La derrota frente al serbio Novak Djokovic (7°) en la final de Roland Garros 2021 jamás será asimilada por el tenista griego Stefanos Tsitsipas (11°), quien coqueteó con su primer título Grand Slam hasta despertar a uno de los mejores jugadores de la historia y ceder 6-7 (7), 2-6, 6-3, 6-2 y 6-4.
Pese a haber transcurrido más de tres años, el ex número 3 del mundo aún sigue dándole vueltas al tortuoso asunto, al igual que su madre, Yulia Salnikova, quien recordó aquella impensada caída en el polvo de ladrillo francés, así como el interminable descanso del legendario balcánico entre el segundo y tercer set, en el canal de Youtube de Mr Tennis.
"Novak se tomó un descanso para ir al baño, que desde mi punto de vista duró un tiempo infinitamente largo, porque estábamos sentados y esperando. Pero todo estaba de acuerdo con las reglas allí, de hecho. Y cuando volvió ya sabía que Novak ganaría. Volvió como una persona diferente", inició la nacida en Moscú, Rusia, que cambió su apellido a 'Apostoli' luego de casarse con Apostolos.
Continuando por la misma línea, la exjugadora y entrenadora opinó sobre la acción que inclinó la balanza a favor del dueño de 99 trofeos en la Philippe Chatrier: "¿Cómo sucedió esto? Esa es una pregunta para Novak. Fue un milagro. ¿Qué opino de estas tesis de que Djokovic usualmente se toma falsos descansos médicos? Si está permitido por las reglas...".
Por otro lado, la representante de Unión Soviética hasta 1990, cuando se transformó en embajadora del país heleno, analizó la constante comparación entre 'Nole', el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal: "Entró al tenis cuando Federer y Nadal estaban en el nivel más alto. Ellos ya eran los padres del tenis. Y Djokovic no tenía un nombre, pero con el tiempo ha demostrado que todo es posible. Aquellos que lo condenan necesitarán tiempo para reevaluarlo".
"Novak tuvo una infancia muy difícil y esto se puede explicar. De niño tuvo que esconderse en un refugio antiaéreo. Federer creció en un país feliz en Suiza. Esto también vale la pena tenerlo en cuenta. No tuvo esos momentos en los que hay que arriesgar algo para conseguir otra cosa", culminó Salnikova, que colgó la raqueta en 1992.