Este reportaje es parte de la serie de ESPN Digital, “Los kilos mortales del Boxeo y las MMA”, que investiga las exigencias físicas a las que se someten los peleadores para cumplir con el peso divisional antes de cada pelea y sus consecuencias.
El profesor Raúl Robles es uno de los más respetados preparadores físicos del boxeo mexicano de alto nivel. A lo largo de su carrera ha estado detrás de la preparación de treinta y ocho campeones mundiales y su opinión sobre el tema pesaje genera expectativa.
Con Robles, entre otras cosas, ESPN Digital conversó sobre la necesidad de colocar reglas claras al catchweight, las ventajas y desventajas del segundo pesaje, el proceso alimenticio del boxeador antes de cada pelea, lo que mejoró y no mejoró en los controles tras la muerte de Oscar “Fantasma” González en el boxeo mexicano, así como la discusión sobre las 10 libras sí o no como frontera a la rehidratación.
También se refirió a la que considera su peor experiencia en el tema deshidratación: la derrota de Erik Morales en la segunda pelea contra Manny Pacquiao en enero de 2006.
LO BUENO Y LO MALO DEL SEGUNDO PESAJE
Raúl Robles considera que, desde lo humano, es un beneficio la realización del segundo pesaje antes de cada pelea. Sin embargo, acepta que hay diferencias en el sentido de que no todos se ven beneficiados. “No en todos los boxeadores el exceso actúa de igual manera, depende mucho de las características de cada uno. Pero debemos comprender que el pesaje es una protección para que uno de los rivales no suba demasiado ni le lleve tantas ventajas al otro."
Con relación a esas diferencias aludidas, Robles acepta que hay un problema de fondo que el boxeo no ha logrado resolver aún. Son las diferencias naturales de peso, que son utilizadas forzando el cuerpo para conseguir entrar en los límites de la categoría y después recuperarse en la rehidratación.
“Yo creo que se debe recurrir a especialistas y realizarse estudios muy profundos, porque, efectivamente, puede ser hasta peligroso. La mayoría de las tragedias en el ring, directa o indirectamente, han tenido allí su origen, debido al tema del peso, a forzarse, a llegar con un cuadro muy severo de deshidratación, del cual el boxeador no se repone y ello se refleja en el cuadrilátero, cuando empieza a sufrir castigo y se les va prácticamente toda su energía” alertó. “El problema es que algunos boxeadores entrenan para dar el peso y ese es un tema delicado que debe ser regulado”
Al respecto, Robles elogió como positivas las medidas que ha adoptado el CMB de chequear el peso un mes antes de la pelea y acompañar esa evolución mediante más de un pesaje previo a la pelea.
Sobre ello, le preguntamos a Robles como fue su adaptación a las nuevas normas en la forma en que prepara a sus pupilos.
“En mi caso ha sido al más alto nivel, porque en general son peleadores de elite, que está peleas muy grandes y debe ser cuidado en todos los niveles, porque cada boxeador que no tome cuidado en ese aspecto, puede exponer su vida”, dijo. “Para ello, estamos siempre rodeados de gente preparada, especialistas en cada área”
Raúl Robles, insistió, además, con la necesidad de supervisar en todo momento la preparación del atleta.
“Yo creo que un nutricionista es clave, pero debe ser un especialista en medicina deportiva, pero sobre todo boxeo, porque el boxeo es muy diferente a los demás deportes. Es un deporte de alto riesgo, un deporte donde todas las capacidades físicas entran en acción. Por eso es un punto muy importante saber lo que comen y creo que, de esa manera, con la preparación física y técnica no debe haber ningún problema”, consideró.
“Desgraciadamente no todos piensan igual, no se hacen las cosas bien y de allí viene toda la problemática del peso, como una bola de nieve, y faltando menos para la pelea se sale de su control, con la posibilidad de gravísimas consecuencias”, agregó.
LA DESHIDRATACIÓN DE ERIK MORALES ANTE PACQUIAO
A Robles le consultamos sobre algún caso donde uno de sus boxeadores haya tenido problemas de hidratación asociados a la preparación. En ese punto de la charla, aclaró que jamás tuvo problemas con la preparación, pero en sus recuerdos se mantiene presente su peor experiencia con la hidratación de un púgil.
Fue el caso de Erik Morales, en su segunda pelea contra Manny Pacquiao. "Su cuerpo sintió el esfuerzo, él estaba creciendo y le costaba mucho trabajo dar las 130 libras”, rememoró. “Erik es un boxeador, alto, de una complexión mediana y desde súper gallo, cuando peleó contra Marco Barrera, venía padeciendo con el peso corporal.
