LAS VEGAS -- Emanuel “Vaquero“ Navarrete defendió con éxito su corona Súper Gallo de la Organización Mundial de Boxeo, este sábado por la noche en la MGM Grand Arena de Las Vegas.
El réferi tuvo que detener la pelea en el décimo primer asalto, cuando “Vaquero“ Navarrete castigaba ya sin contemplación a Jeo Santisima, para su quinta exposición exitosa del título en menos de un año; 287 días.
El campeón mexicano se llevó la pelea de principio a fin, demostró boxeo, herramientas y cabeza para ir descifrando a un rival que sólo llegó dispuesto a no ser noqueado y esperar un golpe que pudiera darle la victoria; algo que nunca sucedió.
“Me lastimé el pulgar derecho al principio de la pelea“, comentó Navarrete después del triunfo. “Gracias a Dios ganamos aquí en Las Vegas; quinta defensa dedicada a toda la gente que me ha apoyado“.
“Aún no sé qué sigue, tengo que descansar y sentarme con mi equipo de trabajo para ver por dónde nos lleva el futuro“, agregó.
Los primeros dos asaltos fueron de estudio entre Santisima y Navarrete; ambos atacando por moentos y midiendo al rival en otros, sin que se hicieran mayor daño.
Para el tercer round, Navarrete comenzó a ir más hacia el frente con su jab de derecha marcando el ritmo ante Santisima, que intentaba con el contragolpe cuando salía de las esquinas hacia el centro.
En el cuarto asalto, parecía que “Vaquero“ tenía al filipino a punta de golpes, hasta que en un contragolpe de izquierda lo sorprendieron y de no ser por las cuerdas parece que hubiera caído. Fue un episodio lleno de acción; el mejor hasta ese momento.
El mexicano nunca pareció dañado por el sorprendente golpe que casi lo tira. En el quinto episodio salió más agresivo que nunca y arrinconó al oponente que parecía tener poco para evitar ir a la lona ante las combinaciones de golpes que recibía casi sin respuesta.
A partir de ahí el dominio era casi mexicano por completo. El sexto asalto pareció ser el último para Santisima, cuando Navarrete conectó una izquierda limpia a la mandíbula, pero no cayó.
El filipino no aparentaba estar lastimado, sino buscando el golpe exacto mientras libraba las embestidas de Navarrete, quien tiraba de todo con ambas manos.
En el décimo asalto otra vez parecía que Navarrete podría finiquitar el combate. Lanzó todas las combinaciones a ambas manos; correteó por las cuatro esquinas a su oponente, quien por momentos parecía sentir el castigo, pero nunca fue al suelo.
Pero sólo fue cuestión de tiempo, antes de que el réferi detuviera el combate en el décimo primer round, cuando Santisima ya ni las manos levantaba al castigo de Navarrete.