Petra Kvitova (N°12 del ranking WTA) sigue escribiendo su nombre en la historia grande del tenis: campeona en dos ocasiones de Wimbledon (2011 y 2014) y ex número dos del mundo. En esta ocasión, con 33 años, se metió por primera vez en la final del WTA 1000 de Miami, al vencer a Sorana Cirstea (74°) por 7-5 y 6-4.
En la definición se verá la cara con, muy posiblemente, la mejor jugadora en lo que va de este 2023, como lo es Elena Rybakina (7°), quien dejó en el camino a Jessica Pegula (3°) por 7-6 (4) y 6-4. La kazaja buscará el título, que la dejaría como líder WTA en la race y le daría el Sunshine Double (viene de ganar Indian Wells).
Por el lado de Kvitova, disputará su final número 41, hasta el momento cuenta con 29 trofeos WTA y 11 definiciones perdidas. En esta ocasión, además de una nueva consagración en un torneo de alto calibre, buscará el triunfo que la deje nuevamente entre las 10 mejores tenistas del planeta.
Previamente a este certamen, la zurda y ofensiva checa había alcanzado los cuartos de final en Indian Wells, lo que fue la primera competencia 1000 de la actual temporada.
Sin dudas, la checa sigue cosechando numerosos momentos que la catalogan como una de las jugadoras en actividad con mejor trayectoria: a sus 33 años, además de todos los datos mencionados anteriormente, cuenta con más de 600 victorias en el circuito profesional.
Kvitova y Rybakina ya se vieron las caras en dos ocasione, estando el historial entre ambas igualado con un triunfo por lado: la ex número dos WTA se impuso en Ostrava 2022, mientras que Elena hizo lo propio en Adelaida 2023. Final abierta, con la kazaja como candidata.