Sábado con aroma a viernes. Con un calendario totalmente alterado por la pandemia del coronavirus, el Masters 1000 de Roma recién define a los semifinalistas, en una versión especial del torneo, ya que la final se llevará a cabo el lunes y no el domingo, como es habitual para cualquier torneo. Se destaca el choque nocturno entre Rafael Nadal y Diego Schwartzman, mientras que temprano juega Novak Djokovic, el actual N°1 del mundo.
El enfrentamiento entre Nadal y Schwartzman es el 10° entre ambos en el circuito. El español, N°2 del mundo, tiene el récord de nueve títulos en el Abierto de Italia, en su aliada arcilla. Y se cruza con el argentino (15° en el raaking ATP), al que le ganó los nueve partidos oficiales, cuatro sobre cancha lenta.
Nadal, tras su inactividad de seis meses y medio, volvió en Roma y se mostró a pleno, como si nada hubiese pasado. Ganó muy fácil ambos partidos y ahora espera repetir contra Schwartzman, quien el año pasado cumplió su mejor tarea en este certamen, cuando llegó a semifinales. Esta vez, para repetir esa labor tiene que vencer por vez primera al de Manacor, nada menos.
El español está por 15° año, sobre 16 jugados, en los cuartos de final del Abierto de italia. Si vuelve a vencer al argentino, Nadal jugará el domingo una semifinal contra otro preclasificado, el búlgaro Grigor Dimitrov, N°22 del mundo, y el canadiense Denis Shapovalov (14°), en gran ascenso. Se midieron dos veces y en ambas se impuso el primero.
Más temprano en la jornada, Djokovic busca también un cupo en semifinales. A casi dos semanas de su dramática descalificación en el US Open, el serbio juega con el alemán Dominik Koepfer (97°), surgido de la fase clasificatoria. Se trata del primer duelo oficial entre ambos jugadores.
De avanzar, Djokovic se medirá en semi con el italiano Matteo Berrettini (8°) o el noruego Casper Ruud (34°). Ese duelo está empatado 1-1 y el único local en carrera quiere desequilibrar, ilusionado con poder eliminar el domingo al mejor del circuito. Claro que ese objetivo es muy auspicioso, pero aún falta para llegar hasta ahí.