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Sole García: "El Mundial 2002 fue perfecto"

La exLeona Soledad García habló con Mechi Margalot para ESPN.com, y contó cómo es su vida hoy, qué recuerdos tiene de sus años en la Selección Argentina, cómo fue la primera convocatoria por Cacho Vigil, cuál es el torneo que más le gustó jugar, y cuál fue su momento más doloroso.

La cordobesa continúa disfrutando del hockey pero desde otro lugar. El conocimiento que le dio más de una década con Las Leonas y la experiencia en Países Bajos, le permitió desarrollarse como entrenadora y coordinadora de equipos en varias instituciones y asociaciones. Después de radicarse durante algunos años en San Luis, y luego en San Rafael, Mendoza, "La Sole" regresó a su provincia natal pero a otra ciudad. Desde Río Cuarto, donde está al frente del club Urú Curé, la ahora directora técnica analizó la situación del deporte que ama en el país. "Tuve que aprender mucho sobre el hockey en el interior. Si bien soy de Córdoba, mi club tenía un muy buen nivel, y ahora vi otras realidades. En San Luis, por ejemplo, estuve siete meses sin cancha para entrenar. Mis comienzos allá, fueron muy pobres, por decirlo de alguna manera. Está descuidado, no sé si siempre le dieron el lugar que le podían dar al interior. Hay potencial, pero tiene que haber gente capacitada para que busque esos talentos", comentó Sole.

La detección de futuras estrellas deportivas requiere de un combinación perfecta. Sole García tenía el don, la habilidad requerida, pero alguien que tenía el poder, tenía que verla y convocarla. En 1996, Sergio Vigil, que aún no era entrenador de la Selección mayor, pero sí estaba con las juveniles, vio a una delantera fuera de serie en un torneo Argentino. Como sólo tenía 15 años, Cachito fue a buscar a la madre de esa goleadora. "Cuando terminó el torneo mi mamá me dijo que la semana que viene iba a ir a una concentración a Mar del Plata con el seleccionado. Le pregunté por el colegio, en casa fue siempre la educación y después el deporte, pero ya había hablado todo con Cacho, y lo arreglaron.Terminé yendo a la concentración", relató la elegida dos veces Mejor jugadora Sub 23 del Mundo.

Luego de esos entrenamientos, la cordobesa, aún pequeña, comenzó a pedir pista en el equipo junior. "Al tiempo, quedo como 17 en la lista para un viaje que iban 16. Se lesionó Ale Gulla jugando al fútbol días antes, me llamó Guille Santini (que era el entrenador) y me dijo que iba a jugar mi primer torneo, un Panamericano. Yo estaba feliz", contó la delantera a quien Lucha Aymar ya había apodado Thalía, como la cantante mexicana, por su cabellera con tantos rulos.

La selección femenina comenzaba su historia de menor a mayor, y Soledad García era parte de eso aunque era más jóven. El surgimiento del apodo Las Leonas en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, y la medalla de plata, sin duda fueron momentos inolvidables. Sin embargo, cuando quien fue su compañera de habitación, Mechi Margalot, le preguntó qué disfrutó más, su respuesta fue sobre otras competencias. "El Mundial de 2002 fue soñado. Me enseñó sobre resiliencia porque venía de una lesión de seis meses. Me lesioné en marzo de 2001, en la Copa América de Jamaica. Me perdí el primer Champions Trophy que fue único, y me enteraba de todas las noticias en mi casa, sola, rehabilitando. Mi objetivo era estar bien para el 2002. Y en el Mundial me demostré lo que podía hacer como jugadora. Fue el mejor torneo que jugué por cómo me sentía. Un torneo perfecto”, explicó la cordobesa. Y no fue sólo su sensación individual, sino que la Federación Internacional también consideró su juego porque ahí fue elegida como la Mejor Jugadora Junior.

El Mundial de 2010 también le representa una gran victoria. Pero distinta, porque entiende que con más experiencia, sabía qué iba a buscar, y lo consiguieron. El contexto, en Rosario con el estadio lleno, hicieron de esa final ante Países Bajos (3-1), un recuerdo único que se ubica en el podio de los más lindos de Soledad con Las Leonas.

Tres veces medallista olímpica, dos campeonatos Mundiales, tres oros en Champions Trophy, elegida Mejor Jugadora Joven del Mundo en 2002 y 2004. Goleadora en varios torneos, parte del equipo femenino más ganador de la historia del deporte argentino. Todo eso es Sole García. Pero aunque no parezca, es humana, y también vivió momentos de angustia y tristeza. Cuando Mechi le consultó en un ping pong de preguntas y respuestas, por un momento doloroso, Sole comentó sin dudar: "El día que me enteré que no estaba más en el seleccionado. Pero lo doloroso fue no tener nunca una respuesta de por qué no estaba". Luego de los Panamericanos de 2011, Carlos Retegui, quien era el DT, decidió desafectarla del plantel.

Hoy, Sole disfruta de su familia, de sus dos hijas, del hockey desde el lugar que le toca, y de la amistad que mantiene con todo ese grupo de Leonas con el que sostiene que hay una conexión más allá de cualquier cosa que pueda suceder. Ni la distancia, ni la pandemia, deja de unirlas (de hecho, la última reunión de Zoom entre las primeras Leonas, duró tres horas).