TAMPA -- Jameis Winston ha sido suspendido por los tres primeros partidos de la temporada regular del 2018 este jueves, una decisión que es el resultado de una investigación de siete meses respecto a un incidente por el cual el pasador de los Tampa Bay Buccaneers supuestamente habría tocado inapropiadamente a una conductora de Uber en marzo del 2016 en Scottsdale, Arizona.
"Antes que nada, me gustaría decir que lo siento a la conductora de Uber por la posición en que te puse. No es característico en mí y genuinamente pido disculpas", dijo Winston en un comunicado. "Pido perdón a mis compañeros, a la organización de los Buccaneers y fanáticos por defraudarlos y no poder estar allí por los tres primeros encuentros de la campaña.
"Aunque estoy decepcionado en la decisión de la NFL, comprendo el proceso de la NFL, y acepto esta oportunidad para aprovechar los recursos a mi disposición para ayudarme a conseguir las metas que tengo para mí mismo".
La suspensión de Winston sin paga es por violar la política de conducta personal de la liga, señaló la NFL en un comunicado.
El veterano Ryan Fitzpatrick, quien ganó en dos de los tres inicios que realizó el año pasado para los Bucs cuando Winston sufrió una lesión de hombro, iniciará en su lugar. Los Bucs abren la temporada de visita frente a los New Orleans Saints, el primero de tres duelos ante equipos campeones divisionales.
La liga comenzó la investigación en noviembre del 2017 cuando una mujer, quien se identificó como "Kate", dijera a BuzzFeed que Winston se estiró y tocó su entrepierna mientras esperaba comida para llevar en Los Betos Mexican Food a las 2 a.m. La gerencia del restaurante dijo a ESPN que no contaban con video de seguridad del carril para pedir comida para llevar.
No se levantaron cargos, pero la conductora sí interpuso una queja formal con Uber. Ella dijo a BuzzFeed que deseaba decir la verdad "sobre un hombre poderoso que se sintió con derecho a su cuerpo cuando lo único que deseaba era hacer mi trabajo". Uber confirmó a ESPN que los privilegios de Winston como cliente fueron revocados, pero Winston no notificó a la liga de la queja.
Winston negó los alegatos y dijo creer que la mujer se equivocó respecto al número de pasajeros y localización del automóvil. Su ex compañero en Florida State y actual esquinero de los Philadelphia Eagles, Ronald Darby, dijo también ser pasajero en el vehículo y corroboró la historia de Winston, que era que él y Winston estaban en el asiento trasero y había una tercera persona en el asiento al lado del conductor. Darby no identificó el nombre del tercer pasajero.
El abogado para Uber, John Clune, disputó el recuento de Darby, señalando que Winston era el único pasajero en el vehículo.
Clune también representó a Erica Kinsman, una estudiante que acusó a Winston de agresión sexual en Florida State en el 2012. El incidente fue investigado por la policía de Tallahassee, pero nunca se levantaron cargos. Winston no fue suspendido de la escuela ni disciplinado por el equipo de fútbol americano por el incidente. Winston fue disciplinado por un incidente separado, en septiembre del 2014, por pararse en una mesa afuera de la unión estudiantil de la universidad, gritando un meme de internet sexualmente explícito.
La acusadora de Winston en Florida State sí interpuso demanda civil en su contra, y él contrademandó. Las acciones fueron resueltas fuera de la corte en el 2016 y no se dieron a conocer los detalles. Florida State fue, no obstante, hallada culpable en una demanda de Title IX interpuesta por Kinsman gracias a su manejo del asunto. En enero del 2016, acordaron pagar 950,000 dólares, pero no admitieron responsabilidad como parte del acuerdo.
La liga había sido criticada por su lentitud en la investigación de Uber, con el propietario de los Bucs, Joel Glazer, gerente general Jason Licht, y head coach Dirk Koetter, señalando sentirse "frustrados" por la falta de movimiento, pero que han cooperado totalmente. Para mediados de abril, a cinco meses de iniciada la investigación, Winston todavía no había sido entrevistado por la liga, pero el equipo era cautelosamente optimista de que no se perdería tiempo de juego.