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Wilder y Fury, más que revancha, disputan la supremacía del boxeo

LAS VEGAS - Hacía muchos años que una pelea de pesos Pesados no causaba tanto interés en el boxeo como lo han hecho Deontay Wilder y Tyson Fury con su esperado desempate de este sábado en Las Vegas, donde van a disputar el campeonato del Consejo Mundial de Boxeo.

Una batalla de mucho significado y trascendencia, porque Wilder, a quien llaman ‘Bombardero de Bronce’, podría estar firmando su ingreso al Salón de la Fama con una victoria que le permita dejar atrás la marca de 10 defensas consecutivas del cinturón de peso Pesado que actualmente comparte con el legendario Muhammad Ali.

En Estados Unidos, la pelea será distribuida por ESPN y Fox Sports a través del pago por evento, mientras que en Latinoamérica será ESPN, a través del serial ESPN KNOCKOUT, la cadena encargada de la transmisión.

Pero Fury, un joven británico quien ha roto paradigmas y pronósticos desde que se inició en el boxeo profesional, está dispuesto a evitar la hazaña de Wilder para poder sentarse finalmente en el trono del boxeo mundial, consciente de que estará combatiendo durante 36 minutos, o menos, en un auténtico barril de pólvora lista para detonar en cualquier momento.

Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, opinó que esta pelea es la más grande de los pesos Pesados desde que Lennox Lewis y Mike Tyson se vieron las caras en 2002, pero Bob Arum, promotor de la cartelera, cree que esta pelea es tan grande como aquellas que protagonizó Muhammad Ali con Joe Frazier y George Foreman.

Pero así como es un combate significativo para el deporte, también es un enigma. Hay quienes dicen que si hay nocaut es para Wilder, y que si va por puntos es para Fury, pero nadie es capaz de garantizar un triunfo contundente para uno u otro, porque ya en una oportunidad se encargaron, de manera dramática, de confirmar que en el boxeo no hay nada escrito.

Wilder y Fury se enfrentaron en diciembre de 2018 y el resultado fue un empate. Deontay derribó en dos ocasiones a Tyson, y con eso le alcanzó para retener el campeonato verde y oro, pero al final fue el británico quien más rounds se echó a la bolsa y por eso hoy se lleva una buena tajada de las ganancias.

Los sueldos, estimados en cinco millones garantizados para cada uno, podrían elevarse a más de 25 millones con las ganancias del pago por evento, que no es poca cosa para dos hombres que están levantando la mano para colocarse como uno de los mejores libra por libra del mundo.

Las apuestas están parejas. Wilder, quien es hoy el campeón de peso Pesado con el mejor porcentaje de nocauts en la historia, con un 95.3 por ciento, paga apenas 100 dólares por cada 100 apostados, mientras que Fury, quien recibe la menor cantidad de golpes por round en la categoría, paga 100 dólares por la misma cantidad apostada.

Con un escenario como la MGM Grand Garden Arena como testigo, y miles de fanáticos a nivel local y global, el boxeo podría confirmar al nuevo rey de los pesos Pesados en una jornada histórica y llena de significado para el deporte de los puños.