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¿Es el ascenso boxístico del YouTuber Jake Paul verdadero o un espectáculo?

DEWEY COOPER INGRESÓ al gimnasio Bones Adams Boxing de Las Vegas un día del otoño pasado. El exboxeador profesional, kickboxer, y que ha fungido durante largo tiempo como entrenador de golpeo hizo acto de presencia para servir como árbitro de una sesión de sparring de Jake Paul, el popular YouTuber convertido en aspirante a pugilista.

Cooper ya había visto a Paul hacer sparring, quedando gratamente impresionado. Sin embargo, en este día Paul se enfrentaría a un veterano kickboxer rumano, a quien Cooper creía "demasiado agresivo y experimentado" para el joven de 23 años.

Paul derribó al kickboxer con un sólido derechazo y le hizo daño reiteradamente, aplicando distintas combinaciones. Cooper se convenció: Paul no era el chiste que habían pintado los entendidos del boxeo.

"Creí que [el kickboxer] le causaría muchos problemas", afirma Cooper, quien ha entrenado a boxeadores de la talla de Jessie Vargas, campeón en dos divisiones, y el retador por el título del peso completo Carlos Takam; al igual que el contendor por la faja del peso completo de la UFC Francis Ngannou. "Y, vaya, fue una labor fácil para Jake ... Estuvo formidable allí. Y mucho mejor que un chico de internet con dos peleas de experiencia".

Pocas semanas después, el tren del alboroto mediático de Paul, el boxeador, partió de su estación. El influencer de las redes sociales noqueó al tres veces campeón del concurso de volcadas de la NBA Nate Robinson en la pelea preliminar de un importante combate de exhibición entre las leyendas del boxeo Mike Tyson y Roy Jones Jr., transmitido mediante el sistema "pago por evento". Durante la rueda de prensa posterior a la pelea, Tyson elogió a Paul ... junto a otros personajes similares a él.

"Mi ego dice muchas cosas; sin embargo, mi realidad es que ellos ayudan mucho al boxeo", afirmó Tyson. "El boxeo está en deuda con estos chicos. Le deben algo de respeto a estos chicos de YouTube ... Estos chicos hacen que el boxeo cobre vida".

Los deportes de combate siempre han caminado al límite entre la meritocracia y el ascenso basado en la popularidad. El boxeo se ha construido sobre las bases de las compras del sistema de "pago por evento" junto con los lucrativos contratos televisivos, gracias a los cuales la mercantilización puede impulsar a un peleador hasta alzar un título mundial. Paul es capaz de atraer más visualizaciones que prácticamente cualquier otro boxeador del planeta en estos momentos; sin embargo, Paul ostenta récord de apenas 2-0, sin un sólo combate contra un púgil legitimo. Su primera pelea fue contra su colega AnEnsonGib, otra personalidad de YouTube.

El próximo rival de Paul será el retirado luchador de artes marciales mixtas Ben Askren, quien fuera campeón de las promotoras Bellator y One Championship, aparte de disputar tres peleas en la UFC en 2019. Askren fue dos veces campeón de la NCAA y atleta olímpico de lucha libre. Cuando Askren suba al cuadrilátero para verse las caras con Paul este 17 de abril, será su debut en el boxeo.

A criterio de algunos, enfrentarse incluso a un exatleta practicante de deportes de combate representa para Paul ascender un peldaño, tanto a nivel competitivo como en su proceso de legitimación como boxeador. A pesar de ello, Paul no siente preocupación por dichas percepciones. Intenta transformar el boxeo, aprovechando el mismo atractivo entre las masas que disfruta entre sus millones de seguidores en redes sociales. De tener éxito, Paul podría revolucionar este deporte, al menos desde el punto de vista del mercadeo. Y, desde la perspectiva del público no existen desventajas para Paul, quien cosechará cuantiosos frutos económicos y alcanzará un nuevo nivel de popularidad, independientemente de lo que suceda en el cuadrilátero.

"Cualquier cosa que sirva para promocionar al boxeo, cualquier cosa que ayude a traer ojos nuevos a este deporte (un nuevo interés, un entusiasmo nuevo), debe ser apoyada", afirma Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), uno de los organismos sancionadores de este deporte.

Sin embargo, el boxeo no es un deporte que evoluciona rápidamente, y el plan de Paul de utilizar sus duelos en Twitter, rutinas cómicas en Instagram y titulares en medios internacionales para convertirse en la próxima gran estrella de la disciplina, conlleva varios riesgos. ¿Cómo puede encajar Paul en todo esto, considerando su estrellato y amplia cantidad de seguidores establecidos con anterioridad a su incursión pugilística?

