Se acerca el momento de la apertura del mercado de la agencia libre, y con ello los equipos enfrentan decisiones difíciles respecto a algunos jugadores en su plantilla que acaban contrato: ¿retener o dejar caminar?
En algunos casos, los jugadores que terminan contrato vienen de la mejor temporada que han tenido en la NFL, lo que eleva considerablemente el precio. En otros, jugadores probados vienen de campañas repletas de lesiones que dificulta evaluar cuánto se debe ofrecer. Desde luego, no todas las posiciones comandan el mismo dinero, y por si fuera poco, no faltarán los equipos que por querer copiar el mapa al Super Bowl de los Denver Broncos y Carolina Panthers, caerán en la trampa de creer que han encontrado piezas similares en el mercado abierto.
Habiendo dicho eso, aquí están los 12 jugadores más interesantes de cara a la agencia libre.
Von Miller, LB, Denver Broncos. No se sorprendan si el nuevo contrato de Miller se aproxime, o incluso supere, el contrato que pagaron el año pasado los Dolphins por Ndamukong Suh, es decir, algo que ronde los 20 millones de dólares anuales. Miller ha elevado su nivel de manera notable desde que cuenta con DeMarcus Ware como compañero de equipo y mentor, y su capítulo con sustancias prohibidas parece haber quedad atrás de forma definitiva. Por si fuera poco, Miller viene de uno de sus mejores partidos en la NFL en el escenario más grande posible, provocando dos balones sueltos --además de ejercer una presión incesante-- para ser nombrado Jugador Más Valioso del Super Bowl. No pudo elegir Miller un mejor momento para mostrar su mejor versión. No esperen que los Broncos permitan que se escape a otro equipo. Una etiqueta de jugador franquicia exclusivo será una buena herramienta para comprar tiempo pensando en la negociación de un contrato tan rico.
Josh Norman, CB, Carolina Panthers. Norman es el caso opuesto a Miller, al menos en lo que se refiere a su actuación en el partido grande. Después de una temporada All-Pro, Norman se quedó corto en el Super Bowl 50, dejando caer dos potenciales intercepciones durante el juego. De cualquier modo, Norman juega una de las posiciones mejor cotizadas en el juego, y no le irá mal en su nuevo contrato, que seguramente será en Carolina. Sin embargo, vale la pena recordar que hasta antes de esta campaña, Norman nunca había jugado los 16 partidos de una temporada regular, y en ocasiones sufría lapsos de desconcentración. Por el lado positivo, a lo largo del 2015 alineó constantemente contra el mejor receptor de la oposición y siempre lució, lo que deberá dar confianza a los Panthers a la hora de pagarle.
Muhammad Wilkerson, DE, New York Jets. Los Jets han ignorado las peticiones de Wilkerson por un nuevo contrato desde hace tiempo, y si ahora planean retener al segundo mejor ala defensiva de sistema 3-4 en el juego (después de J.J. Watt), les saldrá caro. Por si fuera poco, New York también deberá ocuparse de la situación contractual del tackle nariz Damon Harrison, y el apoyador interno Demario Davis. Lo que sí tienen a su favor los Jets a la hora de sentarse a negociar, es que ya cuentan en plantilla con dos alas defensivas con un potencial similar o mayor, a largo plazo, que Wilkerson: Leonard Williams y el problemático Sheldon Richardson. Es probable que Wilkerson encuentre acomodo en otra franquicia.
Olivier Vernon, DE, Miami Dolphins. Vernon es un caso interesante. Se trata de un jugador con suficiente versatilidad para jugar como apoyador externo o ala defensiva, y aunque en términos generales no diré que me parece mejor que Wilkerson, esa misma versatilidad le multiplica el número de potenciales sitios para aterrizar, y por lo tanto podría agrandar el cheque que reciba. Miami apuesta por construir una defensiva alrededor de Suh, y retener a Vernon como su principal socio a futuro, especialmente considerando que Cameron Wake ya tiene 34 años de edad y después de los fiascos que han sido Dion Jordan y Quinton Coples.
Bruce Irvin, LB, Seattle Seahawks. Los Seahawks han perdido piezas importantes de una defensiva espectacular en los últimos años, pero ningún elemento crítico para el funcionamiento de la unidad. Irvin podría ser el siguiente de la lista. Poseedores de una unidad de apoyadores que comanda respeto, los Seahawks priorizaron contratos para Bobby Wagner y K.J. Wright en el 2015, permitiendo que Irvin agotara el convenio que firmó como novato de primera ronda en el 2012. Aunque la transición hacia apoyador desde el puesto de ala defensiva ha sido completa en Seattle, habrá quien vea en él a un elemento ideal para atacar a los pasadores, sobre todo hablando de equipos con sistema 3-4. Si tuviera que apostar, diría que Irvin termina jugando para otra franquicia en el 2016, permitiendo a los Seahawks ocuparse primero de un nuevo contrato para el receptor abierto Jermaine Kearse y el tackle ofensivo Russell Okung.
