La intermitencia no logra despegarse del tenista chileno Nicolás Jarry (34°), que este martes se metió en el barro en su estreno en el ATP 500 de Basilea aunque no le alcanzó para vencer al danés Holger Rune (14°), cediendo 6-4 y 7-6 (3) para registrar su undécima derrota en los últimos 13 partidos en el circuito.
La actual temporada del potente santiaguino debe dividirse en dos tramos, haciendo un corte a mediados de mayo, cuando alcanzó la final del Masters 1000 de Roma e inició progresivamente una caída en su rendimiento, la cual se originó a través de una infección de oído, fallando en sus respectivos debuts en Roland Garros, Wimbledon, Juegos Olímpicos, Montreal, Cincinnati, US Open, Pekín y Shanghai.
Pese a plantarle cara al juvenil nórdico, el dueño de tres títulos no logró sumar su 19° éxito en el vigente calendario, apenas el tercero en los pasados cinco meses, totalizando 11 aces, 87% de puntos ganados con su primer servicio y ninguna oportunidad de quiebre en 85 minutos en el cuarto turno de la IBW Court 1.
Por su parte, el ex número 4 del mundo, que recientemente reestructuró su equipo de trabajo, enfrentará en octavos de final al invitado local Dominic Stricker (258°), quien se cargó 6-4 y 6-4 al neerlandés Tallon Griekspoor (35°).