Mejor dicho, más que seguido.
"El boxeo te va absorbiendo, te empiezan a dar ganas de subir a un ring en serio, a ver qué pasa", dice."De hecho, tengo ganas de probar de aquí a fin de año".
Los youtubers son hoy una categoría que, tal vez influenciados por Jake Paul, se dejan tentar por los guantes de boxeo. Y no solo eso, sino que también llenan estadios.
"Le dan nuevos aires al boxeo, acercan un público nuevo. Y eso está bueno, el boxeo necesita renovarse", dice. Y sigue: "Será por los genes, no sé, pero voy a probar. Me hablaron de Rufus, el hijo del Chino Maidana, que también se prende. Estamos en los mismos kilos… Estaría bueno, ¿no?".
-Te sumo también, aunque él ya boxea con licencia, al nieto de “Ringo” Bonavena. ¿Qué te parece?
-Estaría bueno, va a estar bueno. No me voy a quedar sin probarlo, así que veremos… Para fin de año hablamos. Yo anduve por varios gimnasios, desde el de Gustavo Zacarías en La Plata, o el de la Casa del Boxeador, ahora el Bethania o la escuela de Ariel Chacal. De cada uno tomo algo. También he visto peleas de mi abuelo, que era un fenómeno, hacía todo bien en el ring, por eso fue lo que fue, ¿no? Pero yo soy yo, me gusta actuar, es algo que siento en mí. Mi abuelo también actuó, pero él fue primero boxeador. Bueno yo soy actor y puedo después boxear, ¿No te parece?
-¿Te pesa el apellido?
-Es lindo tenerlo, pero soy yo. Creo que es más una ayuda que una mochila. Nunca dudé de mi vocación de actor. Hoy estoy metido en la obra, claro, pero también -y mucho- en el boxeo y las dos cosas ocupan mucho lugar en mi vida. Por eso, el streaming me hace bien, me da una especie de cable a tierra. Pero el boxeo está ahí, y seguramente me voy a dar el gusto, ni lo dudes.
Escuchándolo, uno está al mismo tiempo frente al "Pibe" Peralta -ese que renace todos los viernes a la noche bajo las luces de un ring de decorado-, al nieto de Carlos Monzón y a Agustín, el de la sangre joven y determinada.
Esta sangre de campeón que lo lleva a enfrentar la vida con coraje, decisión y voluntad.
Como cuando está en un escenario. O en un ring.
