Mirra Andreeva (7ª del mundo) pisó por primera vez en su carrera la cancha central de Wimbledon y lo hizo con un triunfo fantástico ante Emma Navarro (10ª) por 6-2 y 6-3 para convertirse en la jugadora más joven en alcanzar los cuartos de final del torneo en los últimos 18 años tras lo hecho por su compatriota Maria Sharapova, en 2005.
La tenista rusa, de 18 cumpleaños, simplificó a la estadounidense e hizo parecer fácil lo complicado para dar un paso más en busca de su primer título de Grand Slam. La pupila de Conchita Martínez, su gran mentora, jugó un gran encuentro, festejó su sexta victoria ante rivales del Top Ten en la temporada y se hizo viral al término del encuentro por un blooper insólito.
¿Qué sucedió? La historia llegó a su final en una hora y 15 minutos de juego, luego de que la norteamericana dejara la pelota en la red. Sin embargo, cuando Navarro estaba en el teijido divisor, dispuesta a saludar a la triunfadora, Mirra no se había percatado de que había ganado y continuaba en el fondo de la cancha, mirando fijamente las cuerdas de su raqueta. Segundos después levantó la vista y al darse cuenta de la situación corrió sorprendida a estrechar las manos, causando la carcajada generalizada en el All England Cub.
A pie de cancha, la brillante adolescente se refirió con simpatía a ese momento insólito: "Estaba tan concentrada que se me olvidó completamente la pizarra". En las gradas, disfrutando de su gran nivel de tenis, se encontraba nada menos que el histórico Roger Federer -máximo campeón masculino del torneo- acompañado por su esposa, Mirka. Una presencia ilustre que, según reconoció la joven con una sonrisa, elevó aún más sus nervios.
"Vi a Roger y a Mirka. Significa mucho que hayan venido a verme. Ha sido un sueño verlos en la vida real", destacó la figura del circuito femenino, que ahora se prepara para enfrentar a la suiza Belinda Bencic (35ª), a quien aún no ha enfrentado en el circuito.
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