Ante Pacquiao, esa noche, Morales cumplió con la báscula, el problema vino después.
“No tuvo problemas para dar el peso, él siempre ha sido un gran profesional y tuvo el acompañamiento de un excelente nutriólogo como el Dr. Covarrubias. No hubo fallas en el boxeador, ni en la supervisión alimenticia ni tampoco en la preparación. Lo que ocurrió, simplemente, fue que su cuerpo ya no daba para ese peso y eso le afectó en la pelea”
Robles recordó que, como hoy se puede revisar en los videos de esa pelea, Morales fue ganando hasta el séptimo asalto de ese combate.
“Después del séptimo se le vino el mundo encima por esa cuestión, estaba deshidratado. Sin quitarle el mérito a Manny Pacquiao, más que los golpes, a Erik lo vencieron sus problemas para hacer el peso” aseguró. “Incluso el médico que lo chequeo dijo que él estaba bien, que solamente presentaba un alto cuadro de deshidratación”.
Al contrario de Morales, con Marcos Maidana, hubo que preparar un trabajo diferente, para fortalecerlo y hacerle ganar peso previo a su primera pelea contra Floyd Mayweather. El argentino no sufrió y se vio efectivamente más poderosos. Le preguntamos a Robles cual fue el secreto de ese campamento.
“Todo estuvo en la buena nutrición, los alimentos cumplieron una función clave. Hay que saber que comer y que trabajar para el musculo para lograr un balance entre ambas cosas para llegar al 100% y con (Marcos) Maidana pudimos hacerlo”
PESO PACTADO, DIEZ LIBRAS Y EL “FANTASMA” GONZÁLEZ
También a Raúl Robles le preguntamos sobre el drama del peso pactado (catchweigth) fuera del control de los organismos y su punto de vista sobre la necesidad o no de crear alguna norma que lo prohiba.
“Nunca pase por una situación de esas características, pero yo no estoy de acuerdo con ese tipo de prácticas, porque para eso están las divisiones con sus respectivos límites”, cuestiono. “Si eres campeón mosca, pues, debes pelear en 112 libras, en 50 kilos 800 gramos, no en 51 o 52, yo creo que aquí se le está faltando el respeto al boxeo en ese aspecto”.
“Hay boxeadores – siguió diciendo – que trabajan muy duro para dar cierto peso y no se me hace justo que por comodidad o por llevar ventaja se viole un reglamento, porque ya no se está peleando en esa división, ya no eres campeón de esa división, si no peleas en el peso que realmente te corresponde”.
Sobre la posibilidad de que un límite de 10 libras sea injusto con determinados boxeadores y como lo sugirió el ex campeón mundial se deba ampliar, por lo menos a 114 libras, Robles aceptó que le pueda asistir razón al costarricense.
Es posible que a él (Vázquez) se le dificulte, y, es verdad, hay boxeadores que no se reponen, o hay boxeadores que comen y absorben como una esponjita, suben increíblemente como en el caso de James Toney que aumentaba más de veinte libras, cuando no era peso completo, era peso mediano. Lo mismo sucede con Canelo que tiene una excelente rehidratación y se repone rápidamente”, dijo.
A su vez, a cinco años de la muerte de Oscar “Fantasma” González, que pasó 36 horas en coma luego de ser noqueado en una pelea a la que había llegado luego de bajar más de cuatro kilos en pocas horas previo a la fatal batalla, le preguntamos si en México, desde esa tragedia, se ha hecho lo suficiente para evitar que se repita.
“Infelizmente él (Oscar González) cayó en manos de las personas menos indicadas. Yo lo conocía, era muy buena persona y muy buen atleta, pero en su caso hubo negligencias, porque unos días antes del pesaje llegó a estar como seis kilos arriba, estaba bastante pesado y se forzó muchísimo para dar el peso en la balanza”, dijo. “Estaba en la altitud y, por cierto, fue doble el esfuerzo, más la deshidratación ahí estuvieron las consecuencias que desgraciadamente fueron fatales, perdió la vida”.
“Y claro – siguió diciendo - cada vez que hay una desgracia de esa magnitud siempre tiene que haber alguna reflexión sobre lo sucedido y buscar las causas, eso se hizo”, sostuvo. “Pero, infelizmente, en la mayoría de los casos esas cosas ocurren por lo que estamos hablando, la cuestión es el peso, que es el origen de todos los problemas”.