Max Verstappen afrontará la decimonovena cita de la temporada liberado, algo que puede le hacer aun más poderoso, y con Red Bull a punto de sellar el campeonato de constructores
Una vez decidido el Mundial de pilotos a favor del neerlandés Max Verstappen (Red Bull) por segunda temporada consecutiva, la vida sigue en la Fórmula 1 con el Gran Premio de Estados Unidos, que se disputa este fin de semana en el Circuito de las Américas, donde el campeón comparece sin presión, pero con récords en juego y el título de constructores aún por finiquitar.
Resuelto el 'premio gordo' con la confirmación del reinado de Max Verstappen en el Gran Premio de Japón, en su segunda opción matemática de hacerse con su segundo título mundial, la Fórmula 1 pone el foco en lo que queda por dirimir, aunque parezca ya segundo plato.
El campeón neerlandés afrontará la decimonovena cita de la temporada liberado, algo que puede le hacer aun más poderoso, y con Red Bull a punto de sellar el campeonato de constructores.
Su doblete en Japón le ha situado con 165 puntos de ventaja sobre el segundo en la clasificación, Ferrari, y quedan 191 puntos en juego en las cuatro carreras que restan (Brasil incluye formato sprint). Si sale de EEUU con 147 puntos de renta, se asegura el título que no gana desde 2013, entonces con motor Renault.
Para impedirlo, Ferrari debe superar en 19 puntos a Red Bull el domingo y ni siquiera firmar un doblete y la vuelta rápida (44 puntos) le garantizan seguir optando al título, porque un tercer y cuarto puestos de Max Verstappen y el mexicano Sergio Pérez declinarían el campeonato de constructores (27 puntos).
En todo caso, Ferrari tampoco debe descuidarse porque la segunda posición no está asegurada. La 'Scuderia' cuenta con 67 puntos a su favor respecto a Mercedes. Más apretada se encuentra la lucha por el cuarto puesto, que se han ido pasando Alpine y McLaren. El todavía equipo de Fernando Alonso dispone de un margen de 13 puntos.
Checo Pérez, que el siguiente fin de semana corre en casa, marcha segundo en el Mundial de pilotos, un punto por delante del monegasco Charles Leclerc. El británico George Russell (Mercedes), a 46 puntos del mexicano, y el español Carlos Sainz (Ferrari), a 51, aun podrían ser, matemáticamente, subcampeones. También Lewis Hamilton, pero el heptacampeón está a 73 puntos del puesto que obtuvo en 2021.
Este año, el de Stevenage aún no ha ganado, el final de la temporada se acerca y lleva 15 campeonatos consecutivos (como Michael Schumacher en su día) sin faltar a su cita con un triunfo. Si consigue ganar alguna carrera, por ejemplo la de Austin, establecería una marca histórica.
Max Verstappen, en cambio, no se cansa de ganar este curso. Lleva 12 triunfos y está a uno de igualar el récord de victorias en una temporada que comparten los alemanes Schumacher y Sebastian Vettel. En el Circuito de las Américas se impuso el año pasado en uno de sus pulsos con Hamilton.
El de victorias no es el único récord que puede pulverizar; también el de puntos (lleva 365 y Hamilton llegó a 419), y el de la mayor diferencia con el subcampeón (le saca 113 puntos a Checo Pérez y Vettel aventajó en 155 a Alonso en 2013).
La actividad en la pista del COTA comenzará este viernes con los dos primeros entrenamientos libres. En el que abrirá el Gran Premio, se estrenará de manera oficial en la Fórmula 1 -efectuó test en Barcelona y Austria- el español Álex Palou, campeón de la IndyCar en 2021.
Además, tomarán parte en esos libres otros cuatro pilotos no oficiales: el ruso-israelí Robert Schwartzman (Ferrari), el estadounidense Logan Sargeant (Williams), el francés Théo Pourchaire (Alfa Romeo) y el italiano Antonio Giovinazzi (Haas).
Si la meteorología acompaña, la segunda sesión libre se extenderá media hora respecto a lo habitual (será hora y media) para probar los prototipos de neumáticos lisos de 2023 (sin marcar) y que Pirelli pueda afinar los compuestos antes de que los equipos tengan en sus manos las versiones definitivas.
Para el fin de semana, que será seco y soleado, Pirelli escogió los neumáticos C2 (duro), C3 (medio) y C4 (blandos).
Con esos juegos, en la carrera, los pilotos darán 56 vueltas al trazado de Austin (5.513 metros) para cubrir una distancia de 308,405 kilómetros. Es uno de los circuitos más desafiantes del calendario, ya que cada sector diferente al siguiente.