Para que las hazañas se logren, primero hay que soñarlas. Así sucedió con los tres héroes de Águilas Blancas (5-1) que abrieron la puerta a una remontada de ensueño y al triunfo por 24-20 sobre Pumas CU este sábado a mediodía en el estadio Olímpico.
El receptor Ángel Gutiérrez, el linebacker Emmanuel Cajiga y el quarterback Israel Jiménez lideraron la remontada de unos politécnicos que llegaron a estar abajo 20-7 en la pizarra al medio tiempo. Durante la segunda mitad se sublimaron hasta dar la voltereta que le permitió llevarse la edición 2022 del Clásico de temporada regular correspondiente a la temporada de Liga Mayor de la ONEFA.
“Las Águilas Blancas llegan caminando, pero siempre salen volando”, sentenció Cajiga (jersey #3) al final de la contienda, mientras los huelums rompían el viento de la cálida tarde de otoño en Ciudad Universitaria.
La alegría de Cajiga no era para menos: en lo que será muy probablemente su último Clásico, se inspiró en el emparrillado y tuvo una de las acciones más importantes al bloquear una patada de despeje a Pumas en el tercer cuarto y que provocó un safety.
Por si fuera poco, el capitán Cajiga formó parte de una defensiva que totalizó seis atrapadas detrás de la línea contra el quarterback auriazul, Leonardo Garza (#3) y cumplió las expectativas en torno al duelo que sostendría con Diego Pareyón, líder de la defensa enemiga y quien también tuvo una jornada sobresaliente.
En sentido contrario, el descalabro significó un duro despertar para Pumas CU (4-2), debido a que sumó su segunda derrota de la temporada (ambas como local), a la vez de que les impidió vengar la derrota de la semifinal de 2019 contra el mismo rival.
Peor aún, aplicaron de nuevo la ingrata costumbre de negarse a dar entrevistas u ofrecer conferencia de prensa terminado el partido con el único pretexto de haber perdido.
El Místico y la mística para lograr la victoria
Apodado "El Mìstico", Ángel Gutiérrez confesó que el partido contra Pumas CU lo soñó la noche previa. Fue el mejor receptor politécnico al sumar las tres anotaciones.
"Desde anoche me puse a soñarlo, pero también a mentalizarlo. Aforturnadamente se dieron las cosas. No siento que el triunfo sea de uno solo, sino que se logró gracias al esfuerzo colectivo", dijo Gutiérrez.
La tercera de sus visitas a las diagonales se dio gracias a una atrapada de 18 yardas con 6:57 por jugar en el último cuarto y con lo que los guinda y blanco rubricaron los 17 puntos sin respuesta en la segunda mitad que les dieron la victoria.
Otro más de los soñadores que fraguó la buena fortuna de Águilas Blancas lo fue Israel Jiménez (#19),quien salió de la banca para suplir como quarterback al lesionado Miguel Patiño (#4). Completó seis pases para 116 yardas, entre ellos la última espiral de anotación de Gutiérrez.
"Mi responsabilidad siempre es estar pendiente y listo por si tengo que entrar al campo. No hubiera querido que Mike (Patiño) saliera por lesión, pero tenía que ayudar al equipo", dijo Jiménez, quien juega para los colores politécnicos desde las categorías infantiles.
Al final de la jornada, cuando todos los integrantes de Águilas Blancas festejaron con su siempre fiel y ruidosa porra al pie del pebetero, un orgulloso head coach, Enrique Zarate, abrazó y le dio la mano a todos sus jugadores.
Al recordarle que ya suma varios triunfos como entrenador en el Olímpico, lanzó una pícara sonrisa y dijo "nos sentimos aquí como en nuestra casa".
La alegría para Águilas Blancas se prolongaría durante toda la tarde. Un nuevo capítulo de la rivalidad más grande del futbol americano en México se cerraría, esta vez, con los sueños de triunfo politécnicos convertidos en realidad.