El dominicano ha estado por debajo de las expectativas tras tres semanas de acción, a pesar de que los Mets viven un gran momento.
Los New York Mets han arrancado el 2025 con buen paso, ganando 10 de sus primeros 15 compromisos de la temporada, con un aporte que ha sido generalizado por parte de todos sus jugadores, habiendo múltiples héroes a lo largo del arranque de la campaña. Jugadores como Kodai Senga, Pete Alonso y Luis Torrens han sido fundamentales en el éxito del conjunto, mientras que en distintos tramos otros nombres han puesto su grano de arena para mantener a los Mets en competencia.
A pesar de eso, un nombre que no se ha escuchado con la frecuencia esperada, especialmente tras firmas un contrato por 15 años y 765 millones de dólares ha sido el de Juan Soto. El jardinero derecho de los Mets ha tenido unas tres semanas relativamente calladas, a pesar de que arrancó el año con el pie derecho, sin embargo, a pesar de estar disfrutando del beneficio de batear entre Francisco Lindor y Pete Alonso, al menos de momento, no se ha visto a Soto sacarle provecho a esto, especialmente luego de un 2024 en el que durante el primer mes de temporada fue el mejor bateador de su antigua escuadra, New York Yankees.
La pregunta se hace obvia, ¿debe preocupar este lento comienzo de Soto? La respuesta es no.
A pesar de lucir como un “lento” inicio, Soto mantiene algunos números que apuntan a que será cuestión de tiempo antes de que pueda batear de manera consistente, especialmente su porcentaje de embasarse (OBP) de .409, ligeramente más bajo que su OBP de carrera que es .421.
Al revisar las estadísticas de temporadas pasadas, se puede ver que este no es ni por cerca, el peor inicio de Soto en un año.
Por ejemplo, en 2023, como miembro de San Diego Padres, tras 15 juegos, Soto bateaba para .189 con OPS de .754, tres jonrones y siete remolcadas. Mientras que en la temporada 2019, en la misma cantidad de partidos y como parte de Washington Nationals, apenas bateó para .236 con OPS de .782, dos vuelacercas y diez remolcadas.
Fuera de ahí, Soto ha tenido sólidos inicios en casi todas sus campañas y aunque 2025 no sea el de mayor impacto, no está al nivel de los años antes mencionados. Lo más importante es que en cada uno de esos años pudo ajustar. En 2023, por ejemplo, Soto estableció la que hasta el año pasado fue su marca personal de cuadrangulares con 35 y remolcó 109 vueltas.
Ver al dominicano con promedio de bateo de .250, OPS de .794, un jonrón y cuatro remolcadas, para sus estándares, son números pobres, pero la realidad de que a pesar de eso se ha podido mantener embasándose demuestra que el lento inicio puede cambiar en cualquier momento.