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A 17 años de muerte de 'Rockero' Alcázar, exigen reglamentar o prohibir el boxeo

Este reportaje es parte de la serie de ESPN Digital, “Los kilos mortales del Boxeo y las MMA”, que investiga las exigencias físicas a las que se someten los peleadores para cumplir con el peso divisional antes de cada pelea y sus consecuencias.


Los golpes en la cabeza son, por regla casi general, la causa principal de cientos de tragedias en el boxeo profesional. Todas con su cuota de dramatismo y cada una con una historia por detrás, especialmente en las dudas sobre las razones indirectas que propiciaron la vulnerabilidad o desventaja de un boxeador frente a otro.

La estadística es dramática, son cientos de boxeadores muertos como consecuencia de golpes en el cráneo a lo largo de la historia de este deporte. El panameño Pedro “Rockero” Alcázar es uno de ellos, pero en la estadística no es un número más.

Como en el 2007 lo escribió en una columna bajo su firma en la página de ESPN, la célebre neuróloga de Las Vegas y cofundadora de la VADA, Dra. Margaret Goodman: “al poco tiempo de la muerte de Alcázar, Nevada comenzó a requerir resonancias magnéticas previas a la pelea no sólo como seguridad sino para asegurar que un boxeador no entrara al ring de boxeo con una condición potencialmente letal”.

Goodman, una figura reconocida en las transmisiones de boxeo, que entre 1994 y 2005 trabajó en más de 500 peleas de boxeo o MMA y que fue uno de los médicos en esa pelea (Alcázar-Montiel), citó que luego de su muerte, “surgieron especulaciones acerca de si había tenido problemas para llegar al peso, si había llegado a la pelea deshidratado, si había sufrido una lesión durante el entrenamiento o si contaba con una predisposición médica. Ninguna de esas. De hecho, la autopsia de Alcázar mostró un pequeño monto de sangre con severo daño cerebral.”, escribió en la página de ESPN.

En el enlace al valioso artículo escrito por Goodman en noviembre de 2007, hay una descripción a otra consecuencia directa al impacto que provocó la muerte del panameño, ese año “los neurocirujanos de la Universidad de West Virginia, Vincent J. Miele y Julian E. Bailes realizaron un análisis computarizado de miles de rounds para determinar los factores predictivos de peleas brutales.”

Sin embargo, a casi 17 años de la muerte de Alcázar, las razones indirectas que pudieron causar ese desenlace nunca fueron identificadas. Una duda que ESPN Digital intentó develar en la primera pregunta realizada al médico panameño Francisco Sánchez Cárdenas, un reconocido especialista en neurocirugía en que, durante su larga trayectoria, entre otros deportistas célebres, tuvo al “Rockero” entre sus pacientes.

“El boxeo debería ser sumamente reglamentado o directamente prohibido”

En peleas previas, Alcázar había tenido problemas para hacer el peso y hubo voces que apuntaron a la deshidratación como la causa principal de su vulnerabilidad ¿Pudo haber sido la muerte de Alcázar, otro caso de Kilos Mortales?

“Nunca se llegó a tener un dictamen definitivo si hubo alguna relación de la muerte de Alcázar con ese posible factor o con los traumas múltiples que recibió en su vida. En lo personal pienso que todas esas cosas suman y definitivamente tienen algún tipo de repercusión. El organismo es de un funcionamiento integral y todas estas cosas que se hacen de manera artificial y forzada pueden tener repercusión en los riñones, pueden tener repercusión en el sistema circulatorio, en el funcionamiento del cerebro o el funcionamiento de cada una de los billones de células que tenemos en el organismo. Porque repito, es un todo, el organismo trabaja de manera integral.

¿De acuerdo con su experiencia, cuales son los factores de mayor incidencia en esa vulnerabilidad que al boxeador le quita asimilación, reflejos y provoca que los golpes recibidos le causen mayor daño?

