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Gilberto 'Zurdo' Ramírez, de la carencia al reto de Bivol

En la vida de Gilberto ‘Zurdo’ Ramírez (19 de junio de 1991) la necesidad siempre ha estado por encima del gozo. Así fue desde niño, cuando aprendió a pelear para defenderse de las burlas o cuando escribió con la derecha porque no había pupitres con la mesa del lado izquierdo. Ahora enfrentará a Dmitry Bivol, el ruso que derrotó hace poco al ‘Canelo’ Álvarez, y debe ganar para estar en los grandes escenarios y acceder a las jugosas bolsas del boxeo profesional.

El ‘Zurdo’ nació en Mazatlán, Sinaloa, una tierra beisbol, fiesta y playa; pero siempre supo que su futuro estaba en otro lado. Cuenta que perdió las primeras ocho peleas y que a sus padres les preocupaba que no entrenara bien, sin embargo se mantuvo en el pugilismo para experimentar, algún día, las mieles del triunfo. Cuando éste llegó, se volvió un vicio hasta ser tres veces campeón nacional en México.

“Tuve la oportunidad de ir a Londres 2012 (Juegos Olímpicos) pero me tenía que ir al Comité Olímpico (en la ciudad de México) y yo tenía que pagar, dije ‘ni modo que le dé mordidas a la medalla’”, contó en un podcast con el ex boxeador Marco Barrera.

Gilberto Ramírez se volvió ambidiestro por necesidad. En la escuela pública no había las condiciones para escribir del lado izquierdo y en el boxeo le intentaban cambiar la guardia. Con esas condiciones y ese mote fue labrando una carrera que hoy tiene un impresionante récord de 44-0, 31 KOs.

Ya fue campeón mundial cuando superó por puntos a Arthur Abraham y se convirtió en el primer mexicano en ganar un título de peso supermediano; pero la consecuencia de esa victoria no puso su nombre en el imaginario de la afición y los grandes medios. Ese es su pendiente, esa es ahora su necesidad.

Ramírez, a sus 31 años, busca convertirse en Campeón Mundial en dos divisiones luego de que la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) obligó a Ramírez y Bivol ponerse de acuerdo para disputar el cinturón Semicompleto (175 libras).

El acuerdo llegó y el combate sucederá finalmente en Arabia Saudita, no en Rusia como pretendía Bivol ni en Estados Unidos como deseaba Ramírez. El territorio será neutral, pero la necesidad es distinta para cada boxeador.

Bivol declaró hace unos días que el ‘Zurdo’ es “un mexicano más” y Gilberto, con mejor físico que el ruso, está en un punto culminante de su carrera, con un récord maravilloso, pero aún no es un boxeador de Grandes Ligas.

Gilberto sabe que esta es la oportunidad para obtener más aplausos, reflectores, ganancias y mejores peleas. En el futuro, dice, vendrá el peso Crucero y luego el Completo; pero para que eso suceda, tiene que ganar.