Eric Berry, FS, Kansas City Chiefs. Hay que sacarse el sombrero cuando se habla del regreso de Berry a los emparrillados tras una batalla contra el cáncer. El profundo libre de los Chiefs entregó una temporada All-Pro en el 2015, y de paso sirvió para inspirar al resto de la defensiva de Kansas City. Veo muy difícil que los Chiefs permitan a Berry llegar al mercado de la agencia libre, y creo que se trata de otro caso donde podría entrar en juego la etiqueta de jugador franquicia para comprar tiempo de negociación.
Alshon Jeffery, WR, Chicago Bears. El receptor abierto de los Bears eligió el peor momento para entregar cuentas incompletas. Después de acumular 2,554 yardas en 174 atrapadas, 17 de ellas para touchdown, entre el 2013 y 2014, Chicago decidió deshacerse de Brandon Marshall por la vía del canje, enviándolo a los Jets. Los Bears reclutaron en la primera ronda del año pasado a Kevin White, para emparejar junto a Jeffery, pensando en que podrían estar fijos para el futuro a mediano plazo en la posición. White no jugó en toda la temporada por lesión, y Jeffery se vio severamente disminuido por la misma razón. Solamente 54 recepciones para 807 yardas y cuatro touchdowns en nueve apariciones ponen a Chicago en una disyuntiva interesante. Creo que la designación de jugador franquicia podría servir para darle a Jeffery un año más en Chicago, y demostrar que el 2015 fue la excepción y no la regla, para ganarse un contrato a largo plazo en la temporada baja del 2017.
Tashaun Gipson, FS, Cleveland Browns. Perdido entre las miserias de los Browns --particularmente sus problemas en la posición de mariscal de campo-- ha estado un desempeño importante de un joven jugador con poco reconocimiento. Entre el 2013 y 2014, Gipson acumuló 11 intercepciones, ganándose en el proceso un viaje al Pro Bowl del año pasado. El 2015 no fue su mejor carta de presentación de cara a la agencia libre, y por ello la afición de Cleveland debe sentirse afortunada. No será tan caro para los Browns retenerlo después de una campaña de dos intercepciones en 13 inicios.
Greg Hardy, DE, Dallas Cowboys. Todo indica que Hardy no recibirá un nuevo contrato con los Cowboys, pero el talento es demasiado como para que no haya equipos que decidan voltear a otro lado cuando se trata de los problemas fuera del campo. Por si fuera poco, acabamos de presencia un juego donde los especialistas en presionar a los mariscales de campo dominaron de principio a fin, con Miller y Ware por un lado, y Kony Ealy por el otro. Hardy no recibirá un contrato acorde a la magnitud de su talento, pero es el precio que debe pagar por tantos problemas fuera del campo.
Doug Martin, RB, Tampa Bay Buccaneers. El mercado de la agencia libre suele ser cada vez más duro contra los corredores, y Martin no se acercará a lo que ofrecieron los Philadelphia Eagles el año pasado por DeMarco Murray --es decir unos 8 millones anuales--, pero sí creo que puede aproximarse a los 5 o 6 millones anuales después de una campaña de 1,402 yardas que lo dejó segundo en la NFL, solamente después de Adrian Peterson. Se trata de la segunda campaña de al menos 1,400 yardas para Martin, luego de que consiguiera 1,454 yardas como novato en el 2012, pero las dos temporadas que tuvo en medio, afectado por múltiples lesiones, harán pensar dos veces a quien lo quiera fichar.
Kelechi Osemele, OG, Baltimore Ravens. Este año no será muy alentador en el rubro de linieros ofensivos para efectos de la agencia libre. Aquellos que lleguen al mercado abierto con algo de nombre, en su mayoría, arrastran problemas de lesiones y/o están en la parte final de sus carreras, como Jake Long o Donald Penn. Osemele constituye una excepción porque apenas tiene 26 años de edad. Por si fuera poco, Osemele ha alineado como tackle, lo que multiplica su valor, aunque todos sabemos que donde mejor juega es en el interior, en la posición de guardia. Baltimore debe tener una buena oportunidad para retener a su mejor liniero ofensivo, dado que el mercado para guardias no suele ser demasiado elevado.
Casey Hayward, CB, Green Bay Packers. Quizás el nombre que más sorprende de esta lista, dado que Hayward no es ningún estelar. Sin embargo, se trata de una de las posiciones que más dinero comanda en el mercado abierto, y sólo hay que mirar casos como los de Jason David o Byron Maxwell o el propio compañero de Hayward, Sam Shields, para darse cuenta de ello. Hayward ha jugado los 16 partidos de una temporada regular en tres de sus cuatro años como profesional, y el año pasado inició en 11 ocasiones. No está listo para ser designado All-Pro, pero hay varios equipos donde sería titular de inmediato. Será interesante ver si Green Bay lo deja escapar.