La consigna no ha sido sencilla: ¿Quiénes fueron los mejores campeones mundiales de boxeo que dio la Argentina? Para un país que ha sido rico con conquistas, la elección se complica, porque por un lado está el rendimiento de los campeones a la hora de defender sus coronas, por otro el gusto por el estilo pugilístico y también, a la hora de evaluar, la calidad de oposición que tuvieron. ¿Y ustedes qué opinan?
1. Carlos Monzón, el gran demoledor
Estableció un récord de 14 defensas exitosas, fue titular mediano unificado WBA y WBC y se retiró como campeón del mundo. Su nocaut ante Nino Benvenuti cuando obtuvo la corona en Roma (1970) está entre los más espectaculares. Santafesino, peleó en París, Copenhague, Monte Carlo, Nueva York, Buenos Aires y Roma. A favor: un estilo frío, práctico, que iba demoliendo rivales sin compasión. En contra: se cuestiona a muchos rivales porque no estaban en su prime. Sin embargo, se enfrentó a todos los posibles y no esquivó a ninguno.
2. Pascual Pérez, un mosca que pegaba como un liviano
Fue campeón olímpico en Londres (1948) y mundial en 1954. El primero de nuestra historia con una marca de 9 defensas exitosas, récord durante mucho tiempo en el peso mosca. Llamado "El León Mendocino", debió emigrar de la Argentina por un conflicto de sus manejadores con el Luna Park. Anduvo por el mundo, incluyendo Tokio, Tailandia, Venezuela o Filipinas. Se decía que aunque pesaba 50 kilos, pegaba como un liviano. Rápido de desplazamientos, muy combativo, el haber sido campeón olímpico le otorga una cuota de distinción.
3. Nicolino Locche, el intocable
"El Intocable" también ganó su corona en Tokio (1968) dando una lección de boxeo ante Paul Fuji, quien se vio obligado a abandonar ante el tremendo castigo recibido. Gran poder de convocatoria en el Luna Park, de una línea técnica defensiva que lo convertía en un showman, Nicolino era poco afecto -o mejor dicho muy poco afecto- al gimnasio. A favor de él está el hecho de haberle complicado la vida a campeones en actividad o excampeones como Ismael Laguna. Sandro Loppopolo o Carlos Ortiz. En su contra, se lo considera un producto exclusivo del Luna Park. Marcó un antes y un después en el boxeo argentino y podría haber hecho suya esa frase de Jack Johnson que reza: "Dios me hizo a mí y después rompió el molde".
4. Víctor Galíndez, sangre de campeón
Nacido en Vedia, Buenos Aires y criado en Morón, por lo que se lo llamaba "El Leopardo de Morón", fue dos veces campeón mundial medio pesado WBA, con 10 defensas exitosas. Perdió y recuperó la corona ante Mike Rossman, y se convirtió en el primer campeón mundial medio pesado en lograrlo. Su dramático nocaut logrado ante Richie Kates en Johannesburgo (1976) ya está en la historia: faltaba un segundo para que terminara el 15to y último asalto. Opacado por Monzón y sus constantes problemas con la balanza, pasó a la historia como un gran peleador, aunque en sus orígenes fue, ante todo, un estilista.
5. Santos Laciar, un obrero del ring
Cordobés de Huinca Renancó, tuvo 9 defensas exitosas en peso mosca y reinó también en súper mosca. Disciplinado, enérgico, con tremendas combinaciones al cuerpo, anduvo por Mérida, México -donde recuperó su corona ante Juanito Herrera-, Tokio, Miami, Reims, Grenoble, Marsala, Jeju (Corea del Sur), Maracaibo y Copenhague. Ganó su corona en Soweto, Sudáfrica, en 1981 y fue un ejemplo de profesionalismo y entrega.
Seguramente aparecerán los nombres que no figuran en la lista anterior: Marcos "Chino" Maidana, Juan Martín "Látigo" Coggi, Sergio "Maravilla" Martínez, Julio César Vásquez, Marcelo Domínguez, Juan Carlos Reveco, Lucas Matthysse y Omar Narváez -con un récord de 27 defensas exitosas en dos categorías, mosca y súper mosca-, entre otros.
Sin contar a otros favoritos como Sergio Víctor Palma, Uby Sacco o Gustavo Ballas (no agregamos más, puesto que la lista sería, si no, de los 40 campeones "regulares" sin contar interinos).
El tema es tan atrapante como diverso y, seguramente, es ideal para largas charlas de café.
No contamos por supuesto a Fernando “Puma” Martínez, ya que se encuentra en actividad. Otro tanto podría decirse de Brian Castaño, que ha anunciado varias veces su regreso. Y queda, eso sí, la satisfacción que aunque con más recuerdos que presente el boxeo argentino tiene suficientes nombres para la polémica y el aplauso, lo que no es poco.
