En condiciones normales, Mónica Puig hubiese estado esta semana en París, poniendo a prueba su codo derecho, operado al final de la pasada temporada. Pero no existe normalidad y no hay nadie en Roland Garros ahora mismo.
El COVID-19 ha puesto al mundo en aislamiento desde principios de marzo y obligó la cancelación de todos los torneos y giras de deportes profesionales en el mundo. Sin embargo, ha estado muy lejos de detener a la tenista puertorriqueña.
“No sé cómo me hubiese ido en Roland Garros y no he pensado mucho en eso”, reflexionó la jugadora, quien cayó a la posición 90 tras su inactividad de principios de temporada. “Lo que sí sé es que llevo dos semanas sin dolores en el codo cuando estoy en la cancha y eso es tremenda noticia. Tengo esa tranquilidad de que he podido entrenar sin dolor”.
Puig pasa tiempo de calidad con su familia en su hogar en Miami, pero se prepara para sugerir el próximo libro del ‘book club’ que organizó a través de las redes sociales. Además, completó sus estudios universitarios, interviene en unos episodios de Tennis Chanel y entrena a diario para su regreso a la actividad competitiva, con viejos y nuevos métodos de trabajo.
“Le di prioridad a los entrenamientos, pero también traté de tranquilizarme, de estar más centrada en mí, en lo que necesito, estar contenta y literalmente en paz”, dijo la tenista puertorriqueña. “La vida del tenis trae mucho estrés e incertidumbre y puede causar mucho caos dentro de la cabeza de uno”.
Puig es la única atleta latinoamericana en el Peloton All-Star Ride (ESPN, sábado 30 de mayo, 12:00 m ET; 9:00 am PT), un evento que reúne a varias estrellas de distintos deportes en un reto sobre la bicicleta estacionaria. La prueba le dio una oportunidad de regresar a una actividad competitiva y a la vez, disfrutar de unas de las actividades de entrenamiento que más felicidad le brinda.
“Siempre he sido amante de Peloton”, dijo Puig. “Hice la inversión en noviembre, de comprarme la bicicleta porque me gustan las clases interactivas. Le había dicho a mi agente que necesitaba ser parte de Peloton de alguna manera. Durante esta cuarentena me llegó la invitación de ser parte del All-Star Ride y de inmediato dije que sí. Me emocionó demasiado cuando me enteré que quien iba a dar la clase es mi instructora favorita, así que para mí fue un placer”.
No fue necesariamente en la arcilla roja de Roland Garros, pero Puig vio el reto como un regreso a algún tipo de actividad competitiva, algo que extrañaba más que la mayoría de sus pares debido a la cirugía para reparar el nervio cubital del codo derecho que le hizo perder el Abierto de Australia y la única parte de la temporada que se jugó en 2020.
“Fue divertido”, comentó. “Esto se trata de empujar tu cuerpo a nuevos límites. Y eso es lo que uno trata de hacer como atleta, empujar el cuerpo al máximo para conseguir un nuevo límite. Al final del día, bajarte de la bicicleta o salir de la cancha satisfecha con el trabajo porque diste lo mejor de ti. De esto es que se trata Peloton, y de eso es que se trata la vida también”.
El roster femenino del All-Star está integrado por la legendaria velocista Allyson Felix, la también tenista Victoria Azarenka, la golfista Morgan Pressel, la semifondista Collen Quigley, la gimnasta Kyla Rose, la leyenda del softbol Michele Smith y la entrenadora de basquetbol Dawn Staley.
En varones, participan, los ex jugadores de football americano Mike Grolic Jr., Booger McFarland y Kyle Rudolph, además del delantero de los Boston Celtics, Gordon Hayward, el nadador Matt Grevers y los golfistas Rory McIlroy, Bubba Watson y Justin Thomas.
Entre los competidores hay un total de 25 medallistas olímpicos, incluyendo a Puig, campeona de sencillos femeninos en Río 2016 y a Felix, cuyo botín incluye seis preseas doradas en cuatro Juegos Olímpicos. Además, hay una ganadora de Grand Slams (Azarenka), un dos veces campeón del Masters de Golf (Watson), un dos veces campeón del Super Bowl (McFarland) y el número 1 del golf (McIlroy).
“Fue un honor estar en ese grupo”, comentó Puig. “Somos mujeres bastante competitivas, todas fuimos al ‘ride’ diciendo que queríamos sacar lo mejor de una, ir al máximo, ser la número uno, así que la motivación estaba ahí. Muchas de las atletas que estábamos allí no han competido en mucho tiempo, así que para nosotros ir a competir fue como sacar esa garra, ¡ahhhh!, algo que necesitábamos. Queremos ganar. Fue buenísimo. Todo el mundo dio lo máximo y todos estábamos bastante sudados cuando terminamos. Todo el que lo vea se lo va a gozar”.