El cerebro está en lo que podemos llamar una cámara hidráulica para soportar la presión que los esfuerzos de la vida cotidiana producen en la cavidad craneal. Todos esos golpes tienen una enorme repercusión en la fisiología del cerebro y cuando son repetitivos van produciendo daños de tal magnitud, que determinan en el atleta un deterioro de las condiciones cognitivas, condiciones de coordinación motora o condiciones de trastornos de la memoria que son fenomenales. Por eso yo siempre he abogado porque este deporte tiene que ser sumamente reglamentado, sino hasta prohibirlo porque de verdad es un daño al cerebro enorme que se le produce a estos deportistas.


SERIE KILOS MORTALES: E1 | E2 | E3 | E4 | E5


Hemos encontrado una coincidencia que se da en la mayoría de los casos, los boxeadores accidentados que mueren a causa de golpes, su deceso no ocurre en el ring, el mismo llega tras una agonía de muchas horas ¿Cree usted que hay errores o necesidad de mejorar el primer auxilio, el que se suministra sobre el mismo cuadrilátero?

Sin lugar a dudas. En los traumas craneoencefálicos hay una fase posterior que siempre estará presente y es la inflamación postraumática, el cerebro se inflama y al estar encerrado en una cavidad rígida como es el cráneo no tiene espacio, como si lo tiene un hematoma en otra parte del cuerpo.

Definitivamente, si debe haber toda una unidad de recuperación inmediata y la medida más inmediata que se debe aplicar a un traumatizado del cerebro es asegurarle su vía respiratoria. Porque, lógicamente, al perder el conocimiento deja de respirar y esa falta de oxígeno, esa acumulación de anhidrido carbónico en el torrente sanguíneo, aumenta aún más la inflamación que está sufriendo el herido en el trauma, entonces todo esto va creando un círculo vicioso del cual en unos minutos es prácticamente imposible salir.

Usted establece la medida posterior, ahora, entre las medidas anteriores y ante la proliferación de casos en que los pugilistas llegan al combate bajo los efectos de traumas recientes en el cráneo, ¿cree usted que debería ser obligatorio en las horas previas a cada pelea realizarle a cada púgil algún tipo de examen al cerebro?

Definitivamente, todo deportista que sufre traumas en la cabeza, cada poco tiempo debe someterse por reglamento a una evaluación de la anatomía de su cerebro. Y no solamente la anatomía cerebral, sino pasar también por una prueba psicológica, con electroencefalograma y con otras múltiples pruebas relacionadas, que permitan determinar si el paciente antes la esa pelea ya tiene algún tipo de daño cognitivo, visual o auditivo, producto de los múltiples golpes Y lógicamente reglamentar cuando ya un paciente ha llegado a esos límites, lo más beneficioso es que ya no se dedique a este deporte.

Usted tiene amplia trayectoria en el campo de la política, ¿cree que los gobiernos deben hacer algo más en crear mecanismos legales que ayuden a salvar vidas mediante medidas más severas de control en los deportes de contacto?

No olvidemos que esta como otras disciplinas deportivas, son un negocio donde primero se piensa en lo redituable que vaya a ser.

Hay muchas promotoras e intereses comerciales detrás de ese negocio, lo que hace muy difícil propiciar que en los países se logre una legislación acorde desde el punto de vista humano que impida llevar al deportista al extremo de perder su vida o sus capacidades cognitivas. Es cierto que hay mucho por hacer, hay mucho por reglamentar.

¿Usted pasó por algún tipo de experiencia traumática en este aspecto, en los años que lleva en la profesión?

Si he tenido que atender a múltiples atletas de todos los deportes, en el beisbol, por ejemplo, algunos por hematomas intracerebrales por pelotazos.

En el boxeo tuve que atender a Ray Lampkin cuando perdió con Roberto “Mano de Piedra” Durán (1975), a Pedro Alcázar y otros durante mi carrera profesional neuroquirúrgica.

¿Cómo fue la historia de Lampkin vs. Durán?

Yo estaba asistiendo a esa pelea en el estadio Nuevo Panamá, que así se llamaba entonces, cuando vi el golpe que le conectó Duran a Lampkin empezando el decimocuarto round. Fue tan brutal que, me dije: “este va rumbo al hospital, seguro”. Me puse de pie, abandoné el estadio y “corrí” rumbo al hospital. Efectivamente llegamos juntos, lo atendimos y felizmente se pudo recuperar”.