La pelea titular entre los pesos pesados Tyson Fury y Oleksandr Usyk fue reprogramada para el 18 de mayo en la misma sede de Arabia Saudita.
La noticia se difundió rápidamente, mucho más que como “reguero de pólvora”, como se decía antiguamente. Hoy, con las redes sociales, todo queda expuesto en tiempo prácticamente real. Tyson Fury recibió un corte arriba del ojo derecho durante una sesión de sparring y, casi de inmediato el mundo supo que no iba a haber pelea el 17 de febrero ante Oleksandr Usyk en Riad, Arabia Saudita.
Según la información, El Rey Gitano recibió 15 puntos para cerrar la herida. Y, mientras muchos desconfiaron de semejante hecho, se anunció una nueva fecha, la del 18 de mayo, mientras un espectacular tráiler, digno de una superproducción de Hollywood, daba vuelta al mundo anunciando el choque. “Ring of Fire” –así se anuncia el show-, fue anunciada nuevamente con Fury junto al jeque Turky Alalshik. El choque será unificatorio para el campeonato mundial de todos los pesos, toda vez que Tyson Fury es el rey del WBC, mientras que el ucraniano es campeón reconocido por la WBA, IBF y WBO. Fury (35) logró la corona luego de vencer a Deontay Wilder en 2020. Usyk, por su parte, a los 37, tiene sus cinturones luego de vencer a Anthony Joshua en 2021.
Dudas aparte –ya se dijo que muchos no creyeron en la veracidad del anuncio- no está de más recordar algunas postergaciones famosas.
MONZON – NÁPOLES
En 1973, el mundo del boxeo esperaba ansioso el choque de dos campeones. Uno, Carlos Monzón, rey de los medianos, frente al cubano mexicano “Mantequilla” Nápoles, campeón de peso welter. La pelea estaba pactada para el 8 de diciembre. Pero… Monzón sufrió una angina y de esa manera, el anuncio, efectuado el 26 de noviembre, obligó a reprogramar la pelea, que finalmente se realizó el 8 de febrero en París, organizada nada más ni nada menos que por Alain Delon.
El encuentro, que fue largamente promocionado, lejos de ser una pelea de trámite reservado, fue una gran actuación del argentino. Monzón que ganó sin mayores dificultades bajo la carpa de un circo en Place de la Defense de Puteaux, un barrio parisino. A pesar de los esfuerzos de un tremendo boxeador como Nápoles, el choque fue muy desigual, ya que Monzon, de mayor envergadura física lo sometió a un tremendo castigo. Finalmente, Angelo Dundee decidió retirar a Nápoles cuando sonaba la campana llamando al séptimo round, ante las heridas sufridas por el campeón welter, que no pudo anular los envíos del argentino. “Cuando subimos al ring y estuvimos uno frente al otro, lo vi tan grandotote que me dí cuenta de que iba a estar muy difícil”, nos dijo alguna vez, en su paso por Buenos Aires.
ALI – FOREMAN
Otra postergación que fue muy promocionada fue la del choque entre el campeón George Foreman y su retador Muhammad Ali en Kinshasa, Zaire, ex Congo Belga. Estando ambos ya haciendo campamento en África, Foreman resultó con una cortadura que obligó a replantear todo. El tirano Mobutu, cuando se enteró, puso el grito en el cielo. “! De aquí no sale nadie hasta que la pelea termine!”, dicen que gritó.
Tanto Foreman como Alí tenían asegurados 5 millones de dólares y no pudieron dejar el país. El combate, originalmente, fue programado para el 25 de septiembre. La herida de Foreman –un corte en el párpado derecho- se produjo el 16 de septiembre.
La nueva fecha fue establecida para el 30 de octubre y el combate fue denominado “Rumble in the Jungle”. Alí aprovechó para congraciarse con los locales y enseñarles a gritar su ahora clásico “Ali, Bumayé” (“Alí, mátalo”) mientras que George, poco afecto a las relaciones públicas pasó a convertirse en el villano de la película, aunque era el favorito amplio en las apuestas. El combate, organizado por Don King, se realizó el 30 de octubre de 1974 ante 60.000 espectadores en el Estadio del 20 de mayo, a las cuatro de la mañana, hora local, para acomodar el horario para los Estados Unidos. El organizador fue Don King y Alí terminó ganando por nocaut en el 8vo round y de esa forma se alzó por segunda vez con la corona mundial de los pesados.
HOLYFIELD – TYSON
Tal vez muchos no recuerden, que la primera pelea entre Evander Holyfield y Mike Tyson fue anunciada para el 18 de octubre de 1991, pero fue anulada el 9 de septiembre, ya que Tyson sufrió una lesión en las costillas en un entrenamiento.
Luego sucedió el incidente con Desiree Washington el 22 de julio de 1991, cuando la jovencita denunció oficialmente a Tyson de violación (la chica había visitado al boxeador en la habitación de su hotel la noche del 18 de julio). El 9 de septiembre de ese año Tyson fue enjuiciado oficialmente por violación. Luego vino el comienzo del juicio a Tyson, el 27 de enero de 1992. Imposible pensar por entonces en la pelea, ya que el 10 de febrero de 1992, Tyson fue sentenciado a la cárcel.
Recién varios años más tarde, el 25 de mayo de 1995, después de tres años de prisión, Iron Mike salió de la cárcel y pudo volver a un ring el 19 de agosto, ante Tom McNeeley, a quien venció en el primer round por descalificación. La anunciada pelea entre Holyfield y Tyson se concretó recién el sábado 9 de noviembre de 1996, bajo el título de “Finally”. Ganó Holyfield por KOT en el 11er. asalto obteniendo el campeonato mundial WBA, tras haberlo tenido por el suelo en el sexto round.
La segunda edición fue anunciada para el 3 de mayo, pero también hubo que postergarla, a raíz de un corte sufrido por Tyson durante un entrenamiento. La postergación se anunció oficialmente el 8 de abril. Denominada “The sound and Fury”, y finalmente llevada a cabo el 28 de junio de 1997, en la segunda pelea se repitió la victoria de Evander. Solamente que esta vez y en medio de un gran escándalo, Tyson lo mordió en una oreja y fue descalificado por Mills Lane en el round número tres.
Ambos encuentros se llevaron a cabo en el MGM Grand de Las Vegas. Se afirma que ambos ya habían peleado siendo amateurs, pero no quedaron constancias firmes ni del momento ni del resultado de ese combate.
Y AHORA…
Aunque existan dudas sobre lo que puede ocurrir finalmente entre Tyson Fury y Oleksandr Usyk, será cuestión de esperar, confiando en que el mundo del boxeo pueda verlos frente a frente.