Luego de dejar alma y vida durante su estreno en el ATP 250 de Estocolmo, el tenista chileno Nicolás Jarry (34°) debió tomarse un segundo extra para festejar completamente el triunfo 2-6, 6-4 y 7-6 (7) contra el local Elias Ymer (252°), que discutió el match point y se negó a darle la mano por un momento.
Mientras el marcador indicaba 8-7 a su favor en el tie-break decisivo, después de salvar un punto para partido, el santiaguino se dispuso a recibir el saque centrado del nacido en Skara, de 28 años y hermano mayor de Mikael Ymer, conectando sus tradicionales potentes golpes para acorralar a su rival contra el fondo de cancha y escalar hacia la red, zona en que soltaría una suave volea de revés para levantar los brazos y festejar.
No obstante, el invitado anfitrión, que superó la qualy de Wimbledon en la actual temporada, no daría el visto bueno, considerando que el dueño de tres títulos había tocado el tejido divisor y pidiéndole al umpire que reconsidere su decisión: "Deberías revisarla. Si la tocó estarás en problemas. ¿Lo sabes? ¿Estás 100% seguro? Eso es arriesgado".
De esta manera, el ex número 16 del mundo, que intentaba explicarle su movimiento al nórdico mientras le esquivaba el saludo final, firmó su segundo triunfo en prácticamente cinco meses y enfrentará al serbio Miomir Kecmanovic (55°).