Paul insiste en que alcanzará la cima de la montaña boxística.

"Realmente creo que me convertiré en el boxeador profesional más importante del mundo y en el boxeador profesional mejor pagado del mundo", afirma Paul. "Y ese es mi objetivo ... y no me detendré por nadie".


BJ FLORES CONOCIÓ a Paul hace año y medio. Paul, exluchador libre en sus años de secundaria, entrenaba con la leyenda del boxeo Shane Mosley en las montañas de la pequeña ciudad turística de Big Bear Lake en California. Flores, profesional del boxeo por 18 años que posteriormente se convirtió en comentarista de televisión, fue convocado como sparring. Flores sintió agrado ante lo que vio de Paul en cuanto a su habilidad atlética y capacidad para llegar justo a la mitad del cuerpo con sus golpes.

Flores y Paul lograron entablar una relación cordial. Pocas semanas del regreso de Flores a su residencia en Arizona, Paul le envió un mensaje, con la propuesta de mudarse a Los Ángeles para entrenarle a tiempo completo. Al inicio, Flores mostró resistencia; sin embargo, entendía la seriedad con la que Paul asumía la práctica del boxeo y el potencial con el que contaba. Adicionalmente, Paul "endulzó" la oferta en el aspecto económico. En diciembre de 2019, Flores se mudó a Calabasas, donde Paul preparó una habitación de su mansión con entrada privada. Pocas semanas después de la incorporación de Flores como entrenador, Paul se impuso en su debut boxístico contra AnEnsonGib.

Paul y Flores siguieron laborando juntos, pasando un tiempo en Las Vegas durante el verano del 2020 con la intención de que Paul acumulase asaltos de sparring contra boxeadores jóvenes de sólido nivel. Flores afirma que Paul entrena dos veces al día, prácticamente todos los días, y que invierte su tiempo en sesiones de análisis de video y exigentes carreras en lugares tales como el Cañón Red Rock y el Monte Charleston, joyas naturales del estado de Nevada.

"Nos mantenemos dentro de un programa estricto", afirma Flores. "No hay tiempo para bromear ni hacer payasadas ... No sólo se trata de un talento fenomenal; sino que se ha mantenido cabizbajo, fajado todo el año. Y está obteniendo unos resultados excelentes".

Sin embargo, las payasadas forman parte de la marca Jake Paul. El YouTuber ha creado su fama gracias a los chistes y bromas pesadas que recuerdan mucho al programa "Jackass", transmitido hace varios años por la cadena MTV. Y Paul ha trasladado su actuación a los deportes de combate. Durante una semana en diciembre pasado, hizo una sátira de la promoción del excampeón de la UFC Conor McGregor, con un cigarro en la boca, y se montó sobre una camioneta para atacar con balones de agua a Dillon Danis, amigo y compañero de entrenamientos de McGregor. Paul tiene a McGregor y Danis en su lista de tentativos oponentes futuros.


SI BIEN ES CIERTO QUE LAS TRAVESURAS DE PAUL le han generado titulares y una enorme legión de seguidores, entre quienes se incluyen más de 20 millones de suscriptores en YouTube, las repercusiones que dichas excentricidades han tenido sobre su reputación boxística han causado desagrado entre los puristas del boxeo.

"Se están burlando del boxeo, ¿entienden?", expresó Claressa Shields, boxeadora femenina número 1 "libra por libra" de los rankings de ESPN, al portal TMZ. "Lo digo, solo porque existen muchos boxeadores que merecen estar en esa tribuna, bajo el paraguas de Mike Tyson y Roy Jones, y que no tuvieron esa oportunidad ... Jake Paul se está ganando su dinero, está en lo suyo. Pero, aléjate de nosotros, los boxeadores de verdad".

El promotor boxístico Lou DiBella, con sede en Nueva York, cree que la incursión de Paul en el deporte pugilístico no lo cambiará de forma dramática, aunque si creará oportunidades dentro de él. A medida que el boxeo se ve frecuentemente perjudicado por contratos promocionales que evitan que los mejores se enfrenten a los mejores, un combate con la participación de Paul podría cambiar la forma en la cual se percibe esta disciplina deportiva, incluso atrayendo una mayor audiencia a los cuadriláteros.

"No creo que Jake Paul sea para el boxeo mucho más que una celebridad jugando al softbol de los famosos, o una celebridad en un partido de básquetbol de estrellas de la farándula", afirma DiBella.

