El 9 de octubre de 2017, Simona Halep ratificaba su categoría estrenándose en la cima del ranking femenino. El circuito más exigente la tuvo como líder a lo largo de 64 semanas, un número que la posiciona como la decimoprimera tenista con más tiempo en ese lugar. ¿Podrá regresar a lo más alto nuevamente?
La temporada memorable de la original de Constanza, N°4 del planeta en ese momento, comenzó en Shenzhen sin demasiado ruido. La primera actuación contundente sucedió, como no podía ser de otra manera, en el polvo de ladrillo europeo que tanto rédito le ha dado en sus años como profesional. En Stuttgart se metió entre las cuatro mejores pero la local Laura Siegemund le cerró el paso hacia la primera definición del año. Inmediatamente después llegó esa ansiada celebración: el WTA 1000 de Madrid se vistió de gala para verla repetir título por segunda ocasión al hilo derrotando a la francesa Kristina Mladenovic en la conclusión.
De hecho, esa fue la primera y última instancia de gracia para la rumana porque en las instancias decisivas que pisó después en Roma, Roland Garros, Cincinnati y Beijing, los triunfos fueron para sus adversarias. El último de ellos, en territorio asiático, marcó la carrera de Halep de forma positiva pese a que la francesa Caroline Garcia le arrebató la copa en parciales corridos.
La campaña de Halep, sumada a la regularidad característica que había mantenido a lo largo del año, habían sido motivos más que suficientes para que las cuentas numéricas jueguen a su favor y la establezcan por primera vez en el N°1 del ranking.
Los títulos de Grand Slam se hicieron esperar un poco más que el trono porque recién en 2018 llegó el primero de ellos en Roland Garros luego de las finales perdidas en 2014 y 2017. En 2019 firmó el último de ellos en Wimbledon. Desde entonces lo más cerca que estuvo de sumar nuevas coronas en Majors fueron las semifinales que alcanzó en el Australian Open 2020 y en Wimbledon 2022.