Rafael Nadal estaba Nº 10 del mundo y había sido eliminado de Wimbledon en segunda ronda a manos de Dustin Brown. Fue a la conferencia de prensa y despachó que "si sigo así durante dos años más veremos qué pasa".
La sorpresa era total. Se le preguntó por el retiro y rápidamente puso las cosas en su lugar: "algo que ni se me pasa por la cabeza".
"Voy día a día, torneo a torneo. En un tiempo veremos dónde estoy, dónde puedo estar y dónde no puedo estar", intentó explicarse el español que había cedido en cuatro sets ante Brown, 102º del mundo, por 7-5, 3-6, 6-4 y 6-4 en dos horas y 34 minutos.
Ya campeón dos veces en el All England Tennis Club de Londres prosiguió: "Cuando llegue el día en el que lo que estoy haciendo no me motive buscaré otras cosas que hacer. A día de hoy, ese no es el caso. Tengo la motivación personal de hacer algo y voy a luchar por ello".
"Cada derrota se asimila de forma diferente. Hoy es un día triste, complicado. No estaré contento durante un par de días, pero después descansaré y luego volverán las ganas de trabajar", dijo.
Nadal se reseteó. Después de su triunfo en Roland Garros 2014 acumuló cuatro Grand Slam consecutivos sin pasar la barrera de los cuartos de final (no compitió en el Abierto de Estados Unidos 2014).
El resto es historia conocida. Volvió a ganar torneos. Volvió al número 1. Volvió a ser él.