Sin embargo, un hecho reconocido por el propio DiBella es que el público está dispuesto a pagar para presenciar una pelea de Paul. Y el boxeo es un negocio. DiBella vaticina que, de Paul y McGregor llegar a subirse al cuadrilátero, representaría una noche de "pago por evento" mucho mayor que la próxima batalla por el título de los pesos completos "multiplicado varias veces".

"Creo que, parte del apetito por todo esto puede estar relacionado con el hecho de que el público siempre verá a otros combatir como una gran forma de entretenimiento", afirma DiBella. "Y en este momento, cuando el boxeo es incapaz de presentar peleas que traspasen el ámbito de este deporte y alcancen estatus de evento con regularidad, está dejando un vacío llenado por estas exhibiciones, influencers de internet y giras de mayores".

Las estrafalarias peleas de exhibición han formado parte de la historia del boxeo durante más de un siglo, remontándose a las décadas de 1920 y 1930; cuando se producían discusiones que intentaban definir si el campeón boxístico de los pesos completos o el campeón del peso pesado de la lucha libre profesional (o un peleador de artes marciales tradicionales) era el hombre más rudo del planeta. El más famoso de dichos eventos fue el combate entre Muhammad Ali y el campeón de lucha libre profesional japonés Antonio Inoki, escenificada en 1976; aunque no se trató de una pelea boxística, sino de un encuentro con reglas mixtas. La mayoría de estas exhibiciones sirvieron de preludio a la aparición de las artes marciales mixtas en la década de 1990.

"[Los deportes de combate] no son un juego. No son partidos de baloncesto. No son partidos de hockey. Los peleadores intentan noquearse mutuamente. Formamos parte del negocio de las lesiones." Bob Bennett, director ejecutivo de la Comisión Atlética del Estado de Nevada

Lo que separa a Jake Paul del típico peleador de exhibición es la seriedad (o al menos, eso es lo que él afirma) de sus intenciones de convertirse en boxeador profesional. Cero exhibiciones. En comparación, su hermano mayor Logan tiene pautado para este año un combate pugilístico de exhibición con Floyd Mayweather, el cual se ha ganado las críticas y burlas de Jake, quien ha expresado a TMZ que su hermano no tiene posibilidades de imponerse en el cuadrilátero y que dicha pelea es "mala para el deporte".

"No puedes entrelazar a Jake y Paul", afirma Flores. "Son dos animales distintos. Logan se asemeja más a un embajador, un entretenedor y una figura de televisión. Jake es más peleador y ... es mucho mejor que Logan. Y se lo toma con mayor seriedad que Logan".

Paul desea incrementar la popularidad del boxeo. Sin embargo, afirma que otras figuras de este deporte deben hacerse más fluidos en el lenguaje digital para lograrlo.

"Entiendo TikTok, entiendo Triller, Snapchat, Instagram, YouTube, las historias de YouTube, publicaciones para comunidades en YouTube", dijo Paul. "Esas son cosas que, si le preguntas a una promotora, no entenderán qué ca----s son".

"Quiero que el boxeo se haga más famoso. Quiero que el boxeo crezca. Quiero que la gente tenga éxito. Quiero crear contenidos con otros peleadores. Quiero salir y pasar el rato con Anthony Joshua y hacer un video de YouTube sobre ello. Quiero pasar un rato con Tyson Fury. Quiero atraer más miradas. Pero Ryan García [el joven púgil de 22 años que cuenta con más de 8.4 millones de seguidores en Instagram y 822,000 en YouTube] es el único ca---- que parece entenderlo, y parece estar dispuesto a exponerse [en redes sociales] para crecer. Así que, podría tomarse un tiempo".

La aplicación de redes sociales Triller promocionó el combate Tyson-Jones Jr., promoverá la pelea Paul-Askren y tiene planeado auspiciar batallas similares en una sociedad con el rapero Snoop Dogg denominada "The Fight Club". "La razón por la cual Netflix entró al mercado y se comió el almuerzo de los estudios de cine, fue porque el sistema tenía 100 años y nadie lo retaba, ¿cierto?", expresó Ryan Kavanaugh, copropietario de Triller.

"Solía decir ... existen cinco porteros [en la industria del cine] y si no se dan cuenta de que han dejado las puertas abiertas, el sistema cambiará bruscamente a su alrededor. Y así fue. Pienso que aquí ocurre algo similar".

