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El carácter de Mac Jones prueba que el futuro de los Patriots está en buenas manos: Repetición Instantánea

Quienes consideramos que los New England Patriots pelearían por un boleto a Playoffs en 2021, probablemente nos equivocamos, pero en lo que parece que se acertó es en que Bill Belichick y compañía tomaron la decisión correcta al reclutar a Mac Jones como su quarterback el futuro.

Quizá no suceda en la actual campaña, pero los Patriots parecen ir en el camino correcto para volver a ser contendientes en 2022 de la mano de Jones.

En ocasiones, hay que ver más allá de los números y apreciar los intangibles para evaluar el desempeño de un quarterback y Jones, a quien los Patriots reclutaron como la selección 15 global del pasado draft, ha dado sólidas muestras de carácter para considerar que está listo para el reto.

En primera instancia, está el hecho de que ocupa el lugar del que varios consideran como el mejor quartertback en la historia de la NFL, al menos el más ganador, Tom Brady. En varias ocasiones, los jugadores veteranos tienen problemas para asimilar el contexto en el que reciben una oportunidad, ahora imaginen lo que un joven de 23 años (22 al ser reclutado cinco meses antes) debió sentir cuando fue elegido para ocupar el puesto de una leyenda que ganó seis anillos de Super Bowl.

Si en algo se caracterizan los Patriots de Belichick es en enfocar a sus jugadores en metas específicas y Jones parece estar ya adaptado al mantra bajo el que se trabaja en New England: “Do Your Job” (Haz Tu Trabajo).

En la práctica, como sucede con prácticamente todos los novatos, la temporada 2021 será de valioso aprendizaje para Jones. La práctica de hacer que un quarterback novato llamado a ser la figura de la franquicia aprenda desde la banca por uno o dos años parece ser cosa del pasado. En la actual NFL, el pasador señalado como el futuro de una franquicia debe llegar listo para entrar al campo y demostrarlo en cualquier momento de su primera campaña.

Belichick parece llevar con calma el desarrollo de Jones al no obligarlo a cargar en hombros al equipo y, en lugar de ello, a aprender a conocer y dominar el ritmo de los juegos en la NFL y el joven pasador parece asimilar las lecciones rápidamente.

Tras asimilar ser el quarterback de un equipo en el que jugó Brady, en las primeras seis semanas de su primer año en la NFL, Jones ya enfrentó dos escenarios que harían flaquear a cualquiera: el regreso de Brady a New England y enfrentar al equipo que probablemente funcione mejor en la actual temporada, los Dallas Cowboys.

Los Patriots perdieron ambos encuentros, pero Jones dejó buenas impresiones en ambos.

Perdido en medio de la expectativa por el regreso de Brady a New England, Jones mantuvo en la pelea a los Patriots con una sólida actuación en la que aguantó la presión de una defensiva de los Tampa Bay Buccaneers que, si bien no está al nivel con el que ganó el Super Bowl, no deja de ser una seria preocupación para los rivales.

En ese duelo, que los Buccaneers ganaron por 19-17, Jones lanzó para 275 yardas y dos touchdowns y sufrió una intercepción, pero empató una marca de los Patriots que pertenecía a Brady, la de más pases completos en un juego, luego de ligar 19 y llevó a New England a intentar un gol de campo que fallaron y que les hubiera dado el triunfo en los segundos finales.

Dos semanas después, los Cowboys visitaron Foxborough con una ofensiva explosiva y una defensiva oportunista y que hizo de Jones su víctima en un momento crucial de un cerrado encuentro, cuando Trevon Diggs lo interceptó y regresó el regalo 42 yardas a la zona final para poner a Dallas arriba 26-21 en la pizarra con 2:27 por jugar.

Sufrir un golpe de este calibre en los minutos finales de un duelo apretado suele ser definitivo para la mayoría de los quarterbacks y sus equipos, ya sean veteranos o novatos, pero Jones respondió de manera inesperada y en la primera jugada de su siguiente ataque, el novato lanzó un pase profundo donde estaba Diggs y otros defensivos de los Cowboys y se conectó con Kendrick Bourne para una recepción de 75 yardas para touchdown que le devolvió la ventaja a los Patriots.

La jugada es la más larga en la novel carrera de Jones, quien no había tenido un pase de más de 40 yardas y así se recuperó de ser el primer quarterback en la NFL que sufre una intercepción devuelta para anotación en los últimos tres minutos de tiempo regular desde 2005.

Dallas empató y ganó en tiempo extra, pero Jones volvió a dejar una buena impresión al poner a los Patriots en posición de ganar un duelo en el que fueron vistos por varios como víctimas seguras y por amplio margen.

Belichick no es un coach que valore las victorias morales. Esas no cuentan, pero de lo que Belichick debe estar complacido es de que Jones cada vez parece más preparado para regresar a los Patriots a las alturas a las que se acostumbraron por dos décadas.

Quizá no suceda en 2021, pero los Patriots parecen ir por buen camino para volver a ser contendientes en 2022.