<
>

Checo Pérez ya es histórico, pero ¿es el piloto más importante de la historia de México?

play
'Verstappen parece que no le quiere regalar nada a Checo' (1:00)

La lucha por el segundo lugar de la temporada arranca y para nuestro experto, tal parece que el actual bicampeón no piensa darle oportunidades a Sergio Pérez para llevarse la victoria en Austin ni en México. (1:00)

AUSTIN, Texas.- ¿Cómo definir quién es mejor si vivieron tiempos diferentes? ¿Cómo decir quién aportó más o es más valioso? ¿Qué lugar ocupa Sergio Pérez en la historia? ¿El piloto de Red Bull en la Fórmula 1 ya es el más importante de la historia de México?

Es muy complicado hacer un ránking en cualquier proceso comparativo entre atletas de eras distintas. Así pasa con el automovilismo mexicano, pero sí se pueden establecer parámetros que otorgan valor sobre otros.

En la historia del deporte motor en México hay grandes pilotos con cualidades y talentos de otra dimensión, algunos con triunfos principalmente en territorio nacional y otros que brillaron en el extranjero.

Entre los ídolos, principalmente, nacionales están Moisés Solana o Guillermo Rojas padre. No se les escatiman logros, incluso algunos en pista foránea, pero hay otro nivel arriba.

Para acabar rápido, ahora mismo sólo hay cuatro pilotos que pueden levantar la mano por alguna circunstancia para ser considerado el mejor, más ganador, más importante o completo.

La lista es muy sencilla: Ricardo Rodríguez, Pedro Rodríguez, Adrián Fernández y Checo Pérez.

EL MÁS TALENTOSO...

Ricardo Rodríguez fue un prodigio, un unicornio que vivió muy poco tiempo entre los mortales, porque lo suyo era de otra dimensión.

Un joven que deslumbró a Enzo Ferrari, que calificó segundo en su primer Gran Premio de Fórmula 1 arrancado, que estaba llamado a ser campeón de la categoría, seguramente el más joven. El pequeño de los Rodríguez se fue de este mundo muy pronto, a los 20 años, pero nadie osa compararse con él en talento nato, en velocidad pura.

El problema con Ricardo es que fue como un rayo, llegó, deslumbró, hizo un estruendo total en la sociedad mexicana de principios de los 60's que lo idolatró sin necesidad de redes sociales.

Su importancia es casi mitológica, ese Prometeo que desafió a los dioses, pero también ese Ícaro que voló tan alto que la cera que mantenía las alas pegadas a su cuerpo se derritieron antes de que pudiera ganar algo en la F1.

EL MÁS COMPLETO...

Así como Ricardo es inigualable, su hermano, Pedro Rodríguez es una especie con un sólo ejemplar.

Piloto de cualidades anfibias y un control en lluvia que todavía provoca crónicas inverosímiles fuera de México, donde era un ídolo.

Completo, porque corría bien cualquier vehículo con cuatros ruedas, sin dejar de mencionar que empezó en motocicletas.

Campeón mundial de marcas en el Campeonato de autos Sport con Porsche, pero también ganador de dos Grandes Premios de Fórmula 1, múltiples 24 Horas de Daytona y también campeón absoluto de las 24 Horas de Le Mans.

Rápido, aunque no se preocupaba por poner a punto un auto. No era necesario, él hacía rápido cualquier coche. Un híbrido que nunca tuvo el mejor de los autos y que compitió en una era donde había un fuera de serie en cada fila de la parrilla y donde morir era más fácil en carrera era más sencillo que recoger una bandera a cuadros.

EL MÁS QUE HIZO POSIBLE TODO LO QUE TIENE MÉXICO AHORA

Adrián Fernández no tiene el reconocimiento que debiera como leyenda viviente del deporte motor en México, porque se cree que era más talentoso fuera del coche que dentro de él.

Un ídolo que se hizo a sí mismo, cuya meticulosidad y pasión por el detalle lo hicieron el mejor piloto mexicano de la historia del automovilismo de autos fórmula en Estados Unidos y el mexicano más ganador y fundamental en Indycar.

Adrián fue subcampeón en una Serie CART donde la parrilla la formaban 28 leones como Juan Pablo Montoya, Michael Andretti, Helio Castroneves, Tony Kanaan, Gil de Ferran, Jimmy Vasser y por la que circularon otros como Nigel Mansell, Mario Andretti, Alex Zanardi, Emerson Fittipaldi, Greg Moore, Al Unser Jr. o Bobby Rahal.

Sin Adrián Fernández muy probablemente habría entrado al automovilismo Carlos Slim, ni el padre de Checo Pérez habría tenido los contactos para apoyar la carrera de su hijo. No habría Checo Pérez, punto. Pero no es sólo eso, Adrián ganó 11 carreras entre CART, Champ car e IRL en una trayectoria de 30 años en el extranjero.

Es el ídolo más carismático que ha conocido el automovilismo en México. Gracias a su popularidad alimentada en larguísimas sesiones de autógrafos y convivencia con sus fans, se lograron hacer Grandes Premios de CART en Monterrey y México, los cuales fueron los pininos de CIE, hoy promotor del Gran Premio de México de F1, en el deporte motor.

Todos los caminos llevan a Adrián Fernández de alguna manera, es el eslabón quien no dejó que sin los hermanos Rodríguez, el automovilismo mexicano se secará en el ostracismo.

EL MÁS GANADOR, EN F1, EL MÁS LONGEVO, EL MÁS IMPORTANTE

Llegamos, por fin, a Checo Pérez. Sergio es el piloto mexicano con más años, GP's y puntos en la Fórmula 1 en la historia. Campeón de Constructores con Red Bull en 2022 y posiblemente subcampeón mundial.

Cuatro triunfos, una pole position y dos veces cuarto en el campeonato forman su currículum. El tapatío ha tenido una carrera llena de resiliencia. De tardar 10 años en tener un auto capaz de ganar carreras, y aún así ganó una y 10 podios en autos de media tabla.

Su sorpresiva llegada a Red Bull lo puso en su lugar, sí, porque ahora con un auto de primera línea ha sido capaz de estar cerca y hasta superar en algunos GP's, al prodigioso Max Verstappen.

Checo Pérez no necesita que nadie arme un "caso" para defender su trayectoria, los números hablan por sí mismos. Es el mejor piloto mexicano en la F1, el más importante y el causante de una renovada fiebre por el automovilismo en México.

Si lograra ganar el GP de la Ciudad de México entraría a la categoría de ídolo, sino es que ya lo es.

Lo suyo no es ponerse la capa de héroe. Él es producto de trabajo y nunca darse por vencido. Su talento, manos y "control de tracción" interno para encontrar tracción sin desgatar neumáticos lo tienen en la categoría de especialista.

Por eso, Checo Pérez es sí, el piloto más importante en la historia de México.