Kavanaugh dijo que era imposible señalar con precisión cuántas personas habían adquirido el programa encabezado por la pelea entre Tyson y Jones Jr. motivados por la presencia de Paul; sin embargo, las cifras parecen ser significativas. Kavanaugh indicó que el 27% de los televidentes que adquirieron la transmisión mediante el sistema "pago por evento" nunca habían comprado un evento boxístico, mientras que una cifra cercana al 40% no eran consumidores frecuentes de los deportes de combate.

"A final de cuentas, la gente quiere entretenerse", afirma Timothy Bradley Jr., ex campeón de boxeo que actualmente labora como comentarista de boxeo para ESPN. "No importa si es real o irreal, realmente eso no les preocupa. ¿Es boxeo de verdad? En absoluto. Te diré eso, en este momento. Pero, es una pelea ... Es una pelea".


SI BIEN ES CIERTO QUE COOPER apoya a Paul en sus esfuerzos, el entrenador sigue siendo firme creyente del sistema tradicional del mundo del boxeo. Un boxeador se construye a sí mismo, lenta y progresivamente, partiendo desde el rango más bajo; superando a otros púgiles con niveles similares de experiencia, hasta que llega el momento de aumentar las exigencias competitivas y participar en combates con potencial lucrativo.

"Todo lo que desean los verdaderos entusiastas del boxeo es ver a Jake Paul haciendo una verdadera carrera boxística", afirma Cooper. "Pelear contra boxeadores de verdad y madurar de esa forma. Nada de pelear con jugadores de baloncesto. Nada de pelear con actores ... Si sigues ganando [contra boxeadores de verdad], tenemos que saludarte en señal de respeto".

Sin embargo, ese no es el plan de Paul.

"No quiero volver a pelear, a menos que sea [un evento] masivo", expresa Paul. "Quiero que, cada vez que Jake Paul suba a pelear, exista una electricidad en el aire, que todos puedan sentir y que la gente se sienta obligada a sintonizar. Me voy a exigir, voy a conseguir al rival apropiado y me mantendré activo".

Y dichos rivales, a criterio de Paul, deben ser púgiles cuyos nombres sean reconocidos por el público, capaces de aportar sus propios elementos para promover la pelea.

"Para [complacer a] los puristas del boxeo, deberá combatir contra boxeadores de verdad", afirma Nakisa Bidarian, representante de Paul y fundador de la agencia BAVAFA LLC. "Y no digo que no vaya a suceder. Solo que, la idea de pelear contra prospectos boxísticos no forma parte de su plan para los próximos 12 meses".

Luego de haber noqueado a Robinson, Paul puso a flotar en sus redes una cantidad de nombres como tentativos rivales en el futuro. Sin embargo, la mayoría no eran boxeadores, sino peleadores de las jaulas. "Quiero subir a peleadores de artes marciales mixtas al ring boxeo y avergonzarles", indica Paul.

Askren fue uno de los objetivos inmediatos de Paul tras su victoria sobre Robinson. A medida que presenciaba el desarrollo de su proceso a través de las redes sociales, Askren creía que Paul y su equipo estaban simplemente escenificando una campaña publicitaria excéntrica. Askren no siente resentimiento por su futuro rival tras haber ejecutado dicha estrategia, ni siente ofensa alguna al ver lo que Paul aporta al mundo de los deportes de combate.

"¿Podrán algunos estúpidos ser engañados al creer que él es realmente bueno o algo así? Claro que sí", expresó Askren en diciembre pasado. "Solo porque algunos tontos en internet quieran creer una especie de mentira de cuento de hadas ... pues no sé. No veo por qué eso deba molestar a nadie".

Askren, a pesar de haber mostrado algunas habilidades boxísticas poco tradicionales en sus combates de artes marciales mixtas, representa un nuevo nivel de desafío para Paul. Caso contrario al de Robinson, que no tenía experiencia alguna en los deportes de combate, Askren ha sido llevado a ras de suelo por figuras tales como el excampeón de la UFC Robbie Lawler, quien usaba guantes de cuatro onzas. Adicionalmente, Askren ha entrenado durante varios años junto a luchadores de elite de la talla de Anthony Pettis y Tyron Woodley en el gimnasio propiedad del excampeón mundial de kickboxing Duke Roufus, ubicado en Milwaukee. Askren acaba de recuperarse de una intervención quirúrgica de reemplazo de cadera; sin embargo, estará presto a pelear en abril próximo. Se siente seguro de ello.

"Voy a acabar con este tipo", dijo Askren previo al anuncio oficial de la pelea. "¿Qué les puede hacer creer que Jake Paul es capaz de boxear de verdad? Se impuso a una estrella de YouTube y venció a un jugador de básquetbol".


