Gustavo Kuerten logró mucho en el ATP World Tour: desde levantar 20 títulos a nivel de tour y ascender al N°1 en el Ranking ATP hasta recaudar casi $ 15 millones en premios y convertirse en ídolo en todo el mundo.
Pero ahora, el jugador de 42 años puede llamarse a sí mismo uno de los Hombres del Año de GQ Brasil por segunda vez. En 2015, el tres veces ganador de Roland Garros fue nombrado Hombre del Año en la categoría de responsabilidad social. Este año, Kuerten fue honrado en la categoría GQ Icon.
Kuerten ha sido respetado durante mucho tiempo por sus esfuerzos en la cancha: después de su victoria en París en 2001, Brasil emitió un sello de correos de él con la Torre Eiffel al fondo. Pero Kuerten se enorgullece aún más de otros alcances de su legado: en el año 2000, la estrella fundó el Instituto Gustavo Kuerten para apoyar a los niños y los discapacitados.
“Estoy convencido de que tenía el privilegio, tenía condiciones que pocos tienen sin tener que hacer mucho más que dedicarme a mi misión”, dijo Kuerten a GQ Brasil. “Me da la certeza de que lo menos que puedo hacer es servir a estos 700 niños en el Instituto cada vez mejor”.
“La relación del brasileño es con el resultado, no con el deporte. Esto es cruel, deshumaniza al atleta. Si gana, es deificado, si pierde, es execrado”, dijo Kuerten. “El atleta tiene que regresar a un ciclo de existencia más normal. De lo contrario, la vida te lleva a un camino ficticio, superficial y finito”.