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Teófimo López y el sueño de un campeonato que sembrará esperanza

Pocos peleadores hispanos han dado de que hablar aún sin ser campeón del mundo como Teófimo López. Para muchos, este talentoso joven neoyorquino de sangre hondureña y española tiene todo para ser una próxima figura, y a él eso le gusta, porque por delante, más allá del éxito que ello representaría, quiere llevar un mensaje de esperanza a propios y extraños.

Teófimo Andrés López Rivera cumplió 22 años en julio pasado. Hace tres años representó a Honduras en los Juegos Olímpicos de Río y aunque quedó fuera a las primeras de cambio, sentó un precedente infranqueable con la nación que vio nacer a sus padres y que hoy trata de representar en el profesionalismo, donde tiene marca de 14-0 con 11 nocauts y está a punto de disputar por primera vez un campeonato del mundo.

Promovido por Top Rank, Teófimo tratará de consagrarse como el primer campeón mundial de boxeo en la historia del boxeo hondureño, lo cual sucederá este 14 de diciembre próximo cuando rete a Richard Commey por el campeonato Ligero de la Federación Internacional de Boxeo en el Madison Square Garden.

"Una de las cosas por las que yo me quiero coronar es por Honduras, yo quiero ser una esperanza para ellos, hoy tienen a un boxeador que aspira a ser campeón del mundo, y cuando lo logre pienso que les vamos a dar mucha esperanza de que mi pueblo puedo triunfar también", dijo Teófimo a ESPN hace unos meses, cuando ya se asomaba la posibilidad de ir por ese campeonato en las 135 libras.

La misión de Teófimo no es menor. Honduras no ha sido una nación que haya tenido grandes éxitos en el boxeo, pero sabe que está a punto de cambiar la historia, eso lo sabe la empresa Top Rank que se ha dedicado, a través de su líder Bob Arum, a promover los derechos de la comunidad latina en territorio estadounidense, y más porque saben lo importante que es que la fanaticada vea triunfar a los suyos y lograr sus sueños.

Teófimo, si bien nació en Nueva York, pertenece a esa nueva generación de boxeadores que pretende impulsar Arum en busca de renovar su relación con la comunidad hispanohablante que en el pasado le dio tantas y tantas alegrías como sucedió con Alexis Argüello en Nicaragua, Érik Morales en México y Miguel Ángel Cotto en Puerto Rico, sólo por mencionar algunos casos.

Aunque nació en Brooklyn, el desarrollo boxístico del joven prospecto comenzó poco después que su familia se mudara a Davie, Florida cuando tenía cinco años. Su padre fue boxeador en una etapa en su vida, aunque sus peleas comenzaron en la calle.

"Tenía seis años cuando comencé a boxear, básicamente lo he estado haciendo toda mi vida", relata Teófimo en su biografía en el sitio de la promotora Top Rank. "Mi padre iba al gimnasio solo para entrenar solo y siempre me llevaba con él. Tendría que irse y le decía al entrenador: 'Tengo que hacer algunas cosas y estacionar el auto, y volveré en 10 minutos'. Entonces, el entrenador me agarró y me hizo golpear las guantaletas y todo ... ¡Atrapé todo muy rápido! Creo que nací con eso. Luego, cuando mi padre regresó, me vio golpear las guantaletas y se sorprendió, como, "¡Ea!" Y fue entonces cuando se hizo cargo de entrenarme. Entonces se centró en mí".

Desde esa etapa de su vida, Teófimo Jr. participó en 170 peleas como aficionado, culminando con el campeonato de Guantes Dorados en el 2015. Dos semanas más tarde, participó en los clasificatorios del equipo olímpico de Estados Unidos y fue escogido como el boxeador más destacado del torneo, pero los reglamentos de la Asociación Internacional de Boxeo forzaron a que fuese echado a un lado a favor de Carlos Balderas, quien había lucido por el equipo estadounidense en el World Series of Boxing.

Eso llevó a López Jr. a representar a Honduras en Rio de Janeiro en el 2016 y ganar un mayor aprecio por el país de su padre. Eventualmente, tanto Balderas como López quedaron fuera de las rondas de medallas en Brasil.

"Yo sé que si llego a ser campeón, mucha gente en Honduras se va a inspirar y va a trabajar duro para lograr sus sueños, por eso es tan importante todo esto que estoy haciendo", añadió Teófimo, quien viene de ganar al japonés Masayoshia Nakatani en julio pasado en una eliminatoria para retar a Richard Commey por el cetro Ligero de la Federación Internacional de Boxeo.

Parte de esa influencia que ha tenido Teófimo en el boxeo profesional, aún sin ser campeón del mundo, se debe a su peculiar forma de celebrar en el ring, con bailes muchas veces inesperados y una que otra pirueta que ha sorprendido a más de uno luego de mostrar sus habilidades con los puños, y aunque ha recibido algunas críticas, no puede evitarlo, es su forma de ser.

"Muchos se enojan, pero es parte de lo que tengo para ofrecer en el ring, yo hablo, pero lo sostengo en el ring, cuando hablo, cuando celebro, es porque mi trabajo me ha respaldado y mi esfuerzo y el de mi padre que está conmigo en la esquina", puntualizó Teófimo, que por cierto aspira a enfrentarse a Vasiliy 'Hi Tech' Lomachenko en 2020.

Han sido pocos los peleadores de esa zona del continente que han dado de que hablar. Los nicaragüenses Alexis Argüello y Román González hicieron ya historia, de la misma forma en que su paisano Ricardo Mayorga y el salvadoreño Carlos 'Famoso' Hernández se ganaron un lugar con conquistas notables en su carrera, pero para Honduras, sin duda sería algo especial.

Si López es capaz de doblegar a Richard Commey este 14 de diciembre en Nueva York, entonces el deporte de Honduras habrá escrito un capítulo brillante en el deporte, pero para él, será simplemente la consecuencia de un sueño que ha trabajado desde hace más de 15 años con el respaldo y cobijo de su padre, y que le pondrá en los cuernos de la luna, justamente como es el sueño de millones de personas que van a suelo estadounidense.