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Delfina Merino y los JJ.OO: "No podemos vivir al margen de lo que pasa en el mundo, pero era nuestro objetivo"

La delantera de la Las Leonas conversó con Mechi Margalot para ESPN.com y contó cuál fue su reacción al enterarse que no habrá Juegos Olímpicos en 2020, cómo vive la cuarentena, qué hace para pasar el tiempo, cómo se conoció con su novio -el jugador de fútbol Lisandro Magallán- y cómo será su futuro.

Su primera reacción tras la noticia de la postergación, fue el llanto. "Se veía venir. Lo fui pensando. Pero en el momento que me enteré, corté la llamada y me puse a llorar, un poco de la decepción. Ya sabía que iba a pasar, pero hasta que no pasa, tenés una lucecita de esperanza. No podemos vivir al margen de lo que pasa en el mundo, pero era nuestro objetivo. Se sacudió todo de golpe. Fueron un par de emociones que tuve que soltar. Después con el correr de los días me fui tranquilizando. Sé que es lo mejor, pero es un proceso interno", dijo Delfina Merino.

Es que la jugadora de Banco Provincia esperaba este año como nadie. Quería volver a estar al ciento por ciento después de un 2019 atípico con dos intervenciones quirúrgicas en su rodilla derecha que le impidieron disputar la mayor parte de los partidos. La primera fue en abril, y cuando creía que podría llegar óptima a los Panamericanos de Lima, otra vez su pierna le exigió una operación en junio. "Fue muy complicado y muy duro, pero me di cuenta de lo fuerte que soy de cabeza. Estuve muy fastidiada con el tema de la rodilla y con no encontrarle una solución. Me habían dicho que iba a volver rápido, y pasaba el tiempo y yo no mejoraba. Se me hizo muy cuesta arriba. Gracias a Dios tuve a mi familia, y también me pude ir a hacer parte de la recuperación en Holanda con Lisandro (López, su novio). Ir al gimnasio y después disfrutar con él que fue una energía distinta. Me ayudó mucho".

Sobre cómo conoció a su pareja, el jugador de fútbol actualmente en el Deportivo Alavés, Lisandro Magallán, la goleadora de la selección contó que el primer contacto lo hicieron en la Villa Olímpica de Río 2016, pero que sólo mantuvieron una conversación en ese encuentro. Luego del séptimo puesto de Las Leonas, él le escribió un mensaje para decirle que sentía mucho el resultado, pero ella "no quiso entrar en esa" porque estaba de novia. Un año más tarde, Delfina ya estaba soltera y decidió devolverle el mensaje justo cuando Licha había conseguido el título con Boca. Pensó: "que sea lo que sea, tal vez ni se acuerda quien soy, creí que no tenía chance de mantener una conversación ahora que era campeón. Pero respondió y empezamos a charlar", concluyó entre risas.

Todavía no le resulta posible pensar en su futuro. "No tengo idea cómo sigue esto, no sé cómo será lo que viene con Las Leonas o si me voy afuera, tampoco sé Licha qué va a hacer. Ojalá que a mitad de año podamos jugar el Metropolitano, tengo ganas de jugar con el club", expresó Merino.

Mientras tanto, la elegida Mejor Jugadora del Mundo en 2017, pasa el aislamiento en su casa de toda la vida, con su familia. Y parece ser un hogar muy organizado: "Nos turnamos para cocinar en la semana y el finde Gonzalo (el hermano) se porta con un asado. Esta cuarentena me está asentando muy bien en la cocina. Ya hice unas pastas a la carbona, un salmón, un pastel de papa". Además de pasar el tiempo en la cocina, Delfina Merino aprovecha para estudiar e intentar terminar las últimas cuatro materias que le quedan para recibirse de abogada en la Universidad de Buenos Aires.