EXISTEN VARIOS elementos disuasivos dentro del sistema, creados con el fin de evitar una tentativa tendencia de organizar combates atípicos. El boxeo, al menos en Norteamérica, se encuentra regulado y sancionado por comisiones atléticas estadales, tribales o provinciales; las cuales representan la última línea de defensa contra enfrentamientos desiguales o combates que puedan considerarse inseguros.

"Apoyo totalmente este fenómeno, siempre y cuando se apliquen todas las medidas de seguridad, porque el boxeo no es un juego", expresó Sulaimán, presidente del CMB. "Es un deporte de contacto, que es peligroso".

La pelea entre Paul y Robinson fue regulada por la Comisión Atlética del Estado de California (CSAC, por sus siglas en inglés). Aún no está claro si se llevará a cabo un combate Mayweather-Logan Paul y cómo sería sancionado. Ni la CSAC ni la Comisión Atlética del Estado de Nevada (NSAC) regularía dicho combate, según han afirmado fuentes.

Es difícil establecer un enfrentamiento contra Paul desde un punto de vista regulatorio, según indica Andy Foster, oficial ejecutivo de la CSAC. Colocarlo sobre un cuadrilátero contra una persona sin experiencia, como fue el caso de Robinson, sería sumamente peligroso para dicho oponente inexperto, según el criterio de Foster, quien preferiría que Paul asuma una filosofía boxística más tradicional una vez concluido el combate contra Askren.

"Entiendo el mercadeo que rodea esta pelea", afirmó Foster con respecto a los deseos de Paul de boxear contra un peleador de artes marciales mixtas. "No obstante, si deseas practicar boxeo de verdad, debes conseguir una forma para eventualmente ubicarte dentro de los rankings. La única forma de conseguirlo es pelear contra un portero en una división y vencerle".

Bob Bennett, director ejecutivo de la NSAC, fue objeto de fuertes críticas cuando permitió que McGregor hiciera su debut boxístico contra Mayweather en 2017. Bennett respondió que se sentía cómodo con su decisión porque efectuó sus trámites con debida diligencia. McGregor, según indicó Bennett, era el rival más joven y de mayor contextura. Por su parte, Mayweather no es conocido por su poder noqueador. Bennett afirmó haber visto videos de las sesiones de sparring boxístico de McGregor antes de tomar la decisión final, dándole visto bueno al combate.

Mayweather terminó imponiéndose por nocaut técnico en el décimo asalto; sin embargo, los primeros rounds mostraron cierta competitividad. Bennett dijo que, por los momentos, un enfrentamiento pugilístico entre McGregor y Jake Paul "no es una pelea aprobable para la Comisión Atlética del Estado de Nevada". El último combate de Paul fue en la división de las 181 libras, mientras que McGregor, por su parte, no ha ido más allá de las 170 libras y es excampeón de la UFC en las categorías de las 155 y 145 libras. Adicionalmente, a criterio de Bennett, existe una inmensa brecha que les separa en cuanto a experiencia en los deportes de combate.

"La Comisión Atlética del Estado de Nevada se encuentra plenamente consciente de la capacidad que tienen estos jóvenes para promocionarse y concretar peleas lucrativas", afirma Bennett con respecto a los hermanos Paul. "Sin embargo, somos conscientes de los enfrentamientos desiguales. La UFC, por ejemplo, hace una labor fenomenal [a la hora de definir sus peleas]. Enfrentan a los mejores contra los mejores".

"[Los deportes de combate] no son un juego. No son partidos de baloncesto. No son partidos de hockey. Los peleadores intentan noquearse mutuamente. Formamos parte del negocio de las lesiones".

Paul no está seguro de que sus seguidores decidan alentar a otros boxeadores de la misma forma que lo hacen con él; a pesar de ello, no se le escapa la idea de utilizar su plataforma en redes para generar interés en otras peleas. Cree que lo único que deben hacer todas las promotoras y el resto de los púgiles es parecerse un poco a él. Y si lo imitan, no habrá duda de que Paul cambió este deporte para siempre.

"La mayoría conoce [el boxeo]", dijo Paul. "Sin embargo, a mi audiencia le interesa más la charla basura, las historias, la emoción que se siente en la noche de la pelea, los atuendos. Ellos verán las entrevistas. La pelea es el producto secundario. Y obviamente, es lo que la gente sintoniza, y es lo que mantiene al público al borde de sus asientos".