Fueron llegando de a poco, en pequeños grupos. Y, finalmente, cuando llegó, empezó un cálido aplauso de bienvenida y un “Dale campeón”. Venía junto a su mujer y su pequeña hija, portando un cinturón que parecía más brillante que nunca.
Era -por supuesto- el arribo de Fernando “Puma” Martínez, a un almuerzo de familiares y amigos en Estilo Campo, en Puerto Madero.
Afuera llovía sobre Buenos Aires.
Adentro, el “Puma” pasó a ser, para casi todos, simplemente Fernando, o Fernandito: el amigo de todos. Más de cincuenta personas, el abrazo a todos y cada uno, la enorme sonrisa de siempre, la alegría del reencuentro.
Apenas un par de días antes, el miércoles 14, había arribado a Ezeiza, tras su emocionante victoria, lograda el domingo 11 en Tokio sobre Kazuto Ioka, que fue transmitida por ESPN KNOCK OUT, con los relatos Alejo Rivera, los comentarios de Chris Namús y este periodista.
Si la pelea fue tremenda, si el fallo fue más que justo, si la confirmación de Martínez como un gran campeón se afirmó más aun, el recuerdo de aquel décimo round marcará para siempre la síntesis del combate, casi como en una foto.
“Me apagaron la tele, no me acuerdo mucho de nada”, confesó sonriendo. “Pero cuando llegué al rincón estaba más recuperado y Rodrigo (Calabrese, su técnico) me dijo que había que asegurar los rounds que faltaban, para evitar cualquier cosa…”
La caída de Martínez -cross de izquierda a la mandíbula- llegó en el décimo round. Había que ganar las ultimas dos vueltas, había que remontar la cuesta.
“Por eso salí con todo, para asegurar el triunfo. Me dio muchos cabezazos y pegó debajo de la línea de cinturón, pero esto es boxeo”, dice sonriendo. “Había que ganar, aguantar todo, apretar los dientes y ganar…”
Martínez lo hizo.
Ahora, rodeado de los suyos, es Fernando.
Rodrigo Calabrese, Marcos “Chino” Maidana y su primo-hermano-amigo “Pileta”, el doctor Walter Quintero, el equipo ganador de siempre. Hugo Basilotta -titular de Estilo Campo, fanático del boxeo, histórico sponsor de “Látigo” Coggi el “Chino” Maidana, para dar dos ejemplos- está eufórico, feliz. “Este es el boxeo que queremos ver, este chico es un fenómeno y Calabrese un técnico enorme”, dice.
Mientras comienzan los brindis, corren las especulaciones. ¿Será Jesse “Bam” Rodríguez el próximo rival? ¿Se podrá tener como sede a Japón para próximas peleas, teniendo en cuenta su prestigio de gran peleador? ¿Es como dijo Calabrese, el mejor peso chico de la historia del boxeo argentino?
Preguntas que hacen más atractiva a la figura del campeón WBA, que ya tuvo la corona de la FIB y que hoy, a los 33, suma 18 peleas, todas ganadas, con 9 nocauts y que luce más sólido que nunca.
“Claro que tuvimos un poco de miedo cuando llegó el momento del fallo. Por la caída, por la condición de visitantes, porque la pelea fue muy dura para los dos… Pero se hizo justicia, ¡Ganamos! Ahora a festejar, ya veremos qué ocurre en el futuro”, afirma Calabrese.
“Pileta” insiste: “Es cierto, hay figuras como Falucho Laciar o Pascualito Pérez, pero Fernando le ganó a un campeón que llevaba como diez años sin perder como Ancajas o a este Ioka, que fue el primer japonés que ganó tres coronas mundiales… Hay que tener en cuenta eso, a los rivales que enfrentó”
Y mientras las preocupaciones son más cotidianas ahora -una porción más de asado, otra empanadas por aquí-, aparece Micaela, su mujer, la madre de Eluney: “Usted dijo en la transmisión que a veces viajar con toda la familia no es buena idea, y es posible que tenga razón, pero para Fernando es muy importante”, dice.
Y es cierto, porque el hombre sabe que el objetivo es la pelea, pero que también hace falta tener a su mujer y a su hija muy cerca.
“Ahora tenemos otros temas para ocuparnos, no pensamos en viajar”, dice Fernando. “Nos vamos a meter en la compra de la casa y luego, si, iremos de viaje y de paseo, quiero que viajemos con Mica a Las Vegas”.
Agrega el campeón: “Fue una pelea muy dura y confieso que pensé que Ioka no me iba aguantar, fue de nuevo un gran campeón. Yo le agradezco a Luis De Cubas, a PBC y por supuesto a mi equipo por todo lo que me apoyan. Y me hace feliz porque le llevo a la gente un triunfo más…”
Hay proyectos y realidades
Fernando ya lanzó su marca registrada de ropa: 115LBS (o sea, 115 libras, límite de la división super mosca en donde reina) y en la que Micaela vuelca todo su conocimiento de diseño y marketing. “El Instagram es @115.LBS y es una manera de crecer y desarrollarnos juntos”, aclara ella.
Horacio Rivero -amigo de siempre, presencia de rigor en Tokio o donde sea-, Facundo Moyano, Javier Castro, Rodney Acosta, el doctor Walter Quintero, Martín Sánchez, o el invicto campeón Latino Nicolás Muguruza y su técnico que se vinieron de Bragado, entre tantos amigos y componentes del equipo, brindan y especulan sobre el futuro.
“Bam” Rodríguez (21-0, 14 KO), peleará el 19 de julio en Texas con Phumelela Cafu (11-0-3, 8 nocauts), ahora campeón WBO tras su victoria ante Kosei Tanaka. Con Rodríguez exponiendo su corona del Consejo, será unificatoria.
Aunque todo el mundo especula con verlo con Martínez, quien ya dijo que tiene mucho interés en ese combate. Claro que primero, “Bam” deberá vencer al sudafricano. Y no se descarta que el texano intente subir de categoría…
A su vez, los mexicanos René “El Indio” Calixto Bibiano (23-0-1, 9 KO) y Willibaldo “Sullo” García (22-5-2, 13 KO) volverán a disputar la corona vacante IBF, tras el vibrante y discutido empate del 21 de diciembre en Japón. La cita es para el 23 de mayo en Zacatecas. Y entre otras preguntas alguien arriesga: ¿Y si hay interés en que el ganador enfrente al “Puma” que ya fue campeón IBF?
Especulaciones que provoca este “Puma” aguerrido y feroz en el ring, protagonista de tremendas peleas que le han dado una gran dosis de entusiasmo al boxeo argentino.
Mientras tanto, Fernando, el amigo de todos, festeja ahora con ellos, levantando la copa y brindando por la amistad, por los vínculos, por la vida y también por el boxeo, que le abrió las puertas a un mundo mejor. ¡Salud, Fernando! El “Puma” por ahora, deberá descansar: el guerrero ha vuelto a casa, es tiempo de familia, reponer energías y - ¿por qué no? - escuchar propuestas…