El evento consiste en dos clases de 20 minutos, con los instructores de Peloton, Alex Toussaint, en hombres, y Robin Arzon liderando la división de mujeres. El pedalista con el número de salida más alto (la combinación de la cadencia y resistencia) en cada uno de los dos juegos será declarado ganador de su división. Si los atletas profesionales participantes alcanzan colectivamente una producción (output number) de 3,000, Peloton donará un millón de dólares en comidas al Banco de Alimentos de la ciudad de Nueva York.
“Mi motivación era no ser la última”, agregó entre risas. “Pero hubo quien llegó y dijo: ‘yo vine aquí a ganar y voy a ganar’. Estaba contenta con dar lo mejor de mí”.
Puig ha incorporado la aplicación a sus entrenamientos físicos con miras a un pronto regreso a la cancha tras la cirugía y la cuarentena provocada por el coronavirus. Los resultados han sido notables, tanto en el aspecto físico como emocional.
“Me ha dado mucha fuerza, me ha ayudado mucho físicamente y me siento con más confianza en mí misma”, dijo. “Aparte, es mi forma más divertida de hacer cardio. Si tú me pides que tengo que correr 40 minutos o montarme y hacer Peloton por 40 minutos, elijo el Peloton porque las clases son muy divertidas, los instructores tienen mucha energía y te ayudan a sacar lo mejor de ti en cada clase. Cada vez que te montas en la bicicleta es una transformación de quien tu eres. Obviamente, tengo que adaptarlo y balancearlo con mis otros entrenamientos físicos y de cancha, pero me alegro mucho cada vez que mi preparador físico me dice que hay que hacer Peloton”.
“Como soy tenista”, agrego, “trato de elegir las rutinas que son ‘tabata’, que es el doble de trabajo por mitad de tiempo de descanso que estás haciendo. Para un tenista es importante eso porque los ritmos cardiacos suben muy rápido durante cierto tiempo del punto y en 25 segundos tenemos que bajar esa frecuencia”.
Irónicamente, la pausa más prolongada de una carrera profesional que comenzó en 2011 tiene a Puig bastante atareada. Además de entrenar a diario con un nuevo equipo de trabajo, ha recuperado tiempo con su familia, con sus mascotas y con varias de sus pasiones fuera de las canchas.
“En la cuarentena traté de dar prioridad a todo”, dijo. “Lo primero era recuperar mi codo y estar lista para cuando la temporada comenzara nuevamente. Otra prioridad era pasar tiempo con mi familia porque siempre estoy jugando y entrenando y fuera de casa especialmente mi papá … mi mamá es parte de mi equipo y me ayuda en muchas cosas. Pero mi papá tiene su negocio y no se puede escapar tan frecuentemente como mi mamá. Así que pasar tiempo con él con mi hermano y con las perritas eso era una prioridad bastante grande para mí”.
Puig también ha tenido tiempo para comenzar a pensar en lo que sería su carrera después del tenis. Para eso, completó estudios mediante un programa especial para deportistas en Harvard.
“Obviamente, he pensado mucho en eso, porque no tengo 18, 20 años, ya la carrera se me está achicando un poquito y tengo que ir pensando en lo que es mi próximo paso”, expresó la jugadora de 26 años. “Y gracias a las herramientas que me dieron en Harvard y las experiencias de la vida y el tenis, se más o menos lo que quiero hacer en un futuro. Ya tengo un proyecto que estoy maquinando por ahí con cosas muy grandes muy lindas y muy cercanas a mi corazón y también hablo con mi equipo de trabajo sobre el próximo paso. Pero todavía me quedan unos buenos años de tenis. Pienso en dar lo máximo dentro y fuera de la cancha y a la vez ir desarrollándome como una mujer de negocios”.
El club de lectura también la tiene en un ajoro, pues le faltan unas 50 páginas para terminar la novela que escogió en mayo. ¿Alguna recomendación de lectura?, le preguntó ESPN Digital.
“Todas las de Stephen King, particularmente ‘Misery’”, dijo. “El 1 de junio voy a anunciar el libro de ese mes, que es uno que quiero leer desde hace tiempo, pero estoy en una carrera contra el tiempo con el de mayo. Estoy leyendo bastante lentito en estos días”.