MÉXICO -- La pandemia del coronavirus Covid-19 ha obligado a millones de personas a buscar alternativas para encontrar la forma de poder comprar alimento para sus familias, y el caso del excampeón mundial de boxeo Mario ‘Dragoncito’ Rodríguez no es la excepción, ya que al verse obligado a dejar su trabajo como entrenador, abrió una peluquería en su natal Guasave, Sinaloa, en busca del sustento.
“Fui campeón del mundo, pero tú sabes que los pesos chicos en el boxeo no ganan mucho dinero, y saqué para sobrevivir en ese momento”, confesó Rodríguez, quien se consagró como campeón Mínimo de la Federación Internacional de Boxeo en septiembre de 2012 venciendo en Sinaloa a Nkosinathi Joyi, y perdió en su primera defensa ante Katsunari Takayama.
“Me retiré en junio pasado, pelee en Los Cabos el 8 de junio y el día 11 mataron a mi entrenador ‘El Cachorón’ (Antonio Díaz), decidí retirarme porque siempre pensé que con él me iba a retirar y lo hice. Después de eso empezamos a entrenar boxeadores con el hijo de mi entrenador Agapito Díaz, y en eso estábamos en el gimnasio que está en el Auditorio Péimbert Camacho, pero lo cerraron por lo del coronavirus y tengo ya unos días sin trabajar y uno tiene que sacar para la comida, así que por eso abrí lo del corte de cabello”, explicó Mario en charla con ESPN.
El sábado pasado, Agapito subió a las redes sociales una foto de Mario donde invitaba a la gente a cortarse el cabello. El corte cuesta 50 pesos. “Desde hace años me cortaba yo el cabello, primero con un rastrillo, luego con tijeras, luego me compré una maquinita y ahí anduve haciéndole al loco. Aprendí y empecé a cortarle el cabello a los plebes de la colonia, les decía que me dejaran cortarles el cabello gratis, para que yo aprendiera, y la verdad que nunca trasquilé a nadie, me dicen que tengo talento”, contó ‘Dragoncito’, quien hasta la mitad de semana llevaba siete cortes. El local de Mario está en la Calle 5 del Fraccionamiento Delicias en la colonia Lomas del Mar en Guasave.
“En el gimnasio entrenamos entre 50 y 80 muchachos, no cobramos, pero tenemos cinco peleadores profesionales, unos cuatro amateurs y el resto van a practicar deporte, damos clases gratis siempre y cuando lleven unas vendas”, recordó Mario (23-18-5, 15 Ko’s). “Tengo 31 años, me siento bien, pero ya no quise pelear porque siempre pensé que la lealtad es primero, y siempre dije que iba a estar con mi entrenador hasta que yo o él decidiéramos, y después de que falleció, dije que como boxeador hasta ahí iba a llegar, pero empecé formalmente como entrenador, yo antes ya le ayudaba, ojalá que pronto salga un campeón mundial, mientras aquí le cortamos el cabello a quien quiera